Actuación, máscaras, energía y exploración

Actualizado 2017/12/04 00:06:15

Rosalina Orocú Mojica
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El mayor reto que enfrentó el elenco fue el trabajo de los personajes con las máscaras.

Temeroso: Es tal su fijación con la dichosa olla llena de oro que a cada rato quiere saber si todavía está allí. Y cuando está lejos no tiene paz, porque siente que todos están urdiendo la forma de robarla. /Foto Josué Arosemena

Megadoro: Opina que al hacerse el interesante Euclión está demostrando que es altanero. Máxime que un rico como él (Megadoro) fue a buscarlo y hacerle una petición. O sea las dudas son mutuas.

Esclava: La vieja Estáfila, cuya lealtad pone en duda el viejo Euclión y le da palo física y verbalmente es más de fiar de lo que cualquiera podría pensar. Guarda un secreto que muy pronto reventará.

Cabeza dura: Vaya si sobrevivió una tremenda paliza este cocinero. Aunque iba con intenciones malsanas, no era para tanto alboroto. Pero, cuando la desconfianza es extrema todo puede suceder.

Avaricia: Es lo que caracteriza al viejo Euclión no tiene tranquilidad pensando en que le puedan robar su olla con oro.

Los cocineros están listos para preparar el festín de la boda.

Talento: El juego de máscaras de los diez personajes de la comedia es producto del talento de Marien Cano (argentina radicada en Panamá). El papel de Euclión es uno de los que interpreta Carlos Algecira.

Tocan la puerta: Estáfila pregunta quiénes son y qué desean. Estróbilo pide que deje entrar a los cocineros y a la flautista y le da la compra para la fiesta de las bodas que Megadoro manda a Euclión.

Infidencias: Eutróbilo, Antrax y Congrión se lo pasan hablando de Euclión y la vida miserable que lleva. Pero como entre ellos hay también ‘mucha tela por cortar’ entonces, mejor es que piensen antes de abrir la boca.

Tanto se aferraba a lo material el viejo Euclión, personaje central de ' La comedia de la olla', que poseyendo una olla llena de oro vivía en la miseria. Y, ese miserable le hacía la vida miserable a su esclava Estáfila.

Ni en su propia sombra confiaba el tan viejo como tan avaro Euclión, vecino de Megadoro que bien pronto (si los acontecimientos se desarrollan como era de esperar a raíz de una conversación que tuvieron) podrían llegar a ser parientes políticos.

He allí uno de sus razonamientos: "Con tanto ofrecimiento, lo que hace en realidad es pedir; está con la boca abierta dispuesto nada más que a tragarse mi oro; en una mano tiene una piedra y con la otra te enseña un pan. Yo no me fío de nadie que siendo rico se pone tan atento con un pobre, al mismo tiempo que te tiende tan amable la mano, te carga con el daño que sea; yo me conozco a estos pulpos, que una vez que le han echado la garra a algo, no lo sueltan ni a tiros."

Con la actuación de Hernán Gariglio, Carlos Algecira y Natalia Beluche y la dirección de Carlos Algecira, esta puesta en escena de Proyecto Actinio se está presentando en el estudio multiuso del GECU hasta el 7 de diciembre a las 8p.m.

El montaje data de inicios del Siglo I a.C. Los actores usan máscaras para interpretar a 10 personajes y el público decide el final.