kobe Bryant, del paraiso al infierno
- Johannesburgo
- - Publicado: 25/12/2003 - 12:00 am
En apenas seis meses el basquetbolista Kobe Bryant, estrella de Los Angeles Lakers de la NBA, ha transitado un verdadero vía crucis, y todo por no poder aguantar la tentación de morder una fruta prohibida, acción que amenaza con expulsarlo del paraiso de los favorecidos para lanzarlo al infierno de los condenados.
La imagen de niño bien que siempre acompañó a Bryant desde su debut en la NBA, amenaza con derrumbarse si se prueban las acusaciones de asalto sexual a una joven de 19 años, acción que ha acaparado grandes espacios en los medios de prensa locales e internacionales.
Bryant está acusado de violar a la joven en su cuarto en un lujoso hotel de Colorado, el 30 de junio pasado, mientras el jugador se recuperaba de una operación de rodilla.
Kobe, quien nunca antes había tenido tropiezos con la justicia, pasó por la humillación de haber sido detenido, cinco días después del incidente, y luego liberado tras pagar una fianza de 25.000 dólares.
Bryant admitió haber mantenido relaciones sexuales con la muchacha, pero negó la violación y dijo que habían sido relaciones consentidas.
El jugador ya asistió a la primera audiencia el 13 de noviembre en el juzgado de Eagle, en Colorado.
Ni Mike Tyson, con su habitual facilidad para buscarse enredos judiciales, o las acusaciones de fraude dentro del boxeo realizadas por el astro Oscar de la Hoya, pudieron desplazar la atención del problema que enfrentó Kobe Bryant en los últimos meses del año.
Poco a poco han ido saliendo a la luz detalles del caso, que promete convertirse en el más interesante novelón mediático del 2004 en el deporte norteamericano.
Pese a que la identidad de la joven ha sido celosamente guardada por los fiscales, la defensa de Bryant ha podido señalar que la presunta víctima de Bryant tenía semen y vello público de otro hombre en su ropa interior cuando se sometió a un examen médico tras la supuesta violación.
Los abogados de Bryant indicaron que la joven había mantenido relaciones sexuales con tres hombres en los tres días precedentes a “la violación” y cuestionaron la gravedad de las heridas en su zona genital, que ni siquiera requirieron tratamiento.
Para darle más espectativa al caso, apareció en escena un supuesto asesino que se prestó para asesinar a la joven acusadora, y acabar de una vez con los problemas de Bryant.
En septiembre la policía de Los Angeles anunció la detención de Patrick Graber, un suizo de 31 años, cómplice de un ruso conocido con el apodo de Yuri y quien había escrito a Bryant para proponerle asesinar a su acusadora, según fuentes policiales.
Kobe colaboró con la policía en la captura del presunto asesino, y con esta acción su imagen pública mejoró notablemente, luego de una alarmante caida en los niveles de popularidad, que le llevaron a perder algunos jugosos contratos publicitarios.
El buen arranque de los Lakers, y las magníficas actuaciones de Bryant en el campeonato de la NBA, junto a las acusaciones de pedofilia que cayeron de pronto sobre el cantante Michael Jackson, hicieron pasar a un discreto segundo plano los problemas del astro angelino.
Empero, el jugador confesó que estaba “aterrorizado” por la idea de lo que podría depararle el futuro.
De ser hallado culpable podría pasar un mínimo de cuatro años a cadena perpetua en la cárcel.
“Aterrorizado, no por mí, sino por lo que mi familia ha estado pasando” respondió el astro de los Lakers cuando le preguntaron si sentía miedo ante la situación que atravesaba.
“Han sido días difícil. Jugar básquetbol no es tan difícil”, expresó Bryant, quien está casado y tiene un hijo de meses.
La imagen de niño bien que siempre acompañó a Bryant desde su debut en la NBA, amenaza con derrumbarse si se prueban las acusaciones de asalto sexual a una joven de 19 años, acción que ha acaparado grandes espacios en los medios de prensa locales e internacionales.
Bryant está acusado de violar a la joven en su cuarto en un lujoso hotel de Colorado, el 30 de junio pasado, mientras el jugador se recuperaba de una operación de rodilla.
Kobe, quien nunca antes había tenido tropiezos con la justicia, pasó por la humillación de haber sido detenido, cinco días después del incidente, y luego liberado tras pagar una fianza de 25.000 dólares.
Bryant admitió haber mantenido relaciones sexuales con la muchacha, pero negó la violación y dijo que habían sido relaciones consentidas.
El jugador ya asistió a la primera audiencia el 13 de noviembre en el juzgado de Eagle, en Colorado.
Ni Mike Tyson, con su habitual facilidad para buscarse enredos judiciales, o las acusaciones de fraude dentro del boxeo realizadas por el astro Oscar de la Hoya, pudieron desplazar la atención del problema que enfrentó Kobe Bryant en los últimos meses del año.
Poco a poco han ido saliendo a la luz detalles del caso, que promete convertirse en el más interesante novelón mediático del 2004 en el deporte norteamericano.
Pese a que la identidad de la joven ha sido celosamente guardada por los fiscales, la defensa de Bryant ha podido señalar que la presunta víctima de Bryant tenía semen y vello público de otro hombre en su ropa interior cuando se sometió a un examen médico tras la supuesta violación.
Los abogados de Bryant indicaron que la joven había mantenido relaciones sexuales con tres hombres en los tres días precedentes a “la violación” y cuestionaron la gravedad de las heridas en su zona genital, que ni siquiera requirieron tratamiento.
Para darle más espectativa al caso, apareció en escena un supuesto asesino que se prestó para asesinar a la joven acusadora, y acabar de una vez con los problemas de Bryant.
En septiembre la policía de Los Angeles anunció la detención de Patrick Graber, un suizo de 31 años, cómplice de un ruso conocido con el apodo de Yuri y quien había escrito a Bryant para proponerle asesinar a su acusadora, según fuentes policiales.
Kobe colaboró con la policía en la captura del presunto asesino, y con esta acción su imagen pública mejoró notablemente, luego de una alarmante caida en los niveles de popularidad, que le llevaron a perder algunos jugosos contratos publicitarios.
El buen arranque de los Lakers, y las magníficas actuaciones de Bryant en el campeonato de la NBA, junto a las acusaciones de pedofilia que cayeron de pronto sobre el cantante Michael Jackson, hicieron pasar a un discreto segundo plano los problemas del astro angelino.
Empero, el jugador confesó que estaba “aterrorizado” por la idea de lo que podría depararle el futuro.
De ser hallado culpable podría pasar un mínimo de cuatro años a cadena perpetua en la cárcel.
“Aterrorizado, no por mí, sino por lo que mi familia ha estado pasando” respondió el astro de los Lakers cuando le preguntaron si sentía miedo ante la situación que atravesaba.
“Han sido días difícil. Jugar básquetbol no es tan difícil”, expresó Bryant, quien está casado y tiene un hijo de meses.
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