Alemania quiere acallar críticas hoy
Publicado 2006/03/22 00:00:00
- Buenos Aires
Alemania tendrá que salir hoy dispuesta a acallar a los críticos en el partido amistoso en Dortmund contra Estados Unidos, que ha sido declarado oficialmente como una ocasión para que el equipo se reconcilie con la afición, tras la desastrosa presentación ante Italia que terminó con goleada en contra por 4-1.
El seleccionador, Jürgen Klinsmann, optó por volver a convocar a todos los jugadores que fracasaron ante Italia con el propósito de que fueran ellos los que mostrasen que están en condiciones de jugar un fútbol distinto al de que aquella noche florentina.
Sin embargo, dos de los centrocampistas titulares ante Italia no podrán estar hoy en el campo por lesión: Sebastian Deisler se lesionó gravemente de una rodilla en un entrenamiento del Bayern y se perderá incluso el Mundial, mientras que Torsten Frings sufrió en la última jornada del torneo alemán un golpe que le obligó a excusarse para el amistoso ante los estadounidenses.
Las bajas pueden permitirle a Klinsmann poner en la formación titular a Sebastian Kehl, del Borussia Dortmund, con lo que podría mejorar un poco su relación con el público local, que tiene una cuenta pendiente con el seleccionador debido a la exclusión del equipo nacional del defensa Christian Woerns.
Kehl podría jugar como volante de contención, mientras que Bernd Schneider y Timo Borowski, en lugar de Deisler, estarían como volantes mixtos y Michael Ballack jugaría por detrás de los dos delanteros.
Para Ballack, el partido llega en momentos bajos pues el capitán ha tenido una serie de presentaciones decepcionantes desde que parece claro que su futuro estará en Londres y más concretamente en el Chelsea, bajo las órdenes de José Mourinho.
Los jugadores tienen claro que este partido ha adquirido dimensiones especiales después de la derrota ante Italia.
"Para tranquilizar al país, tenemos que ganar y convencer", dijo el delantero Miroslav Klose, que cree que él y sus compañeros están en la obligación de darle un espaldarazo a Klinsmann.
"Una discusión sobre el entrenador es lo último que podemos permitirnos a tan poco tiempo del Mundial", agregó.
El seleccionador, Jürgen Klinsmann, optó por volver a convocar a todos los jugadores que fracasaron ante Italia con el propósito de que fueran ellos los que mostrasen que están en condiciones de jugar un fútbol distinto al de que aquella noche florentina.
Sin embargo, dos de los centrocampistas titulares ante Italia no podrán estar hoy en el campo por lesión: Sebastian Deisler se lesionó gravemente de una rodilla en un entrenamiento del Bayern y se perderá incluso el Mundial, mientras que Torsten Frings sufrió en la última jornada del torneo alemán un golpe que le obligó a excusarse para el amistoso ante los estadounidenses.
Las bajas pueden permitirle a Klinsmann poner en la formación titular a Sebastian Kehl, del Borussia Dortmund, con lo que podría mejorar un poco su relación con el público local, que tiene una cuenta pendiente con el seleccionador debido a la exclusión del equipo nacional del defensa Christian Woerns.
Kehl podría jugar como volante de contención, mientras que Bernd Schneider y Timo Borowski, en lugar de Deisler, estarían como volantes mixtos y Michael Ballack jugaría por detrás de los dos delanteros.
Para Ballack, el partido llega en momentos bajos pues el capitán ha tenido una serie de presentaciones decepcionantes desde que parece claro que su futuro estará en Londres y más concretamente en el Chelsea, bajo las órdenes de José Mourinho.
Los jugadores tienen claro que este partido ha adquirido dimensiones especiales después de la derrota ante Italia.
"Para tranquilizar al país, tenemos que ganar y convencer", dijo el delantero Miroslav Klose, que cree que él y sus compañeros están en la obligación de darle un espaldarazo a Klinsmann.
"Una discusión sobre el entrenador es lo último que podemos permitirnos a tan poco tiempo del Mundial", agregó.

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