"Reina glamour"

Doña Letizia Ortiz Rocasolana será reina consorte y llenará de modernidad la monarquía. Entre sus aficiones destacan su pasión por los conciertos y su implicación en la educación de sus dos hijas, Leonor y Sofía.

Su estilo es sobrio y elegante. Cabe destacar que siempre ha apostado por la moda española (salvo en su pedida, que vistió de Armani) y ni siquiera tiene un estilista.

Destaca sobre todo en las cenas de gala y bodas reales, en las que se desenvuelve cada vez con más soltura y donde luce como nadie vestidos de corte palabra de honor y las joyas más espectaculares de la corona. En rojo, negro, verde esmeralda o en tonos nude, la periodista, princesa y en poco tiempo reina ha conseguido deslumbrar al mundo entero con sus trajes de cuento de hadas.

Para el día, la esbelta fémina prefiere la sencillez, los tonos oscuros y los trajes de chaqueta con falda a la rodilla. Famosos son los “letizios”, como se les ha llamado a los zapatos de más de 10 cm de tacón de la princesa, y conocido es su gusto por Felipe Varela, casi su diseñador de cabecera en los últimos años.

La que fuera periodista y presentadora de los Informativos de TVE acompañará en esta tarea a su esposo Felipe, que será el soberano más joven y mejor preparado de Europa, y seguro que seguirá la estela y el ejemplo de doña Sofía, como ella bien dijo el día de su pedida de mano hace ya diez años.

Ajustada a los cambios

Con 41 años de edad, es una princesa como pocas. Descansa los fines de semana de sus tareas institucionales y no ha crecido en un ambiente palaciego, sino en una familia obrera. Ha tenido que aprender mucho y en muy poco tiempo desde que se anunciara que se casaría con el entonces heredero al trono el 1 de noviembre de 2003. El 22 de mayo del 2004, ambos unieron sus vidas, lo que significa que la noticia sobre la abdicación llega 10 años después de la unión que la convirtió, de acuerdo al Real Decreto sobre Títulos y Denominaciones de la Corona, en princesa de Asturias, princesa de Gerona, princesa de Viana, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer.

Con recato, pero moderna

Todos los pasos de Letizia se miran con lupa. Sus primeros momentos como prometida de don Felipe fueron duramente criticados debido a su extraordinaria naturalidad. A partir de entonces, la asturiana ha querido ser una princesa modélica, ha huido de los escándalos (aunque en alguna ocasión, medios internacionales han tratado de sacar trapos sucios de ella sin éxito) y en pocas situaciones se le ha visto salirse del protocolo y de su papel, que realiza como toda una profesional.

Pero Letizia también es una mujer de hoy y adora la música indie y asistir a conciertos de todo tipo (de Shakira a Coldplay) con sus mejores amigas (muchas de ellas periodistas) o salir a tomar algo un sábado por la noche a los bares de moda de España.