Mundo de Negocios
Las empresas petroleras están colapsando, pero la industria de las energías solar y eólica sigue creciendo
Entre las empresas más golpeadas se encuentran las más pequeñas que venden paneles solares para techos.
- Ivan Penn
- - Publicado: 24/4/2020 - 06:00 am
Hace algunos años, el tipo de caída de dos dígitos en los precios del petróleo y el gas que está experimentando el mundo a causa de la pandemia del coronavirus podría haber aumentado el uso de combustibles fósiles y perjudicado las fuentes de energía renovable como las granjas solares y los parques eólicos.
Pero ahora eso no está pasando.
De hecho, este año, por primera vez en la historia, las fuentes de energías renovables están a punto de representar casi el 21 por ciento de la electricidad que usa Estados Unidos, en comparación con el porcentaje cercano al 18 por ciento del año pasado y el 10 por ciento de 2010, de acuerdo con un pronóstico publicado la semana pasada. Además, aunque el brote de coronavirus ha demorado algunos proyectos de energías solar y eólica, los ejecutivos y analistas de la industria esperan que el negocio de la energía renovable siga creciendo en 2020 y el próximo año aunque las empresas de petróleo, gas y carbón batallen con sus finanzas o busquen protecciones por bancarrota.
En muchas partes del mundo, entre ellas California y Texas, actualmente la producción de electricidad a partir de las turbinas de viento y los paneles solares es más barata que el gas natural y el carbón. Esto ha vuelto atractivas estas fuentes de energía tanto para las empresas eléctricas como para los inversionistas. También les ha ayudado que, mientras que los precios del petróleo se han reducido a más de la mitad desde que la pandemia obligó a la mayoría de los gobiernos estatales a ordenar a la gente que permaneciera en casa, los precios del gas natural y el carbón no han caído tanto.
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Las energías renovables incluso se podrían beneficiar del declive que ha habido en el uso de electricidad en semanas recientes a causa de que los negocios han detenido sus operaciones, según analistas de Raymond James & Associates. Esto se debe a que, con la caída de los ingresos, las empresas eléctricas intentarán obtener más electricidad de los parques eólicos y las granjas solares, los cuales tienen costos más bajos de operación, y menos de las plantas eléctricas impulsadas por combustibles fósiles.
“En la actualidad, las energías renovables tienen una trayectoria de crecimiento que no creo que se vaya a detener a largo plazo”, comentó Dan Reicher, director ejecutivo fundador del Centro Steyer-Taylor de Política Energética y Finanzas de la Universidad de Stanford y subsecretario de Energía durante el gobierno de Clinton. “Esto será solo un obstáculo temporal”.
Claro está que la desaceleración económica a causa del combate al coronavirus está cobrando una factura en algunas partes de la industria de las energías renovables al igual que lo está haciendo en el resto de la economía. Los negocios que hasta hace poco tiempo sumaban trabajadores ahora están despidiendo gente y postergando inversiones. Entre las empresas más golpeadas se encuentran las más pequeñas que venden paneles solares para techos. Sus pedidos han caído de forma drástica, pues los clientes pospusieron las instalaciones para evitar el posible contacto con el virus.
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Hace poco tiempo, Luminalt, una empresa de almacenamiento de electricidad y energía solar con sede en San Francisco que tiene una nómina de 40 personas, les dijo a la mayoría de sus instaladores que buscaran ayuda gubernamental por desempleo, pues todos los trabajos de la empresa en residencias —normalmente, seis por semana— se habían evaporado. Jeanine Cotter, la directora ejecutiva de Luminalt, les dijo a sus trabajadores que la empresa iba a cubrir sus prestaciones, pero que no iba a ingresar dinero suficiente para pagarles a todos.
“Los ingresos se han detenido”, comentó Cotter, quien ayudó a fundar el negocio hace quince años. “Ahora todo es muy confuso”.
La Asociación de Industrias de Energía Solar, una organización comercial, estima que la mitad de los 250.000 trabajadores de la industria podría perder su empleo, al menos de forma temporal, a causa del brote del coronavirus. La asociación ha reducido un tercio el crecimiento proyectado para este año, que anteriormente se esperaba que fuera de más de 19 gigavatios de nueva capacidad solar.
Sin embargo, los expertos independientes, entre ellos Wood Mackenzie, una firma de consultoría e investigación energética, aseguran que esas proyecciones podrían ser demasiado pesimistas. “Aún es demasiado pronto para afirmar eso”, comentó Ravi Manghani, director de energía solar en el departamento de investigación en Wood Mackenzie. “La situación está cambiando a diario”.
Su firma calcula que las energías solar y eólica seguirán agregando capacidad este año y el siguiente. Es probable que las nuevas instalaciones para generar energía eólica solo se hayan reducido un tres por ciento de lo que suponían las proyecciones anteriores, básicamente porque las turbinas de viento por lo regular se instalan a las afueras de las zonas urbanas y muchos estados han considerado la construcción como una actividad esencial durante la pandemia.
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En un informe, analistas de Raymond James calcularon que las fuentes de energías renovables van a proveer el 20,7 por ciento de la electricidad de la nación este año, y al menos el 20 por ciento hasta finales de 2022.
Dicho esto, a los negocios solares les preocupa en particular que las interrupciones a causa de la pandemia sean muy graves y están buscando ayuda del Congreso. Los cabilderos de las energías renovables les están pidiendo a los legisladores que le faciliten más a su industria el proceso para aprovechar los créditos fiscales que ofrece el gobierno para las energías solar y eólica.
Lo más común es que los desarrolladores tengan sociedades con bancos y otras instituciones financieras que pueden dar un uso más eficiente a los créditos fiscales que los contratistas a cargo de proyectos de energías renovables. Los bancos suelen recibir el crédito fiscal y una parte del flujo de caja del proyecto para un periodo de entre seis y diez años.
Sin embargo, debido a que se ha disparado la demanda de préstamos porque los negocios de toda la economía están en problemas, los bancos han tenido una menor capacidad para financiar nuevos proyectos, mencionó Josh Goldstein, director de operaciones de 8minute Solar Energy, un desarrollador de granjas solares de gran tamaño. Funcionarios de las industrias solar y eólica quieren que el Congreso optimice el proceso para la obtención de créditos fiscales y que los créditos sean reembolsables para que sus negocios se puedan beneficiar de forma directa.
“Sus comités de créditos están en modo de crisis”, comentó Goldstein refiriéndose a los bancos. “Esta interrupción puede tener un efecto particularmente dañino”.
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