Parumas para el verano
- Maritza Bonilla
Estampadas, de rayas, en diversos colores y diseños encontramos telas de algodón, poliester, satín, poplín, para cortinas y tapiz en los diferentes almacenes en la ciudad capital.
Pero, en medio de este mundo de hilos entrelazados, sobresale una: la paruma, que también ocupa una de las esquinas de estos centros comerciales, donde las indígenas, ya sean kunas o emberás, compran una yarda y media de esta tela para enrollárselas en sus caderas.
De esta forma complementan su vestuario, el que adornan con aretes de oro, se pintan las mejillas de rojo y se delinean la nariz con tinta negra de "jagua". Pero ojo, el atuendo no está completo sin las pulseras y tobilleras de chaquiras, collares de oro y las pañoletas con las que las kunas se cubren la cabeza cada vez que salen de sus hogares.
Aunque parezca curioso, la paruma no se fabrica en Panamá, ya que al tomar una entre las manos sobresalía la etiqueta: Made in China. Pero este factor no es obstáculo para que nuestras distinguidas indígenas las combinen con sus elaboradas camisas, chaquiras y sandalias.
Las más usadas son a cuadros, líneas, flores y animales que se venden en colores blancos y verdes, pero no descartan los celestes, amarillo, rojo y azul.
Aunque se pueden encontrar telas a muy bajos costos, la paruma puede costar entre B/.5.00 y B/.15.00, pero en las comarcas se venden por más.
En verano la paruma se ha convertido en una pieza elemental, ya que también se puede utilizar como pareo y combinarla con trajes de baño.
Aunque en el área comercial del corregimiento de Calidonia y la Peatonal de la Avenida Central hay una gran cantidad de almacenes dedicados a la venta de artículos de vestir, la oferta de estas y otras telas no ha disminuido, indicó Carolina Rodríguez una de las vendedoras.
Agregó que las ventas aumentan en el mes de diciembre y disminuyen en enero, pero nuevamente se multiplican en el mes de febrero cuando los padres de familia se preparan para el inicio del año escolar de sus hijos.
Ello, porque son muchos los que en vez de comprar los uniformes hechos los mandan a confeccionar (faldas y pantalones).
Dice la vendedora que compran satín; mientras que para la elaboración de camisas adquieren poplín.
Pero, ¿por qué los panameños deciden comprar telas para confeccionar sus vestidos? De acuerdo con Ana Vásquez, ella lo hace porque así puede mandar hacer el vestido a su gusto, por lo general ella utiliza gabardina. Otros lo hacen porque sale más barato, pues las telas están desde B/.0.79 a B/.2.99 la yarda.
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