"Picnic Con Hormigas" y el turismo científico
Publicado 2006/09/02 23:00:00
“…tanto el Sistema nacional de Salud Publica como la industria turística, podrían apoyar decididamente al proceso de generación de conocimientos en materia de salud y cambio climático….Las inversiones del sector turismo en este campo redundarían, sin duda alguna, en beneficios para el propio sector turismo”.
Recibimos una curiosa invitación, tanto en el sobre como en el interior de la misma, estaban impresas unas grandes hormigas que daban la sensación de estar caminando por el papel.
Un valor agregado estaba efectuándose a la gran visión de La Ciudad del Saber, El Saber de La Ciudad, con la presentación del primer libro de esta colección. Una presentación magnifica, no solo por la gran audiencia y la calidad de los presentes, sino por el contenido que se le estaba dando a este complejo internacional dedicado a la gestión del conocimiento y a la innovación. Me gusta, como su autor, Rodrigo Tarté, hace de una obra científica, un libro humano, y mas aún, veo el despertar de una nueva forma de hacer turismo, una innovadora y excitante figura de promover el turismo científico. Sí, el turismo científico. Y es que la Ciudad del Saber, situada frente a las esclusas de Miraflores, está en plena ruta turística en el destino mas emblemático, el Canal de Panamá. Este destino, el Canal de Panamá, incluye otros elementos aparte de las esclusas, como lo son en este caso, La ciudad de Saber o antiguo Fort Clayton. ¿Se imaginan ustedes la cara de asombro y admiración de cada turista si al visitar las esclusas se les llevara además a conocer un maravilloso lugar cargado de historia canalera? Tal vez esa que no esta en los museos, la que se palpa in sito, ese lugar preconcebido desde el tratado Clayton-Bulwer, suscrito en Washington el 19 de abril de 1850 por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mr. John M. Clayton, y el ministro de Inglaterra, Sir Henry Lytton Bulwer, para establecer la posición de ambas potencias en relación con la probable construcción de un canal interoceánico en tierras de la América Central. El imperio colonial inglés cedía en este continente a las interpretaciones de la doctrina de Monroe, que los estadounidenses daban a la declaración así llamada del Presidente de los Estados Unidos ante el Congreso de la Unión en 1823; y, en tal virtud, el tratado venía a limitar las pretensiones inglesas en la región del continente donde el canal habría de construirse. El 19 de abril de 1850, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Clayton y el Ministro Plenipotenciario del Reino Unido, Henry Bulwer firmaron el Tratado Clayton-Bulwer. Entre los puntos más importantes que se destaca el tratado están: Ni uno ni el otro obtendrá jamás para sí mismo ningún predominio exclusivo sobre el Canal. Ni uno ni el otro construirá ni mantendrá jamás fortificaciones que lo dominen o estén en sus inmediaciones. Las partes se valdrán de cualquier influencia que ejerzan respectivamente sobre cualquier Estado o gobierno que posea o reclame jurisdicción o derecho sobre el territorio que atraviesa el Canal. Lo que no sabía el Secretario de Estado John Clayton, que Panamá seria quien inmortalizaría su nombre a través del Fuerte Clayton, al establecer Estados Unidos una de sus bases militares en uno de los lugares más estratégicos de la Cuenca del Canal, desde ese Fuerte o Base, se trazaron muchas líneas, intrigas, negociaciones..en 1941, el Comando de Artillería Costera en Panamá, comenzó la transmisión de información y entretenimiento utilizando la frecuencia táctica de bajo voltaje. La estación original denominada Red de Transmisiones del Comando Sur inició operaciones para cubrir una necesidad básica: informar y entretener a los militares estadounidenses que cubrían turnos en lugares remotos de la selva panameña. En 1956 comenzó a operar la primera señal de televisión que hubo en Panamá. Los panameños podían ver televisión, aunque fuesen solo imágenes, ya que si no hablaban inglés, no entenderían de que se trataba .. en fin.. tantas cosas hasta el Tratado Torrijos-Carter. Desde 1995, Fort Clayton ya revertido o mejor dicho, posicionado en su espacio como nación, se convierte de un área de estrategias bélicas y geopolíticas, a un espacio de desarrollo cultural, científico y empresarial..
No se me han olvidado las hormigas, y el picnic, o Picnic con Hormigas, libro de Rodrigo Tarté, del cual recibí la bonita tarjeta de invitación con grandes hormigas dibujadas con la sensación de estar vivas.. .para asistir a la presentación de su obra científico-literaria. El autor, comienza su obra (científica) con una gira a las orillas del Lago Gayuga al norte del Estado de Nueva York, donde pretendía entre otras cosas, pretender degustar un asado al estilo argentino tierra de su prometida, la que después se convertiría en su esposa y compañera, la que le comento en ese momento del picnic, de la mejor manera": .Que maravilla! En estos parques gringos no hay ni hormigas..En el trópico pensé, - dice Tarté-casi siempre hay que espantar a las hormigas y otros bichos.. en esa época, el Doctor Tarté, estaba más interesado en disfrutar su picnic que en detenerse a pensar lo que años después, marcaría en el una conciencia muy definida sobre la diversidad biológica existentes entre los trópicos y los climas templados.., en Panamá, sigue diciendo Tarté en la introducción de su libro, -hay mas de 18 mil especies de hormigas..". ¿Se imagina?
Seguimos incursionando en Picnic con Hormigas, y realmente nos damos cuenta de que es visionaria nuestra tesis sobre que en Panamá es posible implementar el turismo científico dentro de la ruta del destino más emblemático, la ruta del Canal de Panamá, en la Ciudad del Saber.
En uno de sus capítulos, menciona Tarté, - en materia de relación entre salud y cambio climático, que tanto el Sistema nacional de Salud Publica como la industria turística, podrían apoyar decididamente al proceso de generación de conocimientos en materia de salud y cambio climático.. Las inversiones del sector turismo en este campo redundarían, sin duda alguna, en beneficios para el propio sector turismo.- y sigue diciendo Rodrigo Tarté: "Otras oportunidades para la generación de conocimientos aplicados pueden encontrarse en los campos de engría, desarrollo urbano sostenible, organización social y normas ambientales, los cuales aprovecharían el laboratorio viviente que es la Cuenca del Canal de Panamá para desarrollar un modelo innovador de gestión integrada del conocimiento"
¿Se imaginan un laboratorio viviente? Eso es la Cuenca del Canal de Panamá. ¿No les parece que el mundo se interesaría por conocer un destino natural con estas especificaciones al poder acceder a una naturaleza viva repleta de ecosistemas dentro de una industria turística ambiental partiendo de la gestión de conocimientos básicos, estratégicos y aplicados? La formulación del Dr. Tarté, en su libro "Picnic con Hormigas", nos hace apostar por la posibilidad de creer en lo potable que seria incrementar a lo que ya es hoy la Ciudad del Saber, parte de un destino turístico panameño: Panamá y el turismo científico. Esto es mucho más ambicioso que el turismo ecológico que ya practicamos en Panamá, esto nos daría el posicionamiento a nivel mundial de un país no en vías de desarrollo, sino el de un país de intelectuales, de estrategias comprometidas y de visión a largo plazo, que ha sido capaz de convertir un área dedicado a la guerra y a la estrategia militar, en una dedicada al conocimiento, a la paz y a armonizar nuestra naturaleza humana con el bien común.
Podremos hacer muchos picnics con hormigas y con muchas otras especies mas, sin creer que vamos a estar amenazados, sino al contrario, aprenderemos en la ruta de la Cuenca del Canal de Panamá, que la vida humana y extrahumana es posible vivirla y disfrutarla en armonía. Este tipo de visitantes, nos traerá además del que ya tenemos, ese turismo de elite que está buscando mucho mas allá de lo que otros países les pueden ofrecer.
(*) La autora es Presidenta de La Asociación Panameña de Prensa Turística –APPTUR
Un valor agregado estaba efectuándose a la gran visión de La Ciudad del Saber, El Saber de La Ciudad, con la presentación del primer libro de esta colección. Una presentación magnifica, no solo por la gran audiencia y la calidad de los presentes, sino por el contenido que se le estaba dando a este complejo internacional dedicado a la gestión del conocimiento y a la innovación. Me gusta, como su autor, Rodrigo Tarté, hace de una obra científica, un libro humano, y mas aún, veo el despertar de una nueva forma de hacer turismo, una innovadora y excitante figura de promover el turismo científico. Sí, el turismo científico. Y es que la Ciudad del Saber, situada frente a las esclusas de Miraflores, está en plena ruta turística en el destino mas emblemático, el Canal de Panamá. Este destino, el Canal de Panamá, incluye otros elementos aparte de las esclusas, como lo son en este caso, La ciudad de Saber o antiguo Fort Clayton. ¿Se imaginan ustedes la cara de asombro y admiración de cada turista si al visitar las esclusas se les llevara además a conocer un maravilloso lugar cargado de historia canalera? Tal vez esa que no esta en los museos, la que se palpa in sito, ese lugar preconcebido desde el tratado Clayton-Bulwer, suscrito en Washington el 19 de abril de 1850 por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mr. John M. Clayton, y el ministro de Inglaterra, Sir Henry Lytton Bulwer, para establecer la posición de ambas potencias en relación con la probable construcción de un canal interoceánico en tierras de la América Central. El imperio colonial inglés cedía en este continente a las interpretaciones de la doctrina de Monroe, que los estadounidenses daban a la declaración así llamada del Presidente de los Estados Unidos ante el Congreso de la Unión en 1823; y, en tal virtud, el tratado venía a limitar las pretensiones inglesas en la región del continente donde el canal habría de construirse. El 19 de abril de 1850, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Clayton y el Ministro Plenipotenciario del Reino Unido, Henry Bulwer firmaron el Tratado Clayton-Bulwer. Entre los puntos más importantes que se destaca el tratado están: Ni uno ni el otro obtendrá jamás para sí mismo ningún predominio exclusivo sobre el Canal. Ni uno ni el otro construirá ni mantendrá jamás fortificaciones que lo dominen o estén en sus inmediaciones. Las partes se valdrán de cualquier influencia que ejerzan respectivamente sobre cualquier Estado o gobierno que posea o reclame jurisdicción o derecho sobre el territorio que atraviesa el Canal. Lo que no sabía el Secretario de Estado John Clayton, que Panamá seria quien inmortalizaría su nombre a través del Fuerte Clayton, al establecer Estados Unidos una de sus bases militares en uno de los lugares más estratégicos de la Cuenca del Canal, desde ese Fuerte o Base, se trazaron muchas líneas, intrigas, negociaciones..en 1941, el Comando de Artillería Costera en Panamá, comenzó la transmisión de información y entretenimiento utilizando la frecuencia táctica de bajo voltaje. La estación original denominada Red de Transmisiones del Comando Sur inició operaciones para cubrir una necesidad básica: informar y entretener a los militares estadounidenses que cubrían turnos en lugares remotos de la selva panameña. En 1956 comenzó a operar la primera señal de televisión que hubo en Panamá. Los panameños podían ver televisión, aunque fuesen solo imágenes, ya que si no hablaban inglés, no entenderían de que se trataba .. en fin.. tantas cosas hasta el Tratado Torrijos-Carter. Desde 1995, Fort Clayton ya revertido o mejor dicho, posicionado en su espacio como nación, se convierte de un área de estrategias bélicas y geopolíticas, a un espacio de desarrollo cultural, científico y empresarial..
No se me han olvidado las hormigas, y el picnic, o Picnic con Hormigas, libro de Rodrigo Tarté, del cual recibí la bonita tarjeta de invitación con grandes hormigas dibujadas con la sensación de estar vivas.. .para asistir a la presentación de su obra científico-literaria. El autor, comienza su obra (científica) con una gira a las orillas del Lago Gayuga al norte del Estado de Nueva York, donde pretendía entre otras cosas, pretender degustar un asado al estilo argentino tierra de su prometida, la que después se convertiría en su esposa y compañera, la que le comento en ese momento del picnic, de la mejor manera": .Que maravilla! En estos parques gringos no hay ni hormigas..En el trópico pensé, - dice Tarté-casi siempre hay que espantar a las hormigas y otros bichos.. en esa época, el Doctor Tarté, estaba más interesado en disfrutar su picnic que en detenerse a pensar lo que años después, marcaría en el una conciencia muy definida sobre la diversidad biológica existentes entre los trópicos y los climas templados.., en Panamá, sigue diciendo Tarté en la introducción de su libro, -hay mas de 18 mil especies de hormigas..". ¿Se imagina?
Seguimos incursionando en Picnic con Hormigas, y realmente nos damos cuenta de que es visionaria nuestra tesis sobre que en Panamá es posible implementar el turismo científico dentro de la ruta del destino más emblemático, la ruta del Canal de Panamá, en la Ciudad del Saber.
En uno de sus capítulos, menciona Tarté, - en materia de relación entre salud y cambio climático, que tanto el Sistema nacional de Salud Publica como la industria turística, podrían apoyar decididamente al proceso de generación de conocimientos en materia de salud y cambio climático.. Las inversiones del sector turismo en este campo redundarían, sin duda alguna, en beneficios para el propio sector turismo.- y sigue diciendo Rodrigo Tarté: "Otras oportunidades para la generación de conocimientos aplicados pueden encontrarse en los campos de engría, desarrollo urbano sostenible, organización social y normas ambientales, los cuales aprovecharían el laboratorio viviente que es la Cuenca del Canal de Panamá para desarrollar un modelo innovador de gestión integrada del conocimiento"
¿Se imaginan un laboratorio viviente? Eso es la Cuenca del Canal de Panamá. ¿No les parece que el mundo se interesaría por conocer un destino natural con estas especificaciones al poder acceder a una naturaleza viva repleta de ecosistemas dentro de una industria turística ambiental partiendo de la gestión de conocimientos básicos, estratégicos y aplicados? La formulación del Dr. Tarté, en su libro "Picnic con Hormigas", nos hace apostar por la posibilidad de creer en lo potable que seria incrementar a lo que ya es hoy la Ciudad del Saber, parte de un destino turístico panameño: Panamá y el turismo científico. Esto es mucho más ambicioso que el turismo ecológico que ya practicamos en Panamá, esto nos daría el posicionamiento a nivel mundial de un país no en vías de desarrollo, sino el de un país de intelectuales, de estrategias comprometidas y de visión a largo plazo, que ha sido capaz de convertir un área dedicado a la guerra y a la estrategia militar, en una dedicada al conocimiento, a la paz y a armonizar nuestra naturaleza humana con el bien común.
Podremos hacer muchos picnics con hormigas y con muchas otras especies mas, sin creer que vamos a estar amenazados, sino al contrario, aprenderemos en la ruta de la Cuenca del Canal de Panamá, que la vida humana y extrahumana es posible vivirla y disfrutarla en armonía. Este tipo de visitantes, nos traerá además del que ya tenemos, ese turismo de elite que está buscando mucho mas allá de lo que otros países les pueden ofrecer.
(*) La autora es Presidenta de La Asociación Panameña de Prensa Turística –APPTUR
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