¿Qué se puede saber de nosotros a través de nuestro comportamiento online?
Actualizado 2018/09/24 09:36:27
Estar navegando por todas estas webs deja una serie de huellas digitales, que permiten que las páginas visitadas sepan quién, cuándo y por qué motivos les ha visitado, es decir, controlan nuestro comportamiento en línea.
Las nuevas tecnologías se han establecido en la sociedad actual siendo cada vez más populares, convirtiéndose incluso en aparatos electrónicos de uso diario. Aunque muchas personas quieran hacer creer a sí mismas que no usan tanto las nuevas tecnologías, se trata de una afirmación que no es del todo cierta, puesto que todo el mundo utiliza el teléfono móvil, la tablet o el ordenador para realizar distintas actividades tan usuales como hablar a través de aplicaciones de mensajería (Whatsapp, Messenger, correo electrónico...), consultar las redes sociales, leer la prensa online, ver la televisión o escuchar la radio, reservar alojamientos o transporte para las vacaciones, hacer la compra a través de Internet, entre muchas otras tareas.
Estar navegando por todas estas webs deja una serie de huellas digitales, que permiten que las páginas visitadas sepan quién, cuándo y por qué motivos les ha visitado, es decir, controlan nuestro comportamiento en línea. Después, un resumen de éste es utilizado para que los anuncios que veamos estén basados en aquellas cosas que nos interesan, o sea, relacionadas con las búsquedas realizadas previamente. Así, la publicidad nos recomienda qué coche comprar o en qué hotel hospedarnos cuando vayamos de vacaciones.
Esta inteligencia artificial llega a límites que no podemos ni siquiera llegar a imaginar. Cabe destacar el ejemplo de China, que desde el año 2014 ha estado registrando los comportamientos de las personas basándose en distintos aspectos de su vida como sus amigos virtuales o en línea, dónde está su vivienda o cuánto tardan en pagar sus facturas y recibos... Todos estos factores, recogidos a través de un sistema de crédito social, son estudiados posteriormente para determinar y asignar una puntuación a cada usuario. Aquellos con los números más altos obtendrán más beneficios como, por ejemplo, tasas de interés más bajas o exención de depósitos ante el pago de un alquiler o un vehículo.
Es cierto que no se conocen todas las ventajas que tendría el hecho de tener una puntuación alta, pero sí se pueden imaginar los beneficios o privilegios de los que se podría disfrutar. Según el Partido Comunista de China, este método de calificaciones a través de un crédito social organiza a las personas con la finalidad de que éstos se vean involucrados en conductas más cooperativas.
Sabiendo todo esto, no hay que sorprenderse cuando nuestro teléfono móvil nos despierta dándonos los buenos días e informando de la temperatura exterior del lugar que nos encontramos, algo que puede averiguar a través de la ubicación del aparato. Tampoco habrá que extrañarse cuando una aplicación GPS nos recomiende la ruta más rápida a casa en el momento adecuado sin que la hayamos solicitado, ya que se basa en los patrones diarios de uso del teléfono, es decir, sabe a qué hora solemos irnos a casa, por ejemplo, después del trabajo. Llegaremos incluso a agaredecer que nos recomiende una pizzería cerca de casa en el momento justo en que la necesitemos, porque posiblemente ese día habremos buscado alguna información similar y ésta habrá quedado guardada en las cookies, información guardada en el navegador.
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