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El turismo psicodélico es un nicho de mercado que está creciendo
- The Economist
Los hongos “mágicos” fueron prohibidos en los Países Bajos en 2007, después de que un partícipe de 17 años saltó de un puente.
![Foto/EntheoNation](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/hongo_magico.jpg)
Foto/EntheoNation
“Fue como ser transportado a una dimensión paralela de eterna integridad que transcurre y también de dicha divina. Muy poderoso, directo y abrumador. Fue una gran sorpresa, pero también increíblemente obvio. Un momento evidente, como cuando Homero Simpson dice “¡Doh!”, comenta Guy, un sudafricano que dirige una empresa de mercadotecnia en línea desde Estocolmo, quien asistió a un retiro el mes pasado organizado por la Sociedad Psicodélica, una firma británica, en el refugio de un artista rural en el noreste de los Países Bajos.
Los hongos “mágicos” fueron prohibidos en los Países Bajos en 2007, después de que un partícipe de 17 años saltó de un puente. Sin embargo, las “trufas”, un tipo de hongo que crece bajo tierra, son legales, y sustentan un negocio creciente de viajes de fin de semana. Los precios de los retiros de la Sociedad Psicodélica van de los 550 euros (alrededor de 700 dólares), para quienes tienen un presupuesto limitado, hasta los 1200 euros (casi 1524 dólares). Los solicitantes son evaluados para descartar a personas que no deben tomar la droga, como los que han tenido episodios psicóticos. La sociedad ha organizado retiros durante tres años y ahora dirige uno que ocurre casi todos los fines de semana. La lista de espera es de cientos de personas.
En el retiro al que Guy se unió en mayo, había estadounidenses, europeos y chinos; dijeron estar motivados por una curiosidad leve, o la sensación de estar atrapados emocional o profesionalmente, o el duelo. Guy dijo que esperaba “curar su corazón roto”. Su pareja lo había dejado a él y a su hijo de 1 año dos años antes. “Estoy sobreviviendo, y lo que quiero es vivir”.
Los retiros son organizados en torno a una “ceremonia”, en la que los participantes, que se acuestan en un colchón, beben un té preparado con las llamadas trufas. Mientras experimentan el viaje durante cinco o seis horas, cuatro facilitadores se quedan con ellos, para tomar sus manos si se asustan o para escuchar sus balbuceos. El resto del tiempo se ocupa con ejercicios, baile y “trabajo de grupo” (acerca de bajar nuestras defensas emocionales, por ejemplo). Lode Lhamo, un facilitador francés que adoptó un nombre tibetano después de volverse budista en India, dice que todo el equipo se siente motivado por “el nivel de heridas y dolor que carga la gente. En realidad, no podemos transformar la sociedad a menos que la gente se cure”.
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La competencia está creciendo. Synthesis Retreats comenzó el año pasado y espera de 600 a 700 clientes en 2019 y el doble el año siguiente. Martijn Schirp, uno de los fundadores, cree que alrededor de veinte firmas ofrecen servicios similares en los Países Bajos. Hay otros en México, donde la posesión ha sido descriminalizada, y Jamaica, donde los hongos son legales. “El sector es muy popular. Hay tendencias convergentes: el renacimiento psicodélico, el bienestar y las personas que quieren comprar experiencias en vez de cosas”, dice Schirp.
Algunas semanas después, Guy no cree que su vida se haya transformado, pero está agradecido por la experiencia, y las cosas con su ex están un poco mejor. “Tuve una conversación con ella, sobre cosas como el dinero, los horarios y las vacaciones. El tipo de conversación que normalmente sería difícil. Pero cuando las cosas aumentaron de nivel, pude dar un paso atrás”. Siente que todo cambió de algún modo. “No quiero decir que es un medicamento para los corazones rotos, pero, aunque sea un truco mental, creo que funcionó”.
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