Librería Cultural Panameña: catedral del autor panameño
- Héctor Collado
Para Amador Fraguela
LaLibrería Cultural ha estado en el camino de muchísimos panameños. Tanto lectores como escritores, estudiantes y profesores han hecho de ese espacio cultural, más que librería, un paso obligado. Por mucho, La Cultural es quizá la única sobreviviente de aquellos días en que en el Panamá del siglo XX abundaban los teatros, las tertulias y las librerías, las humildes ferias de libro como asunto cotidiano.
Junto a las Librerías Mudarra, Preciado, Menéndez, Argosy, Los Arcos, Santa Ana (frente al parque, ahora es una abarrotería de chinitos), la Librería Cultural se constituyó en columna del conocimiento para sostener el apetito lector y de estudio de muchos, muchos panameños.
Cada una brillaba con luz propia, con su propia personalidad que le imprimían tanto sus dueños como sus dependientes. Fueron, son, en muchos casos, casas promotoras de lectura.
Para mis ojos de chiquillo de barrio era como entrar a una catedral, eran días en que los libros se miraban con devoción, como cosa sagrada. Tener uno en las manos, disfrutar la textura del papel, el olor a tinta, las portadas, como la publicidad, no tenía precio. De hecho ir a una librería era un paseo. Podía pasar horas ojeando títulos, hojeando libros. Leía, recuerdo dos o tres líneas de un poema o un párrafo al azar de un cuento, y la vida se convertía en otra cosa. De hecho si tenías suerte, podías toparte con algún autor panameño. Por cierto, alguna vez coincidí con el autor de “Gamboa road gang”.
Muchas de esas librerías han desaparecido “en el abismo del no ser”. Se han abierto nuevos espacios: Exedra, La Mancha… Pero la Cultural Panameña se mantiene como un faro, un vigía incólume en su esquina en Calle Primera Perejil. Ahora cuenta con una galería de retratos de autores nacionales de todos los géneros literarios que es una invitación al asombro. Es una forma plausible de privilegiar a nuestros autores, como siempre, y además una labor de recuperación de imagen de los rostros de los imprescindibles de la familia de las letras panameñas.
Protagonista y testigo del paso del tiempo y de las modas literarias, la Librería Cultural Panameña es un legado de su fundador, “EL ÚLTIMO LIBRERO”. Sí, un libro hace la fortuna de un hombre y decide el curso de su vida, a cuánta gente ha hecho afortunada la fundación de la Cultural.
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