Carmina Burana o cátedra de pasión por el baile, en Prisma 2014
Actualizado 2014/10/24 11:48:04
- Redacción/@rosalinaorocu
Una mesa rectangular de madera, de aproximadamente tres metros de largo por uno y medio de ancho- que servía a veces de puerta, escalera, barrera- y dos bancas del mismo material y largo, así como un anaquel con puertas fueron algunas de las herramientas que los bailarines experimentados de la compañía italiana Spellbound conemporary ballet usaron con maestría en el espectáculo "Carmina Burana".
Una mesa rectangular de madera, de aproximadamente tres metros de largo por uno y medio de ancho- que servía a veces de puerta, escalera, barrera- y dos bancas del mismo material y largo, así como un anaquel con puertas fueron algunas de las herramientas que los bailarines experimentados de la compañía italiana Spellbound conemporary ballet usaron con maestría en el espectáculo "Carmina Burana", con el cual inauguró anoche Prisma, Festival internacional de danza contemporánea Panamá 2014, en el Teatro Nacional, el cual se extenderá hasta el 27 de octubre, cuando cerrará con broche de oro, con la presentación de Vertigo Dance Company, de Israel, con "Reshimo".
En esa velada sus flexibles cuerpos fueron, sin embargo, los protagonistas principales de la noche, de las historias de amor y desamor, de encuentros y desencuentros, de llenos y vacíos, de alboradas y penumbras en el camino de la vida de los personajes que desfilaban - se deslizaban, saltaban, se colgaban, tendían puentes y servían de eslabón para los demás en montañas dancísticas humanas, en abrazos y rechazos, en silenciosas tertulias a flor de piel, piel con piel, de calor y clamor humanos-por el escenario del centenario teatro donde los ángeles y doncellas que pintó el maestro Roberto Lewis, eran testigos mudos. Mudos como la concurrencia.
¿La diferencia? El público se sintónizó con los artistas, en esa comunión de almas, quizás, se remontó, sin saberlo, a otras latitudes, a la Italia del Siglo XIII, a cantares de/en una abadía benedictina. Época donde los ayes sociales distan solo en el tiempo y el espacio, pero muchos tienen similitud con los que palpitan en la boca, mente y corazón del Panamá de hoy, la Italia de hoy y la aldea global de hoy.
¡Qué manera del cuerpo de expresar al ritmo de la música lo que el cerebro le comanda!
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