Fuetazo La mayoría dijo la última palabra
- Redacción /
U na tensa calma impera en los predios hípicos tras el conato de huelga promovido, la semana pasada, por el Sindicato de Trabajadores del Hipódromo Presidente Remón.
Las partes, en lamentable conflicto, acordaron someterse a un arbitraje que las ponga en el camino de llegar a acuerdos satisfactorios y que no trastoque el normal desenvolvimiento de la actividad hípica.
Negarle el derecho al sindicado a realizar reclamaciones dirigidas a reivindicar a la clase trabajadora no es recomendable en esta época. El derecho a organizarse está plenamente reconocido en múltiples foros, tanto nacionales como internacionales, y la hípica panameña no puede estar al margen de esa realidad.
Por su parte, los sindicalistas, que en este caso son una evidente minoría, deben entender que ellos son los que dependen de la buena marcha de la actividad y no lo contrario.
Es decir, sus posiciones antagónicas e irreflexivas no pueden estar por encima del interés de los dueños de caballos y los apostadores, quienes son los únicos y verdaderos protagonistas de esta industria. Los demás, entiéndanlo de una vez por todas, son meros accesorios que pueden ser reemplazos en cualquier tiempo y lugar.
Es reconocida la vocación por la libertad y el derecho a libre expresión de quien estas líneas suscribe, por lo que nunca le negaríamos su derecho a pronunciarse a reclamar sus aspiraciones, pero también es claro de que la mayoría gana y en este caso el sindicato no es mayoría.
Tan sencillo como que dos más dos es cuatro.
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