Roberto Baggio, el "bambino" italiano

Roberto Baggio ya jugó tres mundiales con Italia. Aunque sufrió una grave lesión de rodilla, se negaba a perder la oportunidad de jugar su cuarta copa mundo en Japón y Corea 2002. En una carrera contra el tiempo Baggio buscará que se nombre siga vigente en la historia del fútbol internacional.
Esta leyenda del fútbol mundial nació el 18 de febrero de 1967 en el hogar conformado por Fiorindo y Matilda y cinco hermanos más, encabezados por Gianna, Walter, Carla Giorgio, y Anne Maria. Roberto fue el único de la familia Baggio que se dejó seducir por el mundo del fútbol y de pequeño dejó ver sus virtudes de estrella que brilla con luz propia.
La carrera de `Robertino´ se inició en su natal Condogno, una población de Vicenza al norte de Italia. Desde chico decidió que su vida rodaría al lado de un balón y así lo hizo desde los nueve años cuando era figura en una escuadra local. El descubridor de este talento fue Antonio Mora quien lo persuadió para que hiciera parte de un equipo de la Serie `C´ de Vicenza.
No obstante, bajo la conducción del técnico Cad el menudo jugador no tuvo muchas oportunidades para actuar y pasó la temporada en blanco. Sin embargo, con el cambio de estratega recibió la confianza de Bruno Giorgi y las buenas noticias emergieron al ser convocado para hacer parte de la selección nacional sub-16.
El debut de Roberto Baggio en la Serie `A´ del fútbol italiano se produjo el 21 de septiembre de 1986 en el encuentro Fiorentina-Sampdoria. No obstante, la sombra de las lesiones ha sido el talón de Aquiles de este volante, que será uno de los grandes ausentes del próximo mundial 2002. Cuando tuvo la oportunidad de demostrar todo su talento la zancadilla del destino lo alejó de las canchas.
El desquite llegó en la siguiente temporada del calcio cuando anotó su primer gol profesional con `La Fiore´. El 10 de mayo de 1987 permanecerá imborrable en la mente de `Robertino´ porque ese día le convirtió un gol al Nápoli. Recuperado totalmente de la lesión de la rodilla sumó ocho tantos más en la siguiente temporada.
La destreza y el nombre de Baggio tomó fuerza en Italia hasta el punto de ser convocado a la selección nacional, en 1988, para jugar un encuentro amistoso contra Holanda en Roma. Al final de ese año abandonó el estado civil de soltería para contraer matrimonio con su novia Andreina.
La fama de Baggio crecía como la espuma y así mismo era el cariño que le profesaban los hinchas de Fiorentina. Ese afecto fue pagado por el volante con 17 goles en 32 apariciones que tuvo en la Liga Italiana. En 1989 avanzó a semifinales de la Copa UEFA donde cayeron con Juventus de Turín.
El romance entre Baggio y la afición `violeta´ se acabó en 1990 cuando la vecchia signora compró los derechos deportivos del jugador en 17 millones de dólares. Esta transferencia causó tres días de disturbios en Florencia donde los carabinieri intervinieron para evitar la furia de los seguidores. La venta del volante fue récord en Italia pues Juventus desembolsó el equivalente a 7.5 millones de libras, cifra nunca antes pagada por un jugador nacional.