Supercampeones
Publicado 2002/06/18 23:00:00
- Nairobi
El fenómeno de la cómica asiática conocida como el “Manga” y en movimiento denominado como “Anime”, originario de Japón, pero inmediatamente manifestado en Corea y en casi todo el Continente Asiático no podía faltar su presencia en el Mundial 2002.
En este año mundialista, el fenómeno no ha sido solamente de fútbol sino también sobre cuánto de este tipo de manifestación de cultura popular haya influido en el deporte de las mil emociones que ha servido como vehículo de difusión entre los jóvenes.
En este año, en Japón, el fenómeno “Manga” celebra al igual que en Corea los 30 años de la primera difusión por televisión del robot de aleación fotónica denominado Mazinger Z que en dramáticos capítulos se buscaba superar la maldad del Doctor Hell, el Barón Ashler y compañía, pero al parecer la misma se vería opacada por el interés futbolístico hacia una serie de personajes de tiras cómicas que hicieron posible que muchos niños de ambos países de Oriente, se vieran interesados en practicar el fútbol en dos naciones donde aún el Deporte Rey sigue y al parecer podría seguir siendo el béisbol.
En Japón y Corea y les conoce como “Captain Tsubasa”, pero en Panamá y el resto de los países latinoamericanos y europeos se les conoce como los “Supercampeones”.
La historia basada en el deseo del joven Tsubasa (que en la traducción al inglés y al castellano lo rebautizaron como Oliver) de llegar a consagrarse como una de las figuras del fútbol mundial desde las categorías juveniles, comenzó a publicarse en sendos libros o pasquines hacia 1979, cuando Japón fue sede del Mundial Juvenil que ganó Argentina, pero no llegaría a salir en pantallas de televisión entre 1993 y 1995, y que al menos en Panamá se emitiría con material prácticamente defectuoso por los años en 1998.
Es con este personaje y su zaga con el que tanto nipones como coreanos tendrían un mayor incremento en el interés por el fútbol que muchos con su lectura quisieron practicar este juego y con esa generación “Tsubasa” creada por Fukutome Hiroshi y presentado por la firma Studio Comet, crecieron hasta los que muchos creen, es la presente generación de Ahn, Seol, Nakata o Morishima.
Su respuesta está en que los llamados “emulos” de “Tsubasa” u “Oliver” como le llamen, están convirtiendo esos sueños de Manga en realidad, al menos, en uno de los dos coanfitriones.
Los coreanos, sacaron su propia versión al igual que los nipones de los llamados “Supercampeones”, como seleccionados nacionales, con un final inesperado para todos como el de levantar la Copa de la FIFA. ¿Será ese final realidad de carne y hueso?
En este año mundialista, el fenómeno no ha sido solamente de fútbol sino también sobre cuánto de este tipo de manifestación de cultura popular haya influido en el deporte de las mil emociones que ha servido como vehículo de difusión entre los jóvenes.
En este año, en Japón, el fenómeno “Manga” celebra al igual que en Corea los 30 años de la primera difusión por televisión del robot de aleación fotónica denominado Mazinger Z que en dramáticos capítulos se buscaba superar la maldad del Doctor Hell, el Barón Ashler y compañía, pero al parecer la misma se vería opacada por el interés futbolístico hacia una serie de personajes de tiras cómicas que hicieron posible que muchos niños de ambos países de Oriente, se vieran interesados en practicar el fútbol en dos naciones donde aún el Deporte Rey sigue y al parecer podría seguir siendo el béisbol.
En Japón y Corea y les conoce como “Captain Tsubasa”, pero en Panamá y el resto de los países latinoamericanos y europeos se les conoce como los “Supercampeones”.
La historia basada en el deseo del joven Tsubasa (que en la traducción al inglés y al castellano lo rebautizaron como Oliver) de llegar a consagrarse como una de las figuras del fútbol mundial desde las categorías juveniles, comenzó a publicarse en sendos libros o pasquines hacia 1979, cuando Japón fue sede del Mundial Juvenil que ganó Argentina, pero no llegaría a salir en pantallas de televisión entre 1993 y 1995, y que al menos en Panamá se emitiría con material prácticamente defectuoso por los años en 1998.
Es con este personaje y su zaga con el que tanto nipones como coreanos tendrían un mayor incremento en el interés por el fútbol que muchos con su lectura quisieron practicar este juego y con esa generación “Tsubasa” creada por Fukutome Hiroshi y presentado por la firma Studio Comet, crecieron hasta los que muchos creen, es la presente generación de Ahn, Seol, Nakata o Morishima.
Su respuesta está en que los llamados “emulos” de “Tsubasa” u “Oliver” como le llamen, están convirtiendo esos sueños de Manga en realidad, al menos, en uno de los dos coanfitriones.
Los coreanos, sacaron su propia versión al igual que los nipones de los llamados “Supercampeones”, como seleccionados nacionales, con un final inesperado para todos como el de levantar la Copa de la FIFA. ¿Será ese final realidad de carne y hueso?
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