Nuevo aporte de Humberto López Cruz
Publicado 2006/02/19 00:00:00
Humberto se adentra más en los terrenos de la creación literaria panameña contemporánea. A otras figuras ya estudiadas en sus libros anteriores, suma ahora la de diecisiete escritores y escritoras del patio, con una valoración de sus trabajos y una puesta en contexto del esfuerzo personal y colectivo que realizan
Si las letras panameñas tuviesen que escoger a un representante nuestro en el extranjero, de seguro surgirían varios nombres idóneos, y entre ellos estaría el nombre de Humberto López Cruz brillando con luz propia. No se trata de un panameño nacido en esta tierra, pues vio la luz en La Habana en 1959, y en la actualidad es catedrático en el Departamento de Lenguas Modernas de la Universidad de la Florida Central, en Orlando, pero tendría méritos suficientes para ejercer el cargo.
¿Credenciales? Son abundantes y de mucho peso. Sólo en textos tiene a su haber títulos como Asedio a Panamá: su literatura (2002), Encuentro con la literatura panameña (2003), y su más reciente entrega en esta materia: Panamá, letras de hoy (Universal Books, 2005). Esto sin referirnos a sus múltiples aportes a revistas y diarios nacionales y del continente, así como sus conferencias y su labor docente.
Con este título, Humberto se adentra más en los terrenos de la creación literaria panameña contemporánea. A otras figuras ya estudiadas en sus libros anteriores, suma ahora la de diecisiete escritores y escritoras del patio, con una valoración de sus trabajos y una puesta en contexto del esfuerzo personal y colectivo que realizan, aparte de lanzar un reto a los lectores para que desempeñen su rol y se involucren en su responsabilidad con la obra, pues a fin de cuentas también son copartícipes de ella. No falta tampoco el llamado de atención al Estado para que ayude a los escritores a dar a conocer más ampliamente sus producciones, tanto local como internacionalmente.
Además de ser un docente de profesión, López Cruz es franco en sus planteamientos y ameno en sus exposiciones, caracteres que no siempre confluyen en quienes deben ejercer la crítica literaria. Escritores jóvenes, como Javier Alvarado y Sofía Santim, o de más amplia trayectoria, como Enrique Jaramillo Levi, Richard Brooks y su heterónimo Ricardo Arturo Ríos Torres (¿o es al revés?), pasando por Gloria Guardia, Rosa María Britton, Jorge Thomas y varios más, son analizados breve pero detenidamente, para plasmar una visión panorámica de nuestras letras el inicio de este siglo veintiuno.
Dedicado a los escritores panameños, a todos los interesados en las letras del Istmo, y a sus estudiantes universitarios, el libro resulta, como los anteriores, un valioso texto de referencia para quienes, ahora y en el mañana, deseen conocer más y mejor la producción literaria en Panamá.
¿Credenciales? Son abundantes y de mucho peso. Sólo en textos tiene a su haber títulos como Asedio a Panamá: su literatura (2002), Encuentro con la literatura panameña (2003), y su más reciente entrega en esta materia: Panamá, letras de hoy (Universal Books, 2005). Esto sin referirnos a sus múltiples aportes a revistas y diarios nacionales y del continente, así como sus conferencias y su labor docente.
Con este título, Humberto se adentra más en los terrenos de la creación literaria panameña contemporánea. A otras figuras ya estudiadas en sus libros anteriores, suma ahora la de diecisiete escritores y escritoras del patio, con una valoración de sus trabajos y una puesta en contexto del esfuerzo personal y colectivo que realizan, aparte de lanzar un reto a los lectores para que desempeñen su rol y se involucren en su responsabilidad con la obra, pues a fin de cuentas también son copartícipes de ella. No falta tampoco el llamado de atención al Estado para que ayude a los escritores a dar a conocer más ampliamente sus producciones, tanto local como internacionalmente.
Además de ser un docente de profesión, López Cruz es franco en sus planteamientos y ameno en sus exposiciones, caracteres que no siempre confluyen en quienes deben ejercer la crítica literaria. Escritores jóvenes, como Javier Alvarado y Sofía Santim, o de más amplia trayectoria, como Enrique Jaramillo Levi, Richard Brooks y su heterónimo Ricardo Arturo Ríos Torres (¿o es al revés?), pasando por Gloria Guardia, Rosa María Britton, Jorge Thomas y varios más, son analizados breve pero detenidamente, para plasmar una visión panorámica de nuestras letras el inicio de este siglo veintiuno.
Dedicado a los escritores panameños, a todos los interesados en las letras del Istmo, y a sus estudiantes universitarios, el libro resulta, como los anteriores, un valioso texto de referencia para quienes, ahora y en el mañana, deseen conocer más y mejor la producción literaria en Panamá.
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