Mundo de Negocios
Saudi Aramco anuncia planes para entrar en los mercados públicos
- Michael J. de la Merced y Stanley Reed
Saudi Aramco, anunció sus planes para empezar a cotizar en la bolsa, en la que tal vez sea la oferta pública inicial más grande de la historia.

Aramcó invierte alrededor de $600 millones al año en investigación y desarrollo en áreas como motores de autos más eficientes y vehículos equipados con dispositivos para capturar dióxido de carbono. Foto: Aramco.
Saudi Aramco, anunció sus planes para empezar a cotizar en la bolsa, en la que tal vez sea la oferta pública inicial más grande de la historia.
LONDRES — El domingo, el gigantesco productor de petróleo propiedad del Estado saudita, Saudi Aramco, anunció sus planes para empezar a cotizar en la bolsa, en la que tal vez sea la oferta pública inicial más grande de la historia.
La empresa, la joya de la corona del reino y probablemente la firma más rentable del mundo, comentó que planeaba vender un porcentaje no especificado de sus acciones en la bolsa de valores de Arabia Saudita, la Tadawul. Se espera que la comercialización comience el próximo mes, aunque la petrolera no definió una fecha y ofreció pocos detalles más.
Personas con información del asunto ya habían mencionado anteriormente que los banqueros le han dicho al gobierno saudita que los inversionistas podrían valuar la empresa en más o menos $1,5 billones. Esto haría que Aramco desbancara a Apple como la empresa pública más valiosa del mundo.
El presidente de Aramco, Yasir al Rumayyan, mencionó que el anuncio representaba un “progreso importante” para cumplir el “plan de acción del reino en busca de una diversificación y un crecimiento continuos de su economía”.
Aramco es el titán del negocio del petróleo, pues por sí solo genera una décima parte de la producción mundial. El año pasado, obtuvo $111 mil millones de dólares en utilidad neta, una cifra que es casi el doble de las ganancias de Apple y muchas veces mayor a los ingresos de rivales inferiores como Exxon Mobil y Royal Dutch Shell.
Además, el anuncio del domingo abre el camino para una oferta pública inicial con posibilidades de ser la más grande de la historia, pues podría superar los casi $22.000 millones que Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico, recaudó en un día en 2014.
Sin embargo, la oferta pública inicial de Aramco no cumplirá con todos los objetivos audaces que tenía Arabia Saudita.
En 2016, cuando Mohamed bin Salmán, príncipe heredero y gobernante de facto del país, anunció por primera vez sus planes de ingresar a la empresa en los mercados públicos, señaló que la firma iba a estar valuada en más o menos dos billones de dólares, que la oferta pública inicial iba a realizarse en 2017 y que sus acciones iban a cotizar en alguna de las principales bolsas de valores internacionales, como Nueva York, Londres o Hong Kong, pero también en la Tadawul de Riad.
No obstante, todo indica que Aramco no alcanzará la valuación de dos billones de dólares. Además, la OPI ha tenido un proceso errático durante los últimos tres años, ya que ha quedado en pausa varias veces por las complicaciones que implica preparar para el escrutinio de los inversionistas públicos las finanzas y operaciones de la empresa, que se mantuvieron en secreto durante mucho tiempo a pesar de las riquezas que traían al reino.
Y aunque el príncipe Mohamed estaba ansioso de que Aramco cotizara tanto en la bolsa saudita como en un mercado bursátil más prominente, por el momento, esa no parece ser una opción.
En una conferencia con inversionistas celebrada la semana pasada en el Hotel Ritz-Carlton en Riad, funcionarios sauditas dejaron claro que la opinión del príncipe heredero era crucial para la OPI.
Durante la conferencia del miércoles, el príncipe Abdulaziz bin Salmán, quien recién fue nombrado ministro de Energía, mencionó que la cotización “primero que nada será una decisión saudita y, en específico, una decisión del príncipe Mohamed”.
LEA: Para parecer más competente, tenga más confianza
En lo que parece un esfuerzo por lograr que los residentes locales inviertan, Aramco señaló que los ciudadanos sauditas que tengan acciones durante 180 días serían elegibles para obtener una acción gratuita por cada diez que hubieran comprado. Estas acciones se limitan a cien.
Es probable que muchas de las ganancias de la oferta no fluyan hacia las operaciones de Aramco, sino al Fondo de Inversión Pública, un fondo soberano de inversión que se está convirtiendo en el principal vehículo del príncipe Mohamed para reducir la dependencia de la economía saudita del petróleo.
Junto con las inversiones de capital de riesgo como Uber, el servicio de viajes compartidos que tiene una fuerte presencia en el reino, el Fondo de Inversión Pública está invirtiendo en energías renovables y enormes proyectos de bienes raíces que tienen como objetivo crear empleos para los sauditas. Neom, una inmensa ciudad futurista planeada para el noroeste del país, necesitará $500 mil millones del Fondo de Inversión Pública y de otros inversionistas con el paso del tiempo, de acuerdo con su sitio web.
El miércoles, el fondo anunció que estaba pidiendo prestados $10 mil millones de un grupo de bancos internacionales, entre ellos JPMorgan, Citigroup y Bank of America. El préstamo servirá para “acelerar” el programa de inversión del fondo, de acuerdo con un comunicado de prensa.
No cuesta trabajo ver por qué el príncipe heredero está presionando para tener resultados más expeditos de la venta de acciones de Aramco. La economía aún no ha recibido grandes beneficios de su plan. El desempleo entre los ciudadanos sauditas sigue siendo alto: 12,7%.
Un hecho indiscutible es el gigantesco tamaño de Aramco. El domingo, la empresa informó que había ganado $68 mil millones en el año que culminó en septiembre, una cifra que, a pesar de los bajos precios del petróleo, le da un peso financiero y de producción que, según los analistas, atraería inversionistas internacionales.
No obstante, es probable que los cuestionamientos persigan a los ejecutivos de Aramco y a su ejército de asesores durante la promoción de la empresa para conseguir inversionistas que financien la oferta. Algunos se centrarán en la manera en que la empresa se ha recuperado de un devastador ataque con drones y misiles en septiembre que suspendió la mitad de su producción de forma temporal.
INTERESANTE: ¿Sus altas expectativas están dañando a su equipo?
Aramco buscó minimizar los posibles efectos negativos del ataque en los clientes con medidas como aprovechar las existencias afuera del reino, ofrecer diferentes grados de crudo a los compradores y aumentar la producción de otros yacimientos.
La mayor parte del daño físico tal vez haya sido reparada, pero es probable que los inversionistas sigan preocupados de que sus instalaciones todavía sean vulnerables a ataques, debido a las tensiones políticas entre Arabia Saudita y sus vecinos.
“Hay un riesgo de que haya más ataques en contra de Arabia Saudita, los cuales podrían producir un daño económico”, señaló Fitch Ratings en septiembre cuando le bajó la calificación crediticia a Arabia Saudita de A+ a A.
LEA TAMBIÉN: Cómo ir más allá del currículum vitae
En general, el asesinato y desmembramiento del disidente y periodista saudita Jamal Khashoggi, que llevaron a cabo agentes del reino el año pasado, ha moderado la inversión en Arabia Saudita. El príncipe Mohamed aceptó su responsabilidad en el asesinato, pero negó haber dado la orden. Sin embargo, esas preocupaciones casi no se percibieron durante la conferencia de la semana pasada con inversionistas, en la que convergieron ejecutivos de Wall Street y líderes mundiales.
Las dudas respecto del futuro de los combustibles fósiles podrían socavar la capacidad de Aramco para atraer inversionistas, pues el cambio climático ha producido interés en las energías renovables. Algunos de los principales inversionistas institucionales, como el fondo soberano de inversión de Singapur, Temasek, ya han sugerido que reducirán su exposición a los combustibles fósiles, lo cual podría significar que se están descartando como patrocinadores de Aramco.
Los funcionarios de Aramco están abordando esas inquietudes con la inversión de alrededor de $600 millones al año en investigación y desarrollo en áreas como motores de autos más eficientes y vehículos equipados con dispositivos para capturar muchas de las emisiones de dióxido de carbono que producen.
La empresa también está invirtiendo en plantas y empresas conjuntas para canalizar una mayor cantidad de su petróleo a productos químicos, los cuales, según la dirección de Aramco, tendrán un crecimiento relativamente sólido en las próximas décadas, cuando tal vez caiga la demanda de combustibles para el transporte debido a una mayor disponibilidad de alternativas, como los vehículos eléctricos.
En marzo, Aramco señaló que planeaba adquirir una participación del 70% de un gigante petroquímico de Arabia Saudita conocido como Sabic por $69 mil 100 millones.
“El pesimismo en torno al petróleo está fuera de lugar”, comentó Ahmad Al Khowaiter, director de tecnología en Aramco, durante una entrevista reciente en las oficinas centrales de la empresa en Dhahran. “El crecimiento está en los materiales; está en los químicos”, agregó.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.