Dulce oportunidad para la caña de azúcar
Publicado 2003/10/27 00:00:00
- Ricardo Fernández
Este producto se utiliza para aumentar el octanaje de la gasolina y reemplaza los productos que han sido prohibidos en muchos países, incluyendo a Panamá, como: el plomo.
Coclé. La producción de etanol podría generar alrededor de 25,000 empleos directos en la industria azucarera en un período de dos años.
Sin embargo, para que esto ocurra el país tiene que definir las reglas del nuevo negocio de la generación de etanol, producto de la fermentación del jugo de caña de azúcar.
Hans Hammerschlag, vicepresidente y gerente general del Grupo CALESA, consorcio nacional con una extensa experiencia en la industria azucarera del país, aboga por la aprobación de una legislación que defina cómo se desarrollará la generación de etanol que se propone actualmente.
“Este es un proceso y tecnología conocido desde hace muchos años y que sería la coyuntura ideal, porque el desarrollo de etanol a base de caña de azúcar tiene muchas ventajas”, agregó Hammerschlag.
Mencionó que lo más relevante es que es un combustible biorrenovable. Este producto se utiliza para aumentar el octanaje de la gasolina y reemplaza los productos que han sido prohibidos en muchos países, incluyendo Panamá, como son el plomo y otro agregado conocido como MTB.
Los estudios científicos demuestran que estos elementos carburantes antes mencionados son cancerígenos y no sólo contaminan el medio ambiente, sino que contribuyen a la afectación de la capa de ozono del planeta, explicó el ejecutivo.
En el caso del etanol, lo lógico es su uso “como incrementador del octanaje y oxigenante, pues es un producto que después de la combustión del automóvil desprende simplemente vapor de agua y no contamina en absoluto el medio ambiente”.
También el etanol se puede obtener del procesamiento de azúcares y almidones.
Países como Colombia, Guatemala, República Dominicana y 11 estados de Estados Unidos ya han legislado sobre el uso de este compuesto, mientras que Brasil tiene una legislación de hace más de 20 años.
Hace unos meses en Estados Unidos se determinó que el desarrollo de las industrias relacionadas con el etanol están tomando auge, por lo que aprobó una iniciativa que incluye el financiamiento de 48 millones de dólares para desarrollar tecnología de primera línea y obtener etanol proveniente de los granos, como el maíz y el trigo.
El proyecto de etanol en Panamá, dice Hans, representa una de las mayores oportunidades de futuro para el desarrollo del sector rural, por el impacto que deviene en un crecimiento rápido y significativo de las áreas de cosecha de caña en todo el interior de la República, incluyendo las provincias de Coclé, Herrera, Veraguas y Chiriquí.
“En un período de dos años, se podrían estar generando hasta 25,000 empleos directos y muchos más empleos indirectos”, aseguró.
La capacidad instalada máxima de la industria azucarera se utilizaría y sería competitiva, toda vez que actualmente está a un bajo perfil como consecuencia de la disminución de las cuotas azucareras en Estados Unidos y las distorsiones en el mercado por el “dumping” internacional.
En Panamá, existe suficiente capacidad instalada de molinos de azúcar que permitirían desarrollar la industria del etanol muy rápidamente. Las inversiones de capital más importantes se desarrollarían en las destiladoras.
Se tiene la experiencia previa en destilar alcohol de la caña, y podría significar el uso de etanol tanto para el uso vehicular en Panamá, dijo Hammerschlag.
En este momento, existen dos posibilidades concretas para el desarrollo de la industria de etanol.
Según Hammerschlag, la primera sería la iniciativa de crear una legislación que permita el uso de etanol de un 10% en la gasolina. Si el etanol se utiliza en estos porcentajes no se requiere ningún cambio en los automóviles.
Con este proyecto se lograría un incremento de empleos, actividad comercial en el sector agropecuario y beneficios económicos indirectos, como el alza en la comercialización de los fertilizantes, transporte y venta de agroquímicos, entre otros.
La segunda oportunidad que existe es la de deshidratar alcohol, que se logra mediante un “tamiz molecular” para que pueda ser exportado.
Como Panamá goza del beneficio de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, este producto podría entrar libre de impuestos a Estados Unidos y le aseguraría la posibilidad de desarrollar la industria productora de etanol nacional.
“Este es un desarrollo que puede demorar entre 12 y 18 meses, sin embargo, la planificación del crecimiento en las extensiones de caña debiera darse próximamente en 12 meses, que es el período que demora el cultivo de la caña”, añadió.
Desde que se empiezan a sembrar más hectáreas, se genera más mano de obra, al igual que se inicia el movimiento de actividades coyunturales. “En un período de menos de dos años estaríamos viendo los frutos”, comentó el ejecutivo.
Consideró que no existe ningún otro rubro que tenga la potencialidad de que en un período de 12 a 18 meses genere 25,000 puestos de trabajo en el área rural.
El etanol tiene una combustión más limpia que la gasolina y no deja residuos porque es consumido en un 100%.
En Panamá existen cuatro ingenios azucareros que son Compañía Azucarera La Estrella (CALESA), Azucarera Nacional (ANSA), Central Azucarera de Alanje, Compañía Azucarera La Victoria, además de un ingenio alcoholero de la familia Varela y Alcoholes del Istmo, que a partir de la melaza de caña destila alcohol.
Los productores de caña han conversado con expertos en el tema y con compañías como Chevron-Texaco, que está interesada en comercializar el producto en el mercado americano.
Sin embargo, para que esto ocurra el país tiene que definir las reglas del nuevo negocio de la generación de etanol, producto de la fermentación del jugo de caña de azúcar.
Hans Hammerschlag, vicepresidente y gerente general del Grupo CALESA, consorcio nacional con una extensa experiencia en la industria azucarera del país, aboga por la aprobación de una legislación que defina cómo se desarrollará la generación de etanol que se propone actualmente.
“Este es un proceso y tecnología conocido desde hace muchos años y que sería la coyuntura ideal, porque el desarrollo de etanol a base de caña de azúcar tiene muchas ventajas”, agregó Hammerschlag.
Mencionó que lo más relevante es que es un combustible biorrenovable. Este producto se utiliza para aumentar el octanaje de la gasolina y reemplaza los productos que han sido prohibidos en muchos países, incluyendo Panamá, como son el plomo y otro agregado conocido como MTB.
Los estudios científicos demuestran que estos elementos carburantes antes mencionados son cancerígenos y no sólo contaminan el medio ambiente, sino que contribuyen a la afectación de la capa de ozono del planeta, explicó el ejecutivo.
En el caso del etanol, lo lógico es su uso “como incrementador del octanaje y oxigenante, pues es un producto que después de la combustión del automóvil desprende simplemente vapor de agua y no contamina en absoluto el medio ambiente”.
También el etanol se puede obtener del procesamiento de azúcares y almidones.
Países como Colombia, Guatemala, República Dominicana y 11 estados de Estados Unidos ya han legislado sobre el uso de este compuesto, mientras que Brasil tiene una legislación de hace más de 20 años.
Hace unos meses en Estados Unidos se determinó que el desarrollo de las industrias relacionadas con el etanol están tomando auge, por lo que aprobó una iniciativa que incluye el financiamiento de 48 millones de dólares para desarrollar tecnología de primera línea y obtener etanol proveniente de los granos, como el maíz y el trigo.
El proyecto de etanol en Panamá, dice Hans, representa una de las mayores oportunidades de futuro para el desarrollo del sector rural, por el impacto que deviene en un crecimiento rápido y significativo de las áreas de cosecha de caña en todo el interior de la República, incluyendo las provincias de Coclé, Herrera, Veraguas y Chiriquí.
“En un período de dos años, se podrían estar generando hasta 25,000 empleos directos y muchos más empleos indirectos”, aseguró.
La capacidad instalada máxima de la industria azucarera se utilizaría y sería competitiva, toda vez que actualmente está a un bajo perfil como consecuencia de la disminución de las cuotas azucareras en Estados Unidos y las distorsiones en el mercado por el “dumping” internacional.
En Panamá, existe suficiente capacidad instalada de molinos de azúcar que permitirían desarrollar la industria del etanol muy rápidamente. Las inversiones de capital más importantes se desarrollarían en las destiladoras.
Se tiene la experiencia previa en destilar alcohol de la caña, y podría significar el uso de etanol tanto para el uso vehicular en Panamá, dijo Hammerschlag.
En este momento, existen dos posibilidades concretas para el desarrollo de la industria de etanol.
Según Hammerschlag, la primera sería la iniciativa de crear una legislación que permita el uso de etanol de un 10% en la gasolina. Si el etanol se utiliza en estos porcentajes no se requiere ningún cambio en los automóviles.
Con este proyecto se lograría un incremento de empleos, actividad comercial en el sector agropecuario y beneficios económicos indirectos, como el alza en la comercialización de los fertilizantes, transporte y venta de agroquímicos, entre otros.
La segunda oportunidad que existe es la de deshidratar alcohol, que se logra mediante un “tamiz molecular” para que pueda ser exportado.
Como Panamá goza del beneficio de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, este producto podría entrar libre de impuestos a Estados Unidos y le aseguraría la posibilidad de desarrollar la industria productora de etanol nacional.
“Este es un desarrollo que puede demorar entre 12 y 18 meses, sin embargo, la planificación del crecimiento en las extensiones de caña debiera darse próximamente en 12 meses, que es el período que demora el cultivo de la caña”, añadió.
Desde que se empiezan a sembrar más hectáreas, se genera más mano de obra, al igual que se inicia el movimiento de actividades coyunturales. “En un período de menos de dos años estaríamos viendo los frutos”, comentó el ejecutivo.
Consideró que no existe ningún otro rubro que tenga la potencialidad de que en un período de 12 a 18 meses genere 25,000 puestos de trabajo en el área rural.
El etanol tiene una combustión más limpia que la gasolina y no deja residuos porque es consumido en un 100%.
En Panamá existen cuatro ingenios azucareros que son Compañía Azucarera La Estrella (CALESA), Azucarera Nacional (ANSA), Central Azucarera de Alanje, Compañía Azucarera La Victoria, además de un ingenio alcoholero de la familia Varela y Alcoholes del Istmo, que a partir de la melaza de caña destila alcohol.
Los productores de caña han conversado con expertos en el tema y con compañías como Chevron-Texaco, que está interesada en comercializar el producto en el mercado americano.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.