Más liderazgo y más esfuerzos para encausar el país
Publicado 2006/08/19 23:00:00
- Julio Bermúdez Valdés
Cuando los dos militares armados llegaron hasta la puerta de su oficina, en un tercer piso, Carmen Miró Gandásegui lamentó que el portero no le hubiese advertido sobre esas visitas inesperadas. Al verlos armados hasta los dientes y en arreos de combate, la Directora del Centro Latinoamericano de Demografía en Santiago de Chile (CELADE) recordó que en algún momento alguien le había dicho que uniformados, los soldados no podían sentarse. Así que, aunque temerosa por dentro, mantuvo la compostura y amable les pidió se pusieran cómodos. -"Y usted puede creer que se sentaron", nos dijo.
Acto seguido las preguntas giraron en torno al personal de la oficina y sobre el entonces director de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Enrique Iglesias. Carmen les recordó a los milicos que no debían estar en esa oficina, pues como organismo de Naciones Unidas, estaba debidamente protegida. Habló sobre la labor normal de sus compañeros, pero siempre observó en las visitas la suspicacia de las insinuaciones sobre presuntas colaboraciones de ese personal con "enemigos del estado".
Hace un alto en la narración, refresca los hechos de aquellos años del golpe de Estado en Chile, y tras informarnos que salió airosa del interrogatorio nos advierte, como en una confidencia que: "no vaya a creer Usted que yo soy muy valiente".
Pero durante nuestros casi 90 minutos de conversación llegué a la conclusión de que sí lo es, quizás no por la fuerza de los nervios, allí podemos fallar todos; pero sí por la de los principios y los de la solidaridad, por la fuerza de la convicción, para la cual en momentos decisivos hay que tener temple. Justo unos meses antes del golpe contra el gobierno de Salvador Allende, nuestra entrevistada había estado solicitándole precisamente a Enrique Iglesias el fin de su permanencia al frente de CELADE. No creía que una persona debía imprimirle, a fuerza años, ella llevaba 15 en ese instante, su sello a una entidad como la que dirigía. Pero, hecho curioso, Carmen decide quedarse precisamente después de que se produce el golpe, y seguramente que para eso hacía falta valentía, entereza, principios. Permaneció en Santiago hasta mediados de 1976, y en ese periodo logró sacar de Chile hacia Costa Rica a varios funcionarios amenazados por el régimen, pero le quedó en la memoria la imagen del señor Soria, un funcionario de origen español que fue detenido en las calles por los militares, y apareció semanas después muerto en su auto, y adjunta la carta de un aparente suicidio por amor. Su hija mayor, Carmencita, habría de comprobar después que Soria fue asesinado por el régimen, como varios otros que conoció nuestra entrevistada de esta semana.
Pero nosotros no fuimos tan perseguidos como la Escuela Latinoamericana de Sociología - recuerda- Allí llegan, tiraban a los estudiantes al piso, los pateaban y les preguntaban que qué eran. Y luego que ellos decían que eran sociólogos, los militares les decían que no, que no eran sociólogos sino "suciólogos", y seguían los golpes y las detenciones. En ese instante el director de la escuela era el ahora ex-presidente de Chile Ricardo Lagos.
na de esas personalidades que pese a sus méritos reconocidos y celebrados persisten en la humildad del trabajo y los aportes cotidianos al país en el que han creído, y por la humanidad a la que le han dedicado sus mejores sueños y lucha. No pretendo ser una propagandista de mi trabajo, nos dijo esta semana en la sala de su casa cuando comenzamos por preguntarle sobre sus actividades.
Precisamente el próximo primero de septiembre en México, si la situación allí se ha normalizado, el Colegio de México, una institución académica y de trayectoria reconocida, el brinda un homenaje, en el que por lo menos hablarán unos cuatro especialistas sobre la materia que Carmen Miró Gandásegui domina como especialidad: la Demografía. Brígida García hablará luego sobre esta panameña ilustre, su vida y sus aportes. Es un homenaje bien merecido nos ha dicho Doña Rosario Arias de Galindo, cuando se lo hemos comentado.
Hija del poeta nacional Ricardo Miró y de Blanca Gandásegui, la profesora Carmen, como propone que la identifiquemos, egresó en comercio de la Universidad de Panamá y luego siguió postgrados de estadísticas y demografía en la Escuela de Economía de Londres y el John Hoppkins. Fue Directora Nacional de Estadísticas por diez años y posteriormente, por dieciocho, Directora del Centro Latinoamericano de Demografía en Chile. En 1980 regresó al país para dirigir, a solicitud del Doctor Abdiel Adames, el Instituto de Estudios Nacionales (IDEN).
Disciplinada y acuciosa, Carmen Miró Gandásegui ha sido además estudiosa de las realidades poblacionales en países de Asia y África, aportadora importante en las discusiones nacionales, y a la fecha es miembro del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA). Ella es lo que muchos panameños identifican con certeza: un icono de nuestra sociedad, con trayectoria y autoridad, una nuestras mejores ciudadanas.
Integra actualmente el Consejo Nacional de Educación, a petición del Gobierno que encabeza Martín Torrijos, posee dos Doctorados Honoris Causa, y en 1984 fue condecorada con la orden Belisario Porras en el grado de Gran Cruz.
CMG: Los que nos preocupamos por nuestro país entendemos que la situación no está muy buena. Por un lado todas las violencias, para no llamarlas por nombres propios. La violencia en realidad permea todas las sociedades hoy día en el mundo. Y tal vez nosotros estuvimos menos acostumbrados anteriormente a la frecuencia con que ahora se cometen ciertos delitos. Hay algunas cosas francamente apabullantes, como que disparen a una persona a la que no iban dirigidos los tiros. Acaba de morir un niño en esa circunstancia. También por balear a una señora equivocadamente hirieron a una empleada de la ACP. Así que no se trata solo de los múltiples delitos, sino de las formas como están ocurriendo algunos de los crímenes.
CMG: No hay un descenso ni siquiera medianamente efectivo en relación con ese importante sector postergado de nuestra población. La encuesta de niveles de vida que se levantó en 1997 dio un porcentaje de pobres y de pobres en extrema pobreza. Es posible que haya bajado un poco el porcentaje de personas en extrema pobreza, pero en general, el grupo de pobres no ha bajado significativamente y nosotros sabemos que Panamá está colocado en uno de los peores niveles en relación con la distribución de la riqueza nacional. A veces uno se pregunta qué logra una persona o un conjunto de personas en acumular y acumular y acrecentar sus haberes, pero sin participar siquiera de una manera pequeña en mejorar la condición de otros. De repente hay traspasos y ventas, pero son millones y millones de esas personas, y que está muy bien, pero aquella labor que hacía Monseñor Emiliani yo no he visto que nadie la haya continuado.
CMG: Yo estoy muy decepcionada de cómo está la sociedad panameña. Y no es que como decía Lleras Camargo de Todos los tiempos pasados fueron mejores, no es cierto eso, pero la verdad es que se dan algunas situaciones que no se daban anteriormente. Por ejemplo, la de la Universidad de Panamá.
CMG: Yo fui profesora en la Universidad de Panamá por diez años; después fui al exterior. Yo no creo que existía entonces el tipo de arreglos internos que se dan hoy día dentro de la Universidad de Panamá. Regresé al país en 1980, y en 1982 el Doctor Abdiel Adames me invitó a ser la Directora del Instituto de Estudios Nacionales. Estaba creado pero no funcionaba, ni nada de eso. Y lo que se pagaba allí era mi sueldo y el del asistente. Todas las además investigaciones se hicieron en base a lo que se llama descarga horaria en la Universidad de Panamá. Y con esas pocas horas que se les pagaba a los investigadores, con gran entusiasmo vinieron al IDEN y produjeron una serie de importantes documentos. Tuve la oportunidad de obtener fondos de un organismo internacional que nos permitió hacer una serie de estudios cuyas copias de algunos de ellos quedaron allá mientras nosotros salimos, pero nunca supimos qué pasó, uno va a pedir copias y nadie sabe dónde hay; se hizo por ejemplo trabajo sobre zonas de riesgo relacionados con terremotos o cualquier eventualidad de la naturaleza, es un excelente estudio. Pensé que lo iban a divulgar pero se guardó por ahí. En su oportunidad se lo mandamos a los que están organizados para atender civilmente a la población en SINAPROC. El Director de esa entidad me parece un joven honesto pero, ¿cuántos saben del asunto? Ojalá que haya visto ese informe. Produjimos también un informe que estudiaba a Colón, en el área de Kuna Yala, un excelente documento para una región medio olvidada, y no pasó nada. Creo que el IDEN dejó una huella muy importante.
CMG: Soy miembro del Consejo Nacional de Educación, designado hace más de un año por el Señor Presidente de la República, y ahora que pude profundizar bien en la situación de la educación nacional no me cabe la menor duda que parte importante de su situación se debe al desgreño que hay en la educación nacional, administrativo, pedagógico. En esto días se ha publicado una evaluación parcial que se hizo de algunas escuela y de algunos estudiantes. Lo mal que salieron. El 87 por ciento no aprobó matemáticas. Se presentan exámenes en las dos universidades oficiales y un alto porcentaje de los muchachos no aprueban los exámenes para ser admitidos en las universidades.
CMG: Así es. En el caso específico del ministerio de Educación hay menos supervisores para toda la labor que se hace en educación básica que los que existían en 1997. Y uno se dice, ¡pero no puede ser! si creció el número de estudiantes, creció el presupuesto. A la educación Panamá le dedica una suma muy importante del presupuesto nacional. Yo creo que juega un papel muy importante la falta de capacitación, no solamente en materias que son fundamentalmente de enseñaza en las escuelas sino también la capacitación en valores: qué es la ciudadanía, qué significa la democracia.
CMG: Yo sé que los docentes requieren un aumento en su salario, si todos fueran muy eficientes muy cumplidores, etc., pero no hay derecho a mantener una huelga porque el Estado está incapacitado para pagar lo que se está pidiendo, que es bastante. Ahí están los niños, y una parte importante de ellos no va a poder ir a la escuela. Entonces terminan un año que dizque aprueban, pero es una aprobación muy deficiente. Yo creo que contribuye a nuestra situación esos defectos en la educación nacional, pero de igual manera la falta de un espíritu de colaboración entre clases sociales. Menciona uno la palabra clase social y crea un espanto. Entre esos grupos sociales no hay esa posible cohesión, de maneras que podamos ayudarnos los unos a los otros. Ahora mismo el presidente Torrijos hace una serie de esfuerzos con los Consejos Consultivos, con la rendición de cuentas, pero por otro lado el gobierno falla en otros renglones de manera muy importante.
CMG: Desde cuando nos están anunciando que se iba a transformar la justicia. Ahí esta la Corte Suprema de Justicia y ahí un problema serio.
Yo me acuerdo perfectamente bien de mi maestra de primer y segundo grado, que tenía lo que hoy dicen que es un gran problema, los grados múltiples. Ella manejaba primero, segundo y tercer grado. No podemos decir que la capacitación de los estudiantes era perfecta, pero era mucho mejor que ahora.
CMG: Creo que hay que hacerlo, hay muchas estructuras que permanecen ocupadas en la alfabetización de adultos y algunas otras actividades muy positivas, pero definitivamente Panamá imparte clases durante un periodo menor que el número de clases que se dan en algunos países de América Latina, y para qué compararnos con los países desarrollados. Nosotros al final estamos impartiendo en un año 900 horas de clases. En estos otros países hay 1, 400, 1, 500, y hasta 2000. Ahora indudablemente ellos tienen no solo mas recursos profesionales, sino tienen otra actitud frente a la educación, distinta de la que tenemos nosotros.
CMG: Creo que una de las motivaciones que hay que crear en nuestra sociedad es la solidaridad de grupo. Cómo lograr eso sino es a base de cierto tipo de encuentros, movilizaciones. Es muy difícil cambiar a un individuo cuando ya esta avanzado en su formación. Es difícil cambiarlo, pero creo que tenemos que hacer un esfuerzo. Aquí se hizo una reunión en un momento determinado cuyo documento central se conoce como Visión 2020. Hubo acuerdos allí, pero ahora el Presidente está intentando llamar a diálogos de ese tipo, pero no sé qué pasa, y no es que quiera hacer una crítica al gobierno actual, pero como no hay efectividad para lanzarse o comprometerse en ciertas actividades.
CMG: Yo no se qué se podría lograr no estando en ninguna instancia de poder, fácilmente podría caer en la complacencia de decir que si hiciéramos un esfuerzos se podrían convocar a distintas fuerzas políticas pero usted ve que en este momento la oposición aparece media debilucha. Están tratando de reorganizarse, pero uno no ve desde el lado contrario al gobierno un claro liderazgo. Trata de ejercerlo el señor que caminó en los zapatos del pueblo pero no lo logra, y desde el punto de vista del gobierno, que no sé, será un prejuicio de persona de edad, pero siento que como les falta experiencia, como que son muy jóvenes y no se atreven a tomar cierto tipo de medidas a pesar de que Torrijos ha anunciado que van a ocurrir y no pasa nada. Como el ejemplo que le puse de la justicia, la Secretaría Ejecutiva Anticorrupción se ve casi atada de manos porque no tiene donde actuar en realidad. Yo creo que se necesita un mayor empuje desde el gobierno.
CMG: El Doctor Méndez Pereira fue el que acuñó aquello de la conciencia crítica de la nación . La Universidad ha dejado de ser la Conciencia Crítica de la Nación. Ahí debería de haber un grupo de personas que por su gran estatura moral, su gran capacidad intelectual y su gran compromiso con el país, pudieran dar las orientaciones que están haciendo falta. Y qué pasa, que se convierte la Universidad en una especie de partido, en una concesión de prebendas aquí y prebendas allá, para que me apoyen en esto y me apoyen en lo otro. Desafortunadamente es así, y creo que si no se toman medidas serias respecto de la Universidad ella pronto va a tener unos problemas que no será capaz ella misma de resolverlo. La Universidad Tecnológica creo que va un poco mejor, y se necesita la formación tecnológica, pero imagínese usted que en bachilleratos técnicos industriales, hemos contabilizado 80 especialidades, y si debe formarse gente para los oficios en general. Dice Planels, cuyo trabajo admiro porque ha hecho una excelente contribución, que no hay soldadores o especialidades que se necesitan.
CGM: Liderazgo, le voy a decir, existe, y creo que en algunos ámbitos de la actividad panameña se notan, se descubren. Por ejemplo, nunca antes hubo un conocimiento posible de nuestra historia nacional como ahora a través de los libros de Castillero Calvo, un hombre relativamente joven todavía y de una gran capacidad. Acaba de publicar otro libro que trata sobre Panamá la Vieja, que es un tesoro; así que personas hay, solo que quedan como aislados. Es necesario promoverlos, pero en seguida creen que uno lo que quiere hacer es política. ¿Qué estará pensando esa persona que quiere ahora organizar? Yo creo que algunos de los jóvenes y otros no tan jóvenes que están tratando de activar algunos grupos políticos, pueden en un momento dado contribuir por lo menos a un adecuado diagnóstico y posibles soluciones de problemas del país, pero están muy debiluchos todavía. No se si podrán coger fuerza. Yo no soy pesimista, trato de poner mi grano de arena aquí y allá.
CGM: Yo pertenezco al Centro de Estudios Latinoamericanos, y allí acabamos de terminar un proyecto que nos ganamos en una licitación financiado por Natura con fondos de la ACP sobre la subcuenca del río Gatuncillo. En estos días estamos escribiendo el informe final. Yo me quede bastante complacida con lo que hemos logrado con los moradores del tramo alto, medio y bajo de la subcuenca del río Gatuncillo. Se les puede movilizar, responden, no es simplemente agresividad. Yo creo personalmente que aquel cuento de la cuenca hidrográfica occidental fue muy mal manejado. Como usted recuerda la ley la aprobaron el día antes de que se acabara esa administración, (la de Pérez Balladares) y después la ACP apareció con monolitos e instrumentos de agrimensura etc., sin decirle nada a los moradores y era natural que hubiera una reacción. Le puedo decir que el proyecto consistió en dictar 27 talleres, nueve en cada uno de los tramos, y hemos dejado allí gente muy motivada, y unos adolescentes que se comprometieron a organizar algunos proyectos. Quedaron 16 organizaciones que ya definieron proyectos, pero que ahora es necesario ayudarlos a encontrar recursos para llevarlos adelante. Así que si se pone a trabajar con la gente sí hay respuestas, pero hay que hacerlo.
CMG: Traté de estudiar el mamotreto que publicaron, trato de informarme bien de los que están por el sí y de los están por el no. Creo que hay muy poco tiempo para que el pueblo panameño realmente se informe de lo que supone la ampliación del canal. Desde muy pronto la ACP no fue algo que yo apreciara muchísimo, porque a pesar de lo que dijera Omar Torrijos: no estamos cambiando amos norteamericanos por amos nativos, no hay ninguna justificación para que quien es administrador viva en la casa del exgobernador de la zona del canal, mantenga las mismas canonjías en términos de jardineros, empleados. Eso se debió dejar para un museo en el que se pudiera presentar todo lo que tenía relación con el gold roll y el silver roll, y los grandes salarios que tienen.
Acto seguido las preguntas giraron en torno al personal de la oficina y sobre el entonces director de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Enrique Iglesias. Carmen les recordó a los milicos que no debían estar en esa oficina, pues como organismo de Naciones Unidas, estaba debidamente protegida. Habló sobre la labor normal de sus compañeros, pero siempre observó en las visitas la suspicacia de las insinuaciones sobre presuntas colaboraciones de ese personal con "enemigos del estado".
Hace un alto en la narración, refresca los hechos de aquellos años del golpe de Estado en Chile, y tras informarnos que salió airosa del interrogatorio nos advierte, como en una confidencia que: "no vaya a creer Usted que yo soy muy valiente".
Pero durante nuestros casi 90 minutos de conversación llegué a la conclusión de que sí lo es, quizás no por la fuerza de los nervios, allí podemos fallar todos; pero sí por la de los principios y los de la solidaridad, por la fuerza de la convicción, para la cual en momentos decisivos hay que tener temple. Justo unos meses antes del golpe contra el gobierno de Salvador Allende, nuestra entrevistada había estado solicitándole precisamente a Enrique Iglesias el fin de su permanencia al frente de CELADE. No creía que una persona debía imprimirle, a fuerza años, ella llevaba 15 en ese instante, su sello a una entidad como la que dirigía. Pero, hecho curioso, Carmen decide quedarse precisamente después de que se produce el golpe, y seguramente que para eso hacía falta valentía, entereza, principios. Permaneció en Santiago hasta mediados de 1976, y en ese periodo logró sacar de Chile hacia Costa Rica a varios funcionarios amenazados por el régimen, pero le quedó en la memoria la imagen del señor Soria, un funcionario de origen español que fue detenido en las calles por los militares, y apareció semanas después muerto en su auto, y adjunta la carta de un aparente suicidio por amor. Su hija mayor, Carmencita, habría de comprobar después que Soria fue asesinado por el régimen, como varios otros que conoció nuestra entrevistada de esta semana.
Pero nosotros no fuimos tan perseguidos como la Escuela Latinoamericana de Sociología - recuerda- Allí llegan, tiraban a los estudiantes al piso, los pateaban y les preguntaban que qué eran. Y luego que ellos decían que eran sociólogos, los militares les decían que no, que no eran sociólogos sino "suciólogos", y seguían los golpes y las detenciones. En ese instante el director de la escuela era el ahora ex-presidente de Chile Ricardo Lagos.
na de esas personalidades que pese a sus méritos reconocidos y celebrados persisten en la humildad del trabajo y los aportes cotidianos al país en el que han creído, y por la humanidad a la que le han dedicado sus mejores sueños y lucha. No pretendo ser una propagandista de mi trabajo, nos dijo esta semana en la sala de su casa cuando comenzamos por preguntarle sobre sus actividades.
Precisamente el próximo primero de septiembre en México, si la situación allí se ha normalizado, el Colegio de México, una institución académica y de trayectoria reconocida, el brinda un homenaje, en el que por lo menos hablarán unos cuatro especialistas sobre la materia que Carmen Miró Gandásegui domina como especialidad: la Demografía. Brígida García hablará luego sobre esta panameña ilustre, su vida y sus aportes. Es un homenaje bien merecido nos ha dicho Doña Rosario Arias de Galindo, cuando se lo hemos comentado.
Hija del poeta nacional Ricardo Miró y de Blanca Gandásegui, la profesora Carmen, como propone que la identifiquemos, egresó en comercio de la Universidad de Panamá y luego siguió postgrados de estadísticas y demografía en la Escuela de Economía de Londres y el John Hoppkins. Fue Directora Nacional de Estadísticas por diez años y posteriormente, por dieciocho, Directora del Centro Latinoamericano de Demografía en Chile. En 1980 regresó al país para dirigir, a solicitud del Doctor Abdiel Adames, el Instituto de Estudios Nacionales (IDEN).
Disciplinada y acuciosa, Carmen Miró Gandásegui ha sido además estudiosa de las realidades poblacionales en países de Asia y África, aportadora importante en las discusiones nacionales, y a la fecha es miembro del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA). Ella es lo que muchos panameños identifican con certeza: un icono de nuestra sociedad, con trayectoria y autoridad, una nuestras mejores ciudadanas.
Integra actualmente el Consejo Nacional de Educación, a petición del Gobierno que encabeza Martín Torrijos, posee dos Doctorados Honoris Causa, y en 1984 fue condecorada con la orden Belisario Porras en el grado de Gran Cruz.
CMG: Los que nos preocupamos por nuestro país entendemos que la situación no está muy buena. Por un lado todas las violencias, para no llamarlas por nombres propios. La violencia en realidad permea todas las sociedades hoy día en el mundo. Y tal vez nosotros estuvimos menos acostumbrados anteriormente a la frecuencia con que ahora se cometen ciertos delitos. Hay algunas cosas francamente apabullantes, como que disparen a una persona a la que no iban dirigidos los tiros. Acaba de morir un niño en esa circunstancia. También por balear a una señora equivocadamente hirieron a una empleada de la ACP. Así que no se trata solo de los múltiples delitos, sino de las formas como están ocurriendo algunos de los crímenes.
CMG: No hay un descenso ni siquiera medianamente efectivo en relación con ese importante sector postergado de nuestra población. La encuesta de niveles de vida que se levantó en 1997 dio un porcentaje de pobres y de pobres en extrema pobreza. Es posible que haya bajado un poco el porcentaje de personas en extrema pobreza, pero en general, el grupo de pobres no ha bajado significativamente y nosotros sabemos que Panamá está colocado en uno de los peores niveles en relación con la distribución de la riqueza nacional. A veces uno se pregunta qué logra una persona o un conjunto de personas en acumular y acumular y acrecentar sus haberes, pero sin participar siquiera de una manera pequeña en mejorar la condición de otros. De repente hay traspasos y ventas, pero son millones y millones de esas personas, y que está muy bien, pero aquella labor que hacía Monseñor Emiliani yo no he visto que nadie la haya continuado.
CMG: Yo estoy muy decepcionada de cómo está la sociedad panameña. Y no es que como decía Lleras Camargo de Todos los tiempos pasados fueron mejores, no es cierto eso, pero la verdad es que se dan algunas situaciones que no se daban anteriormente. Por ejemplo, la de la Universidad de Panamá.
CMG: Yo fui profesora en la Universidad de Panamá por diez años; después fui al exterior. Yo no creo que existía entonces el tipo de arreglos internos que se dan hoy día dentro de la Universidad de Panamá. Regresé al país en 1980, y en 1982 el Doctor Abdiel Adames me invitó a ser la Directora del Instituto de Estudios Nacionales. Estaba creado pero no funcionaba, ni nada de eso. Y lo que se pagaba allí era mi sueldo y el del asistente. Todas las además investigaciones se hicieron en base a lo que se llama descarga horaria en la Universidad de Panamá. Y con esas pocas horas que se les pagaba a los investigadores, con gran entusiasmo vinieron al IDEN y produjeron una serie de importantes documentos. Tuve la oportunidad de obtener fondos de un organismo internacional que nos permitió hacer una serie de estudios cuyas copias de algunos de ellos quedaron allá mientras nosotros salimos, pero nunca supimos qué pasó, uno va a pedir copias y nadie sabe dónde hay; se hizo por ejemplo trabajo sobre zonas de riesgo relacionados con terremotos o cualquier eventualidad de la naturaleza, es un excelente estudio. Pensé que lo iban a divulgar pero se guardó por ahí. En su oportunidad se lo mandamos a los que están organizados para atender civilmente a la población en SINAPROC. El Director de esa entidad me parece un joven honesto pero, ¿cuántos saben del asunto? Ojalá que haya visto ese informe. Produjimos también un informe que estudiaba a Colón, en el área de Kuna Yala, un excelente documento para una región medio olvidada, y no pasó nada. Creo que el IDEN dejó una huella muy importante.
CMG: Soy miembro del Consejo Nacional de Educación, designado hace más de un año por el Señor Presidente de la República, y ahora que pude profundizar bien en la situación de la educación nacional no me cabe la menor duda que parte importante de su situación se debe al desgreño que hay en la educación nacional, administrativo, pedagógico. En esto días se ha publicado una evaluación parcial que se hizo de algunas escuela y de algunos estudiantes. Lo mal que salieron. El 87 por ciento no aprobó matemáticas. Se presentan exámenes en las dos universidades oficiales y un alto porcentaje de los muchachos no aprueban los exámenes para ser admitidos en las universidades.
CMG: Así es. En el caso específico del ministerio de Educación hay menos supervisores para toda la labor que se hace en educación básica que los que existían en 1997. Y uno se dice, ¡pero no puede ser! si creció el número de estudiantes, creció el presupuesto. A la educación Panamá le dedica una suma muy importante del presupuesto nacional. Yo creo que juega un papel muy importante la falta de capacitación, no solamente en materias que son fundamentalmente de enseñaza en las escuelas sino también la capacitación en valores: qué es la ciudadanía, qué significa la democracia.
CMG: Yo sé que los docentes requieren un aumento en su salario, si todos fueran muy eficientes muy cumplidores, etc., pero no hay derecho a mantener una huelga porque el Estado está incapacitado para pagar lo que se está pidiendo, que es bastante. Ahí están los niños, y una parte importante de ellos no va a poder ir a la escuela. Entonces terminan un año que dizque aprueban, pero es una aprobación muy deficiente. Yo creo que contribuye a nuestra situación esos defectos en la educación nacional, pero de igual manera la falta de un espíritu de colaboración entre clases sociales. Menciona uno la palabra clase social y crea un espanto. Entre esos grupos sociales no hay esa posible cohesión, de maneras que podamos ayudarnos los unos a los otros. Ahora mismo el presidente Torrijos hace una serie de esfuerzos con los Consejos Consultivos, con la rendición de cuentas, pero por otro lado el gobierno falla en otros renglones de manera muy importante.
CMG: Desde cuando nos están anunciando que se iba a transformar la justicia. Ahí esta la Corte Suprema de Justicia y ahí un problema serio.
Yo me acuerdo perfectamente bien de mi maestra de primer y segundo grado, que tenía lo que hoy dicen que es un gran problema, los grados múltiples. Ella manejaba primero, segundo y tercer grado. No podemos decir que la capacitación de los estudiantes era perfecta, pero era mucho mejor que ahora.
CMG: Creo que hay que hacerlo, hay muchas estructuras que permanecen ocupadas en la alfabetización de adultos y algunas otras actividades muy positivas, pero definitivamente Panamá imparte clases durante un periodo menor que el número de clases que se dan en algunos países de América Latina, y para qué compararnos con los países desarrollados. Nosotros al final estamos impartiendo en un año 900 horas de clases. En estos otros países hay 1, 400, 1, 500, y hasta 2000. Ahora indudablemente ellos tienen no solo mas recursos profesionales, sino tienen otra actitud frente a la educación, distinta de la que tenemos nosotros.
CMG: Creo que una de las motivaciones que hay que crear en nuestra sociedad es la solidaridad de grupo. Cómo lograr eso sino es a base de cierto tipo de encuentros, movilizaciones. Es muy difícil cambiar a un individuo cuando ya esta avanzado en su formación. Es difícil cambiarlo, pero creo que tenemos que hacer un esfuerzo. Aquí se hizo una reunión en un momento determinado cuyo documento central se conoce como Visión 2020. Hubo acuerdos allí, pero ahora el Presidente está intentando llamar a diálogos de ese tipo, pero no sé qué pasa, y no es que quiera hacer una crítica al gobierno actual, pero como no hay efectividad para lanzarse o comprometerse en ciertas actividades.
CMG: Yo no se qué se podría lograr no estando en ninguna instancia de poder, fácilmente podría caer en la complacencia de decir que si hiciéramos un esfuerzos se podrían convocar a distintas fuerzas políticas pero usted ve que en este momento la oposición aparece media debilucha. Están tratando de reorganizarse, pero uno no ve desde el lado contrario al gobierno un claro liderazgo. Trata de ejercerlo el señor que caminó en los zapatos del pueblo pero no lo logra, y desde el punto de vista del gobierno, que no sé, será un prejuicio de persona de edad, pero siento que como les falta experiencia, como que son muy jóvenes y no se atreven a tomar cierto tipo de medidas a pesar de que Torrijos ha anunciado que van a ocurrir y no pasa nada. Como el ejemplo que le puse de la justicia, la Secretaría Ejecutiva Anticorrupción se ve casi atada de manos porque no tiene donde actuar en realidad. Yo creo que se necesita un mayor empuje desde el gobierno.
CMG: El Doctor Méndez Pereira fue el que acuñó aquello de la conciencia crítica de la nación . La Universidad ha dejado de ser la Conciencia Crítica de la Nación. Ahí debería de haber un grupo de personas que por su gran estatura moral, su gran capacidad intelectual y su gran compromiso con el país, pudieran dar las orientaciones que están haciendo falta. Y qué pasa, que se convierte la Universidad en una especie de partido, en una concesión de prebendas aquí y prebendas allá, para que me apoyen en esto y me apoyen en lo otro. Desafortunadamente es así, y creo que si no se toman medidas serias respecto de la Universidad ella pronto va a tener unos problemas que no será capaz ella misma de resolverlo. La Universidad Tecnológica creo que va un poco mejor, y se necesita la formación tecnológica, pero imagínese usted que en bachilleratos técnicos industriales, hemos contabilizado 80 especialidades, y si debe formarse gente para los oficios en general. Dice Planels, cuyo trabajo admiro porque ha hecho una excelente contribución, que no hay soldadores o especialidades que se necesitan.
CGM: Liderazgo, le voy a decir, existe, y creo que en algunos ámbitos de la actividad panameña se notan, se descubren. Por ejemplo, nunca antes hubo un conocimiento posible de nuestra historia nacional como ahora a través de los libros de Castillero Calvo, un hombre relativamente joven todavía y de una gran capacidad. Acaba de publicar otro libro que trata sobre Panamá la Vieja, que es un tesoro; así que personas hay, solo que quedan como aislados. Es necesario promoverlos, pero en seguida creen que uno lo que quiere hacer es política. ¿Qué estará pensando esa persona que quiere ahora organizar? Yo creo que algunos de los jóvenes y otros no tan jóvenes que están tratando de activar algunos grupos políticos, pueden en un momento dado contribuir por lo menos a un adecuado diagnóstico y posibles soluciones de problemas del país, pero están muy debiluchos todavía. No se si podrán coger fuerza. Yo no soy pesimista, trato de poner mi grano de arena aquí y allá.
CGM: Yo pertenezco al Centro de Estudios Latinoamericanos, y allí acabamos de terminar un proyecto que nos ganamos en una licitación financiado por Natura con fondos de la ACP sobre la subcuenca del río Gatuncillo. En estos días estamos escribiendo el informe final. Yo me quede bastante complacida con lo que hemos logrado con los moradores del tramo alto, medio y bajo de la subcuenca del río Gatuncillo. Se les puede movilizar, responden, no es simplemente agresividad. Yo creo personalmente que aquel cuento de la cuenca hidrográfica occidental fue muy mal manejado. Como usted recuerda la ley la aprobaron el día antes de que se acabara esa administración, (la de Pérez Balladares) y después la ACP apareció con monolitos e instrumentos de agrimensura etc., sin decirle nada a los moradores y era natural que hubiera una reacción. Le puedo decir que el proyecto consistió en dictar 27 talleres, nueve en cada uno de los tramos, y hemos dejado allí gente muy motivada, y unos adolescentes que se comprometieron a organizar algunos proyectos. Quedaron 16 organizaciones que ya definieron proyectos, pero que ahora es necesario ayudarlos a encontrar recursos para llevarlos adelante. Así que si se pone a trabajar con la gente sí hay respuestas, pero hay que hacerlo.
CMG: Traté de estudiar el mamotreto que publicaron, trato de informarme bien de los que están por el sí y de los están por el no. Creo que hay muy poco tiempo para que el pueblo panameño realmente se informe de lo que supone la ampliación del canal. Desde muy pronto la ACP no fue algo que yo apreciara muchísimo, porque a pesar de lo que dijera Omar Torrijos: no estamos cambiando amos norteamericanos por amos nativos, no hay ninguna justificación para que quien es administrador viva en la casa del exgobernador de la zona del canal, mantenga las mismas canonjías en términos de jardineros, empleados. Eso se debió dejar para un museo en el que se pudiera presentar todo lo que tenía relación con el gold roll y el silver roll, y los grandes salarios que tienen.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.