"El Terrible" Morales ganó la batalla a Pacquiao
Publicado 2005/03/21 00:00:00
- VÃctor Bárcenas / José DomÃnguez
Desde el primer asalto ambos peleadores se castigaron incesantemente.
MANNY Pacquiao peleó con coraje, con la sangre fluyendo por su rostro debido a una cortada sobre el ojo derecho. Contra cualquier otro púgil, el esfuerzo podría haber sido suficiente, pero ante Erik Morales fue inútil.
El mexicano Morales, con el aplomo de un campeón que ha estado en situaciones parecidas muchas veces, sacudió al filipino Pacquiao con jabs y fuertes derechazos para llevarse la victoria en una estrecha decisión unánime en el combate de los superpluma.
No había ningún título en juego, pero sí mucho orgullo nacional. Pacquiao es un ídolo en Filipinas, mientras que el "Terrible" Morales es también es admirado en México, y entre ambos provocaron que la arena del Gran Hotel MGM se llenara con 14.623 espectadores para verlos combatir.
No decepcionaron. No se dieron cuartel desde el campanazo inicial, en una pelea que se hizo más emocionante después de que Pacquiao sufrió la cortadura en el quinto asalto, cuando fue golpeado por un derechazo y las cabezas de ambos púgiles chocaron.
A pesar de la sangre, Pacquiao siguió peleando con gallardía y los dos boxeadores intercambiaron golpe por golpe en un frenético duodécimo episodio, levantando de sus asientos al público.
Los tres jueces dieron el triunfo a Morales, aunque no por mucho margen. Venció con idénticos 115-113 en las tarjetas, mientras que The Associated Press le dio la victoria al mexicano por 116-112.
Morales consideró que su oponente fue difícil y rápido, y dijo que tuvo que exigirse a fondo para vencerlo.
"Fue una pelea muy cerrada con muchos asaltos muy apretados", dijo Freddie Roach, entrenador del filipino. "Morales conectó los golpes más fuertes, pero Manny tuvo más combinaciones". Pacquiao consideró que la derrota se debió a que tuvo que usar un tipo de guantes distinto a los que emplea normalmente. "Hice mi mayor esfuerzo", afirmó el púgil asiático, después del combate.
El mexicano Morales, con el aplomo de un campeón que ha estado en situaciones parecidas muchas veces, sacudió al filipino Pacquiao con jabs y fuertes derechazos para llevarse la victoria en una estrecha decisión unánime en el combate de los superpluma.
No había ningún título en juego, pero sí mucho orgullo nacional. Pacquiao es un ídolo en Filipinas, mientras que el "Terrible" Morales es también es admirado en México, y entre ambos provocaron que la arena del Gran Hotel MGM se llenara con 14.623 espectadores para verlos combatir.
No decepcionaron. No se dieron cuartel desde el campanazo inicial, en una pelea que se hizo más emocionante después de que Pacquiao sufrió la cortadura en el quinto asalto, cuando fue golpeado por un derechazo y las cabezas de ambos púgiles chocaron.
A pesar de la sangre, Pacquiao siguió peleando con gallardía y los dos boxeadores intercambiaron golpe por golpe en un frenético duodécimo episodio, levantando de sus asientos al público.
Los tres jueces dieron el triunfo a Morales, aunque no por mucho margen. Venció con idénticos 115-113 en las tarjetas, mientras que The Associated Press le dio la victoria al mexicano por 116-112.
Morales consideró que su oponente fue difícil y rápido, y dijo que tuvo que exigirse a fondo para vencerlo.
"Fue una pelea muy cerrada con muchos asaltos muy apretados", dijo Freddie Roach, entrenador del filipino. "Morales conectó los golpes más fuertes, pero Manny tuvo más combinaciones". Pacquiao consideró que la derrota se debió a que tuvo que usar un tipo de guantes distinto a los que emplea normalmente. "Hice mi mayor esfuerzo", afirmó el púgil asiático, después del combate.
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