Hiddink sueña y Camacho se queja
Publicado 2002/06/21 23:00:00
- Staff de Sobre Ruedas
La clasificación de Corea para las semifinales del mundial, al vencer hoy a España en la tanda de penaltis, lleva a un equipo de Asia a esta instancia del torneo por primera vez en la historia. Corea ha llegado más lejos que nunca en sus seis participaciones mundialista.
Guus Hiddink, el entrenador holandés de Corea del Sur, que derrotó a España 5-3 en la tanda de tiros penales después de haber empatado 0-0 tras 120 minutos de juego, hoy sábado por los cuartos de final del Mundial, afirmó "que el sueño continúa..."
"Estoy contento por los muchachos. El sueño continúa haciéndose realidad. Lo primero que vamos a hacer es beber una copa de champagne. Mañana será otro día. Estoy sorprendido por la capacidad de este equipo para recuperarse. Es algo fuera de lo común. Estoy muy orgulloso de estos muchachos. Son muy entusiastas y disfrutan jugando", señaló tras finalizar la tanda de tiros penales que le significó la victoria y el pase a semifinales a la selección surcoreana.
El entrenador de la selección de fútbol de España José Antonio Camacho se mostró insatisfecho con el arbitraje del partido que su equipo perdió 5-3 en definición por penales ante Corea del Sur, el sábado en los cuartos de final de la Copa del Mundo.
"Pensé que el árbitro sería más justo en un partido de cuartos de final como éste", dijo Camacho después de que el encuentro se definió por penales al terminar sin goles en el tiempo regular y los 30 minutos de tiempo suplementario.
"Luchamos hasta el final y quedamos eliminados porque Corea del Sur tuvo más suerte que nosotros. Lamento que no hayamos podido llegar más lejos", agregó.
El árbitro egipcio Gamal Ghandour anuló dos goles españoles, incluyendo uno de Fernando Morientes en el tiempo extra, que las repeticiones de televisión mostraron claramente que era legítimo y debió ser admitido.
Ghandour anuló la jugada porque uno de los asistentes levantó el banderín creyendo que el balón había cruzado la línea de fondo antes de que Joaquín enviara un centro que Morientes conectó con cabeza para anotar. Habría sido gol de oro español.
Luego vinieron los penales, en los que España sufrió una nueva decepción mundialista, que se suma a una larga lista de fracasos en estos torneos.
Las primeras declaraciones después del encuentro de José Antonio Camacho, su homólogo español, fueron muy sucintas, señaló que España fue una víctima, que sus hombres habían luchado y dado todo, pero que la suerte no los favoreció.
"Estoy contento por los muchachos. El sueño continúa haciéndose realidad. Lo primero que vamos a hacer es beber una copa de champagne. Mañana será otro día. Estoy sorprendido por la capacidad de este equipo para recuperarse. Es algo fuera de lo común. Estoy muy orgulloso de estos muchachos. Son muy entusiastas y disfrutan jugando", señaló tras finalizar la tanda de tiros penales que le significó la victoria y el pase a semifinales a la selección surcoreana.
El entrenador de la selección de fútbol de España José Antonio Camacho se mostró insatisfecho con el arbitraje del partido que su equipo perdió 5-3 en definición por penales ante Corea del Sur, el sábado en los cuartos de final de la Copa del Mundo.
"Pensé que el árbitro sería más justo en un partido de cuartos de final como éste", dijo Camacho después de que el encuentro se definió por penales al terminar sin goles en el tiempo regular y los 30 minutos de tiempo suplementario.
"Luchamos hasta el final y quedamos eliminados porque Corea del Sur tuvo más suerte que nosotros. Lamento que no hayamos podido llegar más lejos", agregó.
El árbitro egipcio Gamal Ghandour anuló dos goles españoles, incluyendo uno de Fernando Morientes en el tiempo extra, que las repeticiones de televisión mostraron claramente que era legítimo y debió ser admitido.
Ghandour anuló la jugada porque uno de los asistentes levantó el banderín creyendo que el balón había cruzado la línea de fondo antes de que Joaquín enviara un centro que Morientes conectó con cabeza para anotar. Habría sido gol de oro español.
Luego vinieron los penales, en los que España sufrió una nueva decepción mundialista, que se suma a una larga lista de fracasos en estos torneos.
Las primeras declaraciones después del encuentro de José Antonio Camacho, su homólogo español, fueron muy sucintas, señaló que España fue una víctima, que sus hombres habían luchado y dado todo, pero que la suerte no los favoreció.
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