Ramón Almanza vota por la autonomía de la forma
- Yessika Valdés
"Siempre el dibujo me tira hacia la mujer. La obra es espontánea. Sale sola, no tengo ningún contexto previo cuando estoy dibujando algo". dice. Pero al final mujer es lo que plasma.
Ilimitadas son las posibilidades del arte. Ojos, sentimientos, percepciones, memoria, manos e imaginación del artista dan a luz una obra que aunque la repitiese segundos después, jamás será igual. Como nada lo es. Nadie. Ya lo dijo el filósofo hace milenios. "Nada es, todo cambia. Nadie se baña dos veces en las aguas del mismo río".
De esa metamorfosis que se produce en el significado de una obra artística si la forma está difusa, maniatada, carece del propio marco que le da independencia, nos habló un poco el pintor panameño y hombre de negocios Ramón H. Almanza H., quien durante veinte años ha estado defendiendo y desarrollando la idea de que la forma debe ser autónoma.
Ese, su teorema de tipo intelectual sobre el arte , lo ha llevado a convertirse en un estudioso profundo de éste y a la par, a idear siempre nuevas maneras de apelar al público.
Forma, diseño, dibujo, técnica, color, manejo del espacio, luces y sombras, textura...
Escoja usted los elementos, el toque, el sello personal lo aporta el artista.
Precisamente en el caso de la más reciente muestra de Ramón H. Almanza, que se exhibe en Casa Góngora (Casco Antiguo) bajo el título de "Alternativas 2008", vemos el resultado de las que denomina jornadas artísticas de los últimos tres lustros, donde llaman particularmente la atención los cuadros de su serie "Tinta sobre piel", en los que dos cuerpos de modelos (una delgada y la otra más gruesa) hicieron de lienzo.
Aunque, él hace la salvedad de que "no tenemos afán de ser reconocidos por esta serie. Es sólo una faceta de mi obra artística. Un episodio de mi vida en el arte".
Es persistente en cuanto a que su deseo "es hacer la descomposición de la forma. Hacer un acrílico de la forma y descomponerla y crear una textura visual de contenido libre y universal".
No cabe duda de que lo logra. ¡Magistralmente!
Cada forma, sea ésta un triángulo, rectángulo, círculo, cuadrado, hexágono...mantiene su independencia.
Como las piezas de un rompecabezas encaja en su espacio. Espacio donde reina. Que le pertenece.
En la serie "Tintas sobre piel", aplica su teoría contructivista del diseño artístico.
Él nos lo explica. "La obra siempre me llevaba hacia la silueta femenina, noté que estaba cayendo en el mismo diseño y me puse a pensar qué interesante sería si pudiera incorporar el diseño al cuerpo de una mujer directamente".
La mujer es el vehículo de comunicación para plasmar su obra.
Tardó ocho horas en pintar la mujer delgada. Tenía un equipo donde había fotógrafos y otros profesionales que comparten su amor por el arte visual y por la pintura.
Dibujo, luz y foto no compitieron. Se complementaron para dar a la luz un todo armónico. Diferente. ¡Eso es creatividad con toque innovador!
Con todo y la sensualidad que refleja un cuerpo bien proporcionado de mujer, en las obras de Almanza de la serie "TInta sobre piel" ella, la mujer, es apenas un vehículo del pintor para resaltar el arte y no a la inversa.
Es que podría decirse que su consigna artística es ¡fuera tabúes y temores!
No se pongan cortapisas. Atrévanse a explorar en el mundo del arte, es el mensaje que le envía a los jóvenes.
Eso es precisamente lo que él ha estado haciendo. Se esmera por "presentar un trabajo novedoso, único y que tenga algún tipo de motivación para nuevas generaciones".
Les invita a ser parte de quienes expresan los sentimientos a través de la pintura, "pero usando la originalidad, sin hacer copias".
Parte de ese trabajo suyo, realizado en 2006, podrán admirarlo hasta el 15 de agosto en Casa Góngora, a una cuadra de la Catedral, detrás del Hotel Central que está siendo restaurado.
Ramón H. Almanza H. no buscó el arte, pero cuando éste llegó a su vida, lo recibió con los brazos abiertos para no dejarlo partir jamás y valerse de él como agente catalizador, como disparador de una catarsis constante para el volcán de ideas, pasiones, dudas que anidan dentro de él como ser humano, que no es ajeno a lo que sucede en su derredor. Pintor que clama a los cuatro vientos que la libertad artística no tiene por qué ser una utopía,
Como el papel es el material más noble, este pintor, en su muestra en el Casco Antiguo, también tiene trabajos en poliuretano sobre papel con incisiones. De esta forma, la pared o sitio donde se exhibe el cuadro se incorpora a la pintura.
Sobre ellos dice que: "es una obra que mantiene la misma base fundamental. El mismo diseño y tendencia de mi obra completa, que es meramente constructivista y reafirma la teoría de la independencia de la forma".
Acerca de las técnicas utilizadas en esta muestra, el artista dice que hay pastel sobre papel, lápiz sobre papel, tinta sobre papel, tinta sobre lienzo, óleo sobre tela, tinta sobre acrílico y tinta sobre piel.
Después de ver su trabajo, a no dudarlo, podemos afirmar que Ramón Almanza no es un artista promedio, él rompe moldes.
Mayo Hassán , pintor y es presidente encargado de la Asociación Panameña de Aristas Plásticos sostiene que: "Ramón Almanza llega a ser desde lo sencillo a lo grandioso, porque vi sus obras que son simplemente rayas o líneas, formas geométricas y las considero obras muy interesantes. No es rayar el papel a lo loco. Además, maneja muy bien lo que es la forma y la composición de la figura humana".
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