Mundo de Negocios
BlackRock pondrá el cambio climático en el centro de su estrategia de inversiones
- Andrew Ross Sorkin
BlackRock es el administrador de activos más grande del mundo, con casi siete billones de dólares en inversiones, y está maniobra dará un giro fundamental a su política de inversión.
![El objetivo es alentar a todas las empresas, no solo a las firmas energéticas, a reconsiderar su huella de carbono. Foto/Ilustrativa](https://www.panamaamerica.com.pa/sites/default/files/imagenes/2020/01/30/diseno_sin_titulo_8_0.png)
El objetivo es alentar a todas las empresas, no solo a las firmas energéticas, a reconsiderar su huella de carbono. Foto/Ilustrativa
En su influyente carta anual dirigida a directores ejecutivos, Larry Fink mencionó que su firma iba a evitar las inversiones en empresas que “presenten un alto riesgo relacionado con la sustentabilidad”.
El martes, Laurence D. Fink, fundador y director ejecutivo de BlackRock, anunció que una de las metas centrales de su firma iba a ser la toma de decisiones sobre sus inversiones con base en la sustentabilidad ambiental.
BlackRock es el administrador de activos más grande del mundo, con casi siete billones de dólares en inversiones, y está maniobra dará un giro fundamental a su política de inversión, además de que podría cambiar la forma en que las corporaciones estadounidenses hacen negocios y poner presión en otros grandes administradores de dinero para que sigan su ejemplo.
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La carta anual de Fink a los directores ejecutivos de las empresas más grandes del mundo se observa cuidadosamente, y en la edición de 2020 señaló que BlackRock iba a comenzar a dejar ciertas inversiones que “presentan un alto riesgo relacionado con la sustentabilidad”, como las inversiones en productores de carbón. Su objetivo es alentar a todas las empresas, no solo a las firmas energéticas, a reconsiderar su huella de carbono.
“La conciencia está cambiando con rapidez y creo que estamos a punto de ver una reformulación fundamental de las finanzas”, escribió Fink en la carta, a la cual tuvo acceso The New York Times. “La evidencia del cambio climático está obligando a los inversionistas a revaluar suposiciones cruciales sobre las finanzas modernas”.
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Fink escribió que la firma también va a introducir nuevos fondos que eviten las acciones orientadas a los combustibles fósiles, que va a actuar de manera más agresiva para votar en contra de equipos de administración que no estén progresando en temas de sustentabilidad y que va a presionar a las empresas a fin de que divulguen sus planes “para operar en un escenario en el que se cumpla cabalmente el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de dos grados”.
Fink no siempre ha sido el primero en tratar temas sociales, pero su carta anual —como lo fue su argumento de hace dos años de que las empresas deben tener un propósito que vaya más allá de las ganancias— tiene la influencia para cambiar las conversaciones dentro de las salas de consejo en todo el mundo.
Y ahora, Fink está haciendo sonar una alarma sobre una crisis que él considera la más profunda en sus 40 años en las finanzas. “Aunque solo una fracción de la ciencia actual estuviera en lo correcto, esta es una crisis mucho más estructural y a largo plazo”, escribió.
En una entrevista, Fink, un demócrata desde hace muchos años, insistió en que la decisión estaba basada estrictamente en los negocios. “Somos fiduciarios”, mencionó. “La política no es parte de esto”.
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La misma BlackRock ha recibido críticas de grupos industriales y ambientalistas por estar rezagada en el apoyo a estos temas. Apenas el mes pasado, un administrador británico de fondos de cobertura, Christopher Hohn, señaló que era “espantoso” que BlackRock no exigiera a las empresas divulgar sus esfuerzos de sustentabilidad y que los esfuerzos anteriores de la firma habían estado “llenos de engaños verdes”.
El año pasado, los ambientalistas protagonizaron varias manifestaciones a las afueras de las oficinas de BlackRock, y el mismo Fink ha recibido cartas de miembros del Congreso en las que lo instan a tomar más medidas respecto a las inversiones relacionadas con el clima. De acuerdo con Ceres y FundVotes, una división de Morningstar, BlackRock tenía uno de los peores historiales de votaciones sobre asuntos climáticos.
En años recientes, muchas empresas y muchos inversionistas se han comprometido a concentrarse en el impacto ambiental de los negocios, pero ninguno de los grandes inversionistas del país había estado dispuesto a volverlo un componente central de su estrategia de inversiones.
En ese contexto, la maniobra de Fink es un parteaguas que podría estimular una conversación a nivel nacional entre los financieros y los formuladores de políticas. No obstante, también es posible que algunos de los activistas más apasionados consideren que se queda corta.
Aun así, la nueva estrategia podría presionar a los otros grandes administradores de dinero y las otras firmas financieras de Estados Unidos —Vanguard, T. Rowe Price y JPMorgan Chase, entre otras— para que articulen estrategias más ambiciosas en torno a la sustentabilidad.
Cuando el mes pasado 631 inversionistas de todo el mundo, quienes representan unos 37 billones de dólares en activos, firmaron una carta en la que exhortaron a los gobiernos a redoblar esfuerzos en contra del cambio climático, fue notoria la ausencia de las firmas más grandes de Estados Unidos.
La decisión de BlackRock podría darles licencia a los directores ejecutivos para cambiar las estrategias de sus propias empresas y concentrarse más en la sustentabilidad, aunque al hacerlo reduzcan las ganancias a corto plazo. Un cambio de este tipo también podría motivar a los bancos y a otras instituciones financieras que financian negocios que emiten carbono a cambiar sus propias políticas.
Si hace una década Fink hubiera retirado los fondos de BlackRock de las empresas que contribuyen al cambio climático, sus clientes se habrían beneficiado. En los últimos diez años, hasta el viernes, las empresas en el sector energético del S&P 500 habían ganado tan solo un dos por ciento en total. En el mismo periodo, el resto del S&P 500 casi triplicó su capitalización.
En una entrevista, Fink señaló que la decisión se formó a partir de conversaciones con “líderes empresariales y de sus ideas al respecto, de charlas con distintos científicos y leyendo diferentes investigaciones”. Fink le pidió a BlackRock que investigara los impactos económicos del cambio climático; la empresa descubrió que ya están apareciendo de forma significativa como primas más altas de seguros, para incendios e inundaciones, y prevé que las ciudades tendrán que pagar más por sus bonos.
Fink mencionó que, adondequiera que va, los inversionistas lo bombardean con preguntas relacionadas con el clima, a menudo dejando de lado los temas que hasta hace poco tiempo eran considerados más importantes. “Casi invariablemente, el cambio climático es el tema principal que los clientes de todo el mundo quieren discutir con BlackRock”, escribió en su carta.
Fink escribió que espera un cambio crucial en la manera en que se distribuye el dinero mucho más pronto de lo que muchas personas se podrían imaginar.
“Esta dinámica se acelerará conforme la siguiente generación tome el timón del gobierno y los negocios”, escribió. “Conforme billones de dólares pasen a manos de los milénials a lo largo de las próximas décadas y estos se conviertan en directores ejecutivos, directores de informática, formuladores de políticas y jefes de Estado, reconfigurarán aún más la estrategia mundial hacia la sustentabilidad”.
Mientras BlackRock impulsa su estrategia verde, el gobierno de Trump va en la dirección contraria, revocando y debilitando leyes dirigidas a la protección del medioambiente y la promoción de la sustentabilidad. En realidad, el esfuerzo de Fink parece ser otro ejemplo del sector privado abordando temas que la Casa Blanca ha abandonado.
No obstante, Fink fue claro al decir que, aunque quiere que la firma considere los riesgos para el clima, no iniciará una venta generalizada de las empresas energéticas que producen combustibles fósiles. Debido a su gran tamaño, BlackRock seguirá siendo uno de los inversionistas más grandes del mundo en las empresas de combustibles fósiles.
“A pesar de los rápidos avances de la tecnología en tiempos recientes, la ciencia aún no remplaza muchos de los usos esenciales de los hidrocarburos en la actualidad”, escribió. “Debemos ser conscientes de las realidades económicas, científicas, sociales y políticas de la transición energética”.
BlackRock administra dinero para países de todo el mundo, así como para estados y municipalidades de toda la nación. Por su nueva postura, la empresa podría enfrentar oposición en zonas que se benefician de los combustibles fósiles, como el Medio Oriente o países donde el petróleo se ha vuelto una parte significativa de sus economías.
Fink indicó que, debido a que una gran parte del dinero que administra BlackRock se invierte en fondos indexados de gestión pasiva como los que monitorea el S&P 500, la firma simplemente no podía vender las acciones de empresas que considerara que no se enfocan en la sustentabilidad. Sin embargo, mencionó que la firma sí podría hacerlo en los que se conocen como “fondos administrados activamente”, en los cuales BlackRock puede elegir qué acciones se incluyen.
BlackRock también planea ofrecer nuevos fondos de gestión pasiva —entre ellos fondos de fecha objetivo que se basan en la edad de una persona y tienen como meta usarse como preparación para el retiro— que no incluirán empresas de combustibles fósiles. Los inversionistas podrán elegir estos fondos en lugar de los más tradicionales. En la medida en que las empresas de combustibles fósiles estén indexadas, BlackRock planea presionarlas para que consideren una transición futura a las energías renovables. Fink mencionó que la empresa iba a votar en contra de ellas si no cambian con la velocidad necesaria.
“Cada vez estaremos más dispuestos a votar en contra de las directivas y los consejos de administración cuando las empresas no progresen lo suficiente en sus divulgaciones sobre sustentabilidad y en sus prácticas y planes empresariales para lograr ese objetivo”, escribió.
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