Inversiones. Se buscan mecanismos para que las personas obtengan beneficios económicos y no talen los árboles.
Los bosques, una forma de mejorar la calidad de vida
Se buscan medidas de desarrollo que permitan alcanzar la reducción de la pobreza en las comunidades. En Panamá se trata de incentivar a las personas para que aprovechen las ventajas de tener bosques.
Manejo adecuado de los bosques
- “si manejamos los bosques con el criterio de aprovechamiento solamente del crecimiento natural o posibilidad de corte, que no implica que el bosque se va a degradar o agotar, entonces podría ser sujeto de aprovechamiento, producir bienes y beneficios”.
- Erick Rodríguez
Importancia de los bosques en el desarrollo de actividades económicas
- Si hablamos de aprovechamiento de madera sostenible, consideramos solamente el equivalente al crecimiento anual.
- Si mido un bosque hoy y tiene 150 metros cúbicos de madera y al año vuelvo a medirlo y tiene 155 metros cúbicos, indica que lo que debo cortar es solo 5 metros cúbicos para mantener los 150 metros cúbicos que era la cantidad de madera que existía, explicó Rodríguez.
Cifras importantes del programa
1- millón de dólares es el costo aproximado de la realización del inventario forestal.
- hectáreas de terreno forman la finca agroforestal Las Conchas, en Chilibre.
- miembros trabajan las tierras de la finca agroforestal para llevar el sustento a su hogar.
Los bosques pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, siempre y cuando se conserven y protejan como un compromiso, ya que se pueden desarrollar las actividades agrícolas, pero sin prescindir de ellos, como ha sido la tónica en los últimos años.
Según algunos estudios, la deforestación y la degradación de los bosques tropicales generan globalmente cerca del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) ocasionadas por la acción del hombre.
Panamá no escapa a esta realidad y busca mecanismos o programas de desarrollo sustentables que permitan armonizar políticas gubernamentales con la participación de las comunidades para alcanzar la reducción de la pobreza, compatible con la conservación de los recursos naturales.
Un ejemplo tangible de que es posible desarrollar las actividades agrícolas en medio de plantaciones de árboles, sin tener que deforestar y poder mejorar la calidad de vida de quienes viven a su alrededor es la finca agroforestal Las Conchas, en Chilibre, donde trabajan en armonía varios agricultores con el compromiso de mantener el medio ambiente sin alteraciones.
Esta es una zona de amortiguamiento, cercana a los límites del parque nacional Chagres.
Según el presidente del comité de la finca, Aquilino Trujillo, cuentan con 45.5 hectáreas de terreno. En conjunto, los 26 miembros de la finca, trabajan unas tres hectáreas y además, cada uno de ellos cuenta con una o dos hectáreas para trabajar individualmente.
En la finca se produce maíz, ñame, yuca, plátanos, guandú, y también cuentan con tres hectáreas sembradas de bambú.
Actualmente, trabajan con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) en la producción de semillas de maíz y frijol chiricano, así como también reciben el apoyo de la Fundación Ancón y Chagres.
Lidia Giménez, vicepresidenta de la finca, destacó que forman un comité de fincas agroforestales, donde deben conservar el ambiente, con la siembra de diversos productos dentro de lo que tienen de plantaciones.
Señaló que también cuentan con un proyecto de agroturismo para lo cual realizan las adecuaciones necesarias donde contarán con un vivero de plantas medicinales, nativas, así como también de artesanías y también han recibido apoyo de varias instituciones.
Cambio de hábitos.
“Hemos aprendido a sacar valor agregado a lo que tenemos, por ejemplo, con el maíz hacemos bollos, empanadas, chicheme; con el plátano, cremas; con las frutas, mermeladas y también aprendimos el procesamiento de salchichas y tasajos”, afirmó.
Indicó que también utilizan el recurso forestal sin dañar el ambiente, ya que anteriormente quemaban los desperdicios, utilizaban plaguicidas y ahora utilizan productos orgánicos que producen en el área.
En cuanto al reciclaje, con botellas plásticas, confeccionan recipientes para basura, que utilizarán en los senderos cuando esté listo el proyecto de agroturismo.
Bambú.
En cuanto al bambú, cuentan con 1,200 plantones. Es un proyecto de desarrollo sostenible, de doble propósito, que contempla la posible producción de artículos o artesanías que les permita obtener beneficios económicos.
Según los miembros de la finca, los plantones se venden a $2.50 cada uno, y ya han recibido la visita de personas y compañías que han mostrado interés en adquirirlos.
“El bambú crea un microclima que sabemos que sus hojas son mayores captadores de dióxido de carbono que luego libera y mejora el clima, el caudal hídrico y el suelo. Además, cuenta con un sistema de regeneración y es una alternativa para evitar la tala”, señaló Giménez.
“Es una combinación entre la utilización de recursos naturales de forma sostenible aprovechando al máximo sin dañar su materia prima como tal”, destacó Héctor Rodríguez de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM).
“Este es un grupo de personas que han trabajado con diversas instituciones y han formado parte de diversos programas para el desarrollo de distintos proyectos de sostenibilidad”, manifestó.
Al igual que han trabajado con ANAM, en el proyecto de Desarrollo Comunitario Alajuela, desde 2006 hasta 2011, también han trabajado con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario MIDA, USAID, entre otros”, informó Rodríguez.
Beneficios.
Alrededor de 365 personas se benefician de este proyecto agroforestal, a quienes se les instruye en la práctica de la conservación de la agricultura orgánica.
El proyecto tiene varios propósitos, pero el objetivo principal es autoabastecerse y poder conseguir un beneficio económico a través de la venta de productos.
Proyecto nacional.
Como una medida de buscar alternativas en la conservación de los bosques, desde 2008, el país empieza su participación en la iniciativa REDD, y en 2010, la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) formaliza con las agencias de las Naciones Unidas (FAO/PNUMA/PNUD) el programa conjunto UNREDD. Además, recibe el apoyo de la agencia alemana GIZ y del Banco Mundial (Forest Carbon Partnership Facility- FCPF/BM).
El proyecto REDD+ Panamá ( Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques) contempla tres fases, una preparatoria (2010-2013), seguida de una fase de implementación con agencias cooperantes y fase de implementación nacional.
Entre los objetivos del proyecto se contempla la realización de un inventario forestal con un valor de un millón de dólares aproximadamente, que por algunas complicaciones, entre ellas las lluvias, se ha reprogramado y se pretende iniciar la toma de muestras en enero de 2013 en la época seca.
Podría durar hasta cuatro meses para la toma de muestras, pero la realización de todo el inventario podría tomar un año o año y medio, según Erick Rodríguez, del programa REDD. En total se pretenden tomar alrededor de 300 muestras.
Destacó Rodríguez que, según las últimas cifras que se manejaban a nivel de país en cuanto a la deforestación, estaba cerca de 40 mil hectáreas por año, pero debe haber variado, ya que esa cifra se manejó en el año 2000 y no se han hecho mapas recientes.
“El programa, tal como ha sido diseñado, primero está analizando los costos de oportunidades, es decir, los costos que tienen las personas que se dedican a hacer otras actividades y que no consideran los bosques como fuente de beneficio o también los ven como un obstáculo, y la tendencia es eliminarlos para desarrollar sus actividades”, destacó Rodríguez.
Beneficios de los bosques.
Comparando los beneficios que las personas obtienen de esas otras actividades alternativas al bosque, “lo que estamos tratando es de hacer un análisis de los beneficios que produce el bosque desde el punto de vista de todas las posibilidades, lo que llamamos los beneficios múltiples del bosque, que incluye, por un lado, los posibles incentivos que se puedan obtener por los créditos de carbono, más los beneficios que se pudieran dar por la producción de algún bien, ya sea la madera, plantas medicinales, frutas, producto de la extracción y aprovechamiento sostenible de los recursos”, destacó Rodríguez.
Indicó que la madera sigue siendo un bien muy apreciado y renovable de construcción.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.