Mundo de Negocios
Cuatro señales de que su trabajo podría estar en peligro
- Susan Peppercorn
Ya que hay muchas razones por las que su trabajo podría estar en riesgo – algunas de las cuales puede controlar y otras que no – es fundamental ser capaz de reconocer las señales de que las cosas van mal.

Un desempeño sólido no siempre equivale a seguridad laboral. Foto/Creado por ArthurHidden
Gordon (no es su nombre real) era el vicepresidente de manejo de cuentas globales para una división de una gran corporación de manufactura. Cuando acudió a mí para recibir entrenamiento ejecutivo, tenía una trayectoria de seis años dirigiendo e implementando exitosamente la estrategia de su grupo. Sin embargo, seis meses después de que un nuevo CEO tomó el control de la compañía, Gordon fue despedido.
Un desempeño sólido no siempre equivale a seguridad laboral. He visto evidencia de esto al instruir a un amplio rango de ejecutivos en diversas industrias. La investigación también apoya esta realidad. En un estudio, 77% de los empleados cuyas posiciones fueron eliminadas habían recibido evaluaciones de desempeño positivas en el año previo a su despido. Como los investigadores comprobaron, numerosos factores habían influido en la decisión de las compañías para dejarlos ir.
Ya que hay muchas razones por las que su trabajo podría estar en riesgo – algunas de las cuales puede controlar y otras que no – es fundamental ser capaz de reconocer las señales de que las cosas van mal. Al identificar las señales, tendrá la oportunidad de manejar o navegar la situación sin quedar sorprendido — o al menos podrá buscar un nuevo empleo antes de que caiga el hacha.
He aquí cuatro señales de advertencia que no debemos ignorar:
— Un cambio en la cima: Como en la situación de Gordon, una sacudida gerencial que cambia quién está en control respecto a su posición, departamento y/o compañía puede ser un presagio de que las cosas serán diferentes. Los cambios en los liderazgos pueden precipitar cambios en el estatus laboral para individuos o equipos enteros. Un nuevo jefe quizá quiera traer perspectivas frescas o contratar a personas a las que ya conoce.
— Quedar fuera del ciclo: Cuando el nuevo CEO llegó a bordo, Gordon asumió que podría recurrir al mismo enfoque de comunicación que había funcionado con el anterior CEO. Su jefe anterior había respondido bien a sus comentarios sinceros y directos. Sin embargo, el nuevo CEO percibió el estilo de Gordon como presuntuoso y arrogante. Repentinamente, Gordon dejó de ser invitado a reuniones y de recibir copias de documentos confidenciales. También lo dejaron fuera del ciclo informal de comunicación.
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—Perder a un patrocinador: Cuando el anterior CEO de Gordon anunció su retiro y dejó la compañía, Gordon perdió a su principal apoyo y patrocinador. Pregúntese “¿Quién está dispuesto a defenderme?” y entienda que es vital que más de un líder influyente esté dispuesto a gastar capital político en favor de usted.
— Recibir menos proyectos: Si usted era la referencia de su grupo para encabezar nuevos proyectos, pero repentinamente ya no lo toman en cuenta cuando levanta la mano, es una mala señal. Una de mis clientes, que era directora de un instituto académico, vio como sus labores más esenciales le fueron reasignadas a un colega en un lapso de semanas. Cada vez que ella trataba de hablar con su jefe, enfrentaba excusas y confusiones. La despidieron poco después.
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Revisiones de desempeño positivas – e incluso ascensos – pueden generar una falsa sensación de seguridad. Al reconocer las señales de que su trabajo podría estar en riesgo, puede realizar acciones para prepararse, y tomar decisiones que expandan sus opciones en el futuro.
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