Impuestos crean discordia entre Lula y sus aliados
Publicado 2002/11/26 00:00:00
- Milerick Alvendas
La propuesta del Partido de los Trabajadores (PT) del presidente electo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, de cambiar el sistema de contribución de la renta para hacer pagar el 35% a los que más tienen ha sido criticada hasta por sus aliados.
El PT quiere imponer cinco tipos de contribución que varían entre el 5% y el 35%, este último para los salarios superiores a los 8,000 reales (unos 2.300 dólares).
Parlamentarios de varios partidos, desde el Partido del Frente Liberal (PFL, derecha) hasta los aliados del Partido Socialista Brasileño (PSB) o el Partido Liberal (PL, derecha y en la coalición de Lula) ya se han mostrado contrarios al proyecto del PT.
Tanto el PFL como el Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB, centro-izquierda), del actual presidente Fernando Henrique Cardoso, defienden ahora una reducción de la alícuota del Impuesto de la Renta a la Persona Física (IRPF) del actual 27.5% al 25%, lo mismo que pedía el PT cuando estaba en la oposición.
Los parlamentarios piensan que el aumento de las deducciones de los gastos por concepto de dependientes (hijos u otras personas a cargo del declarante), educación y salud, como propone el PT para compensar el aumento de los impuestos, será insuficiente para compensar el incremento del impuesto final que deberán pagar los contribuyentes.
El PT tiene esta semana una cita importante en el Congreso que dará idea del liderazgo conseguido en las elecciones de octubre: la aprobación de la llamada minirreforma tributaria, que prevé la eliminación de los impuestos acumulados (PIS/PASEP).
Todos los partidos están de acuerdo en poner fin a esos impuestos que gravan a las exportaciones. Por otra parte, lo exige el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero el problema ahora es que para garantizar nuevas fuentes de ingresos en los presupuestos del 2003, el PT quiere que se mantenga la alícuota de 27.5% del impuesto a la renta y la de la Contribución Social sobre el Beneficio Líquido (CSLL) del 9%, a lo que se opone la mayoría de los partidos.
El PT quiere imponer cinco tipos de contribución que varían entre el 5% y el 35%, este último para los salarios superiores a los 8,000 reales (unos 2.300 dólares).
Parlamentarios de varios partidos, desde el Partido del Frente Liberal (PFL, derecha) hasta los aliados del Partido Socialista Brasileño (PSB) o el Partido Liberal (PL, derecha y en la coalición de Lula) ya se han mostrado contrarios al proyecto del PT.
Tanto el PFL como el Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB, centro-izquierda), del actual presidente Fernando Henrique Cardoso, defienden ahora una reducción de la alícuota del Impuesto de la Renta a la Persona Física (IRPF) del actual 27.5% al 25%, lo mismo que pedía el PT cuando estaba en la oposición.
Los parlamentarios piensan que el aumento de las deducciones de los gastos por concepto de dependientes (hijos u otras personas a cargo del declarante), educación y salud, como propone el PT para compensar el aumento de los impuestos, será insuficiente para compensar el incremento del impuesto final que deberán pagar los contribuyentes.
El PT tiene esta semana una cita importante en el Congreso que dará idea del liderazgo conseguido en las elecciones de octubre: la aprobación de la llamada minirreforma tributaria, que prevé la eliminación de los impuestos acumulados (PIS/PASEP).
Todos los partidos están de acuerdo en poner fin a esos impuestos que gravan a las exportaciones. Por otra parte, lo exige el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero el problema ahora es que para garantizar nuevas fuentes de ingresos en los presupuestos del 2003, el PT quiere que se mantenga la alícuota de 27.5% del impuesto a la renta y la de la Contribución Social sobre el Beneficio Líquido (CSLL) del 9%, a lo que se opone la mayoría de los partidos.
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