Rooney se olvida de su última tarjeta amarilla

El inglés Wayne Rooney se molestó hoy cuando se le preguntó si el seleccionador, Fabio Capello, le había pedido que mantuviera la compostura en el campo para evitar posibles tarjetas amarillas, la última de las cuales se le ha olvidado.

"Personalmente, no me ha dicho nada. Mi disciplina es perfectamente correcta. No he sido amonestado en la selección inglesa en dos o tres años. Por tanto, no hay ningún problema", comentó indignado en la concentración inglesa de Rustemburgo.

Rooney había olvidado, precisamente, su última tarjeta amarilla, el 7 de junio en el último partido de preparación, contra el equipo local Platinum Stars.

El árbitro, Jeff Selogilwe, reveló que Rooney "se pasa el partido insultando al árbitro", por lo que, pese a ser su ídolo, tuvo que mostrarle una tarjeta amarilla.

Rooney tenía razón, sin embargo, al decir que su disciplina ha mejorado, ya que su última tarjeta en un partido de selecciones data de mayo del 2008, en un amistoso contra Estados Unidos.

En el historial disciplinario de del jugador del Manchester hay ocho tarjetas amarillas y una roja en 61 partidos con la selección.

Roney declaró, por otra parte, que no le ha impresionado el nivel de los partidos que se han jugado hasta ahora en el Mundial, pero que espera "más emoción" a partir de ahora.

"Para ser sincero, ninguno de los partidos que he visto me han parecido apasionantes, así que espero que esto consiga más emoción", comentó en la concentración de la selección inglesa en Rustenburgo.

Preguntado por el tardío anuncio de la alineación de Inglaterra en el primer partido, afirmó: "es igual en los clubes, sólo conocemos la alineación dos horas antes de empezar el partido, así que no hay diferencia".

Aunque Rooney aseguró haber sentido decepción por no haber podido ganar a Estados Unidos en el partido de apertura, el delantero no se mostró demasiado afectado por el empate 1-1.

"Es importante no perder el primer encuentro, aunque estábamos en una buena posición para ganar el partido. Un empate no era el peor resultado del mundo", dijo.