La librería de Harry Potter en Oporto cobra tres euros por entrar
- Redacción / @PanamaAmerica
LaLibrería Lello de Oporto apenas puede contener las hordas de turistas desde que se rodaron allí varias escenas de las películas deHarry Potter. Las colas se acumulan muy cerca de la Torre dos Clérigos hasta alcanzar una media de 4.000 personas diarias para ver un enclave mágico que es mucho más que un establecimiento comercial y siempre aparece en el top 3 de las librerías más bonitas del mundo, como certificaron «The Guardian» y «Lone».
LaLibrería Lello de Oporto apenas puede contener las hordas de turistas desde que se rodaron allí varias escenas de las películas deHarry Potter. Las colas se acumulan muy cerca de la Torre dos Clérigos hasta alcanzar una media de 4.000 personas diarias para ver un enclave mágico que es mucho más que un establecimiento comercial y siempre aparece en el top 3 de las librerías más bonitas del mundo, como certificaron «The Guardian» y «Lone».
Tiene una sección de obras en inglés y hasta pueden adquirirse jabones y otros productos artesanales portugueses, pero su gran problema es que los visitantes entran mayoritariamente para curiosear y se van sin activar el consumo.
Pero el Ayuntamiento de la ciudad donde van a vivir Íker Casillas y Sara Carbonero ha autorizado a sus responsables a cobrar tres euros para entrar a partir del próximo 1 de agosto.
¿Será la solución adecuada? Sólo el tiempo lo dirá, aunque la polémica no ha hecho más que comenzar en el país vecino porque es insólito tener que pagar por acceder a un sitio que, al fin y al cabo, es una tienda. Eso sí, quien se lleve a su casa algún libro verá inmediatamente descontados esos tres euros de su importe final.
El edificio, con sus escaleras majestuosas y sus espectaculares vidrieras, está catalogado como monumento de interés público y ya se ha convertido en el segundo icono cultural de Oporto, sólo superado por elpuente Luís I, construido siguiendo el característico estilo de Gustave Eiffel.
La escritora J. K. Rowling se inspiró en la ciudad para escribir su saga sobre Harry Potter. Sentada en las mesas del precioso Café Majestic, dio forma a varios de los textos y, cuando se desplazó a la histórica librería (en pie desde 1919), se quedó tan fascinada que no dudó en tomarla como fuente: la biblioteca de Hogwarts encuentra su antecedente en Lello.
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