El robo de hidrocarburos sigue más allá de tragedias en sureste de México
La población "no aprendió la lección" y los actos vandálicos para dañar ductos y extraer combustible siguen, dice a Efe Blanca Zetina, de 64 años de edad, al recordar la tragedia del 24 de marzo de 2015 y sus consecuencias.
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- - Publicado: 28/1/2019 - 12:00 am
Tres años después de la muerte de 24 personas, que extraían ilegalmente combustible de un camión cisterna accidentado, no disminuye el robo de hidrocarburos cerca de la comunidad de Palo Mulato, estado mexicano de Tabasco.
La población "no aprendió la lección" y los actos vandálicos para dañar ductos y extraer combustible siguen, dice a Efe Blanca Zetina, de 64 años de edad, al recordar la tragedia del 24 de marzo de 2015 y sus consecuencias.
Hermila Lázaro tampoco se repone, ya que vive endeudada por los gastos fúnebres de los seis integrantes de su familia fallecidos aquel día, cuatro hijos, su nuera y un nieto.
Ese día, un vehículo que transportaba gasolina volcó cerca de Palo Mulato, municipio de Huimanguillo, y decenas de pobladores acudieron con bidones a retirar combustible cuando ocurrió una fuerte explosión.
Dos personas murieron en el lugar del accidente y al paso de los días, la cifra llegó a 24 fallecimientos, además de decenas de heridos entre ellos niños que tienen cicatrices por quemaduras en hasta el 80% en el cuerpo.
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Zetina asegura que aunque "no se puede hablar porque la gente está amenazada. Todavía se vende (gasolina) a escondidas, pero no como antes".'
en Galvestón por falta de visado de Estados Unidos y de recursos, aunque a diferencia de José Vargas, ella dice estar recuperada y feliz.
Ella tiene quemaduras en el 60% de su cuerpo, rostro, piernas y brazos, que muestran la huella de aquel aciago día.
Constantemente la Marina, el Ejército y la Policía Federal asestan golpes pequeños y localizan tomas clandestinas de grupos criminales que no bajan la guardia.
En un recorrido, Efe atestiguó que sigue el trasiego de hidrocarburos ilegales, llamado popularmente huachicol, y los actos vandálicos en ductos de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Se observaron varios puntos de venta clandestina de gasolina a orilla de carretera y los bidones vacíos que cuelgan de un horcón (palo de madera), llantas con conos y franela roja que indican un sitio ilegal.
Habitantes de comunidades como el Corcho, el Hormiguero, el Zapotal y San Miguel no olvidan el drama del 26 de marzo del 2015, como no lo hacen José Vargas y Alicia Cruz, dos de los sobrevivientes de la explosión.
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Vargas tenía 15 años cuando tomó los bidones y corrió con su padre y hermano al sitio del accidente del camión cisterna que aquella tarde se había volcado en la carretera Villahermosa - Coatzacoalcos.
Chepe, como le dicen en el Zapotal, perdió a su padre y su hermano y el mismo sufrió quemaduras en el 80% del cuerpo, le amputaron sus piernas y, por si fuera poco, su madre lo abandonó.
Ahora Chepe vive solo en su vivienda y resuelve sus actividades cotidianas con la ayuda de una motocicleta que opera con gran destreza, pese a su discapacidad.
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