Peloteros latinos y afroamericanos de los Medias Rojas rechazan estrechar mano de Trump
Unos 10 jugadores le dieron el jueves un plantón al presidente de Estados Unidos.
- Washington/AP
- - Actualizado: 10/5/2019 - 11:34 am
Durante décadas, los equipos campeones en Estados Unidos han visitado la Casa Blanca, en un momento de ritual y tradición. La excelencia deportiva es celebrada, bromas tontas se escuchan y el presidente de turno recibe una camiseta con su nombre.
Bajo el presidente Donald Trump, no obstante, las visitas se han politizado, con protestas de deportistas y, en el caso de los Medias Rojas de Boston, generando preguntas sobre las divisiones raciales.
Los Medias Rojas, que ganaron la Serie Mundial en octubre, visitaron la Casa Blanca el jueves. El manager Alex Cora anunció la semana pasada que no iba a asistir, mencionado su exasperación con las gestiones del gobierno para ayudar a su natal Puerto Rico a recuperarse de un devastador huracán. Casi una docena de jugadores, incluyendo a Mookie Betts (el reinante Jugador Más Valioso de la Liga Americana), dijeron que tampoco asistirín a la ceremonia.
Todos los peloteros que decidieron no acudir a la Casa Blanca son jugadores de color. Todos los jugadores blancos _ incluido J.D. Martínez, de raíces cubanas _ acudieron.
Los Medias Rojas resaltaron en una conferencia de prensa que su camerino no se ha visto dividido por el asunto: ningún jugador se vio presionado para asistir y aquellos que decidieron ausentarse no resienten a quienes estrecharon la mano de Trump durante una ceremonia bajo la lluvia, en la que no hubo momentos visibles de discordia.
El lanzador venezolano Eduardo Rodríguez ofreció su perspectiva antes del partido del equipo el miércoles en Baltimore: “Para mí, no es importante. Es tu decisión. Toma una decisión. La respetaré. Si quieres ir o no, es tu decisión”.
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Durante el acto en el Prado sur de la Casa Blanca, tocó una banda de los infantes de marina. Entre las melodías elegidas figuraron “Dirty Water” y “Sweet Caroline”, dos himnos no oficiales de los Medias Rojas.
Se escuchó un insulto a los archirrivales de Boston, los Yanquis de Nueva York. Trump recibió un jersey de los Medias Rojas, que llevaba en el dorsal el número 18, por el año de la coronación más reciente.
Trump elogió el camino que siguieron los Medias Rojas a ese título.
“Francamente, lucieron imparables, lo vi”, dijo el mandatario, quien destacó que el equipo ha ganado más títulos de la Serie Mundial que ningún otro en el siglo XXI.
Trump rio cuando Martínez le reprochó ser un fanático de los Yanquis.
El entrenador de un equipo campeón raramente se pierde la visita a la Casa Blanca, una tradición que comenzó en 1924 cuando el entonces presidente Calvin Coolidge invitó a los Senadores de Washington. Cora había ponderado asistir al evento en la Casa Blanca el jueves para llamar la atención a los sufrimientos de Puerto Rico, donde se estima que el huracán María causó casi 3.000 muertos. Pero al final decidió no acudir.
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