Fuetazo: Pongamos los puntos sobre la mesa
- Egbert Lewis
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Puede que haya toda la voluntad de parte de Gobierno para abrir el hipódromo y hasta los casinos, salas de juego etc, pero también está de por medio la reacción que eso pudiera causar en otros sectores del país que podrían argumentar que hay otras prioridades.
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Ayer enumeramos tres perspectivas desde las cuales había que analizar el tema de la reapertura el Hipódromo Presidente. Hoy vamos a analizar la última de ellas, que es la relacionada con el escenario visto desde la atalaya del Gobierno Nacional.
Como señalamos, para las autoridades oficiales básicamente hay cuatro puntos: el de salud, el legal, el socioeconómico y el político.
Desde la óptica de la salud y considerando que el hipódromo no es un isla, la situación es complicada. Ciertamente se ha demostrado que allí se pueden cumplir perfectamente con los lineamientos de bioseguridad, también es un hecho real que la velocidad de contagio del SARS-CoV-2 es espeluznante y que en los corregimientos de mayor propagación es en donde se concentran la mayoría de los actores y clientes de hipódromo.
En el plano legal, aunque moleste leerlo, es obvio que la hípica no se incluye en los tres primeros bloques, además de que habría que emitir un Decreto Ejecutivo para producir la apertura.
En cuanto al aspecto socioeconómico, se plantea el gran dilema. Por un lado, es indiscutible que la comunidad hípica está urgida de que se ponga en marcha el espectáculo y, de otra parte están expectantes otras actividades económicas a las que tampoco se les deja operar y que tienen, cuantitativamente, igual o más impacto social que la hípica.
Lo anterior, nos lleva al último punto, el político.
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Puede que haya toda la voluntad de parte de Gobierno para abrir el hipódromo y hasta los casinos, salas de juego etc, pero también está de por medio la reacción que eso pudiera causar en otros sectores del país que podrían argumentar que hay otras prioridades.
También está el hecho de que, a pesar de tratarse de una decisión individual, no dejarían de escucharse las voces críticas en el sentido que se está induciendo a la población a distraer sus pocos recursos en actividades que, de momento no son urgentes, desde la visión global del país.
Grosso modo, este es parte del panorama al cual se enfrenta la reapetura del hipódromo.
Pero esto no queda aquí. Hay mucho más que poner sobre el fiel de la balanza y eso lo haremos mañana. Espérelo.
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