Sensible y crítica social, así es Ela
Ella se pregunta ¿cómo es posible que la protección del patrimonio histórico y cultural no sea una política de Estado? Piensa que es hora de que se haga algo al respecto.
- Rosalina Orocú Mojica
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- - Publicado: 22/6/2017 - 12:00 am
Hoy compartimos con ustedes parte de una entrevista con Ela Urriola, ganadora del Concurso Nacional de Literatura Ricardo Miró, 2014, (Poesía) y del Concurso Nacional de Cuento José María Sánchez, 2015, en la que, además de hablarnos sobre ella como escritora, también lamenta que en Panamá "las políticas culturales están totalmente desvinculadas de un proyecto de país, más bien parecen el resultado de impulsos no sincronizados, hechos aislados que en sí mismos no aportan ni logran transformar la sociedad".
En un libro, ¿qué le resulta más difícil: el comienzo o el final?
Es relativo. A veces me viene a la mente una idea que puede partir de una noticia, un hecho o un recuerdo, y luego se desarrolla la trama. El trabajo de edición es fundamental, por supuesto. Otras veces las musas literalmente me hablan al oído: escucho como si me dictaran las palabras y agarro lo que tenga a mano para transcribir lo antes posible el poema o el relato. Es una experiencia deliciosa, indescriptible, una especie de fiebre que se apodera de uno y que permite que la idea se mueva, que la imagen se materialice, que el gesto se transforme en acto. Puedo decirte que es algo terrible que esto me ocurra en medio de un tranque o mientras doy clases. Por suerte, mi retentiva es bastante buena, de manera que si no puedo escribir la idea, al menos trato de masticarla hasta que el momento sea propicio para transcribirla.
¿Prefiere escribir de día o de noche?
Tengo una médula nocturna, es imposible luchar contra mi naturaleza "p.m.", como yo la llamo. Con la noche las ideas fluyen, además, está el silencio de los otros. Acabada la jornada, la faena, me vuelco a la labor creativa de pintar o escribir, según sea el caso, hasta la madrugada. Con música, siempre.
Sin embargo, tengo mis etapas de disciplina, momentos diurnos en que me dispongo a elaborar un texto, editar un relato. He realizado algunos intentos a media mañana y he logrado algunos resultados. Pero debo confesar que, sobre todo para poesía, prefiero la noche.
¿Qué prefiere, escribir poesía o cuento?
Esa pregunta es una tortura: no podría escoger. Necesito tanto el cuento como la poesía, son dos formas distintas de la misma persona, dos posibilidades de comunicar ideas y sensaciones. En la mayoría de mis poesías soy bastante existencial, pero en mis cuentos tiendo a la deconstrucción de lo social. Para sentirme viva necesito el todo.
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