Blue Origin: un viaje con los pies lejos de la tierra
La misión NS-31 de Blue Origin marcó un hito al convertirse en el primer vuelo espacial compuesto exclusivamente por mujeres.
Katy Perry y otras personalidades en el viaje NS-31 de Blue Origin. Foto: EFE
Luego de su reciente paso por medios de comunicación y canales de influencers en México muchos creyeron que la cantante estadounidense Katy Perry no podía tocar más fondo en su carrera (o lo que por ahora queda de ella), pero la intérprete de “Teenage Dream” pareció tomárselo como un reto. Un reto que pensó afrontar justo haciendo lo contrario: alejándose del suelo para embarcarse al espacio.Y es que el pasado 14 de abril, la misión NS-31 de Blue Origin marcó un hito al convertirse en el primer vuelo espacial compuesto exclusivamente por mujeres desde que la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova viajara en solitario al espacio en 1963. La tripulación incluyó a la propia Perry, así como a la periodista Gayle King, la activista Amanda Nguyen, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la productora Kerianne Flynn y Lauren Sánchez, piloto y prometida de Jeff Bezos.Durante 11 minutos las viajeras espaciales disfrutaron de una experiencia exclusiva y fuera de este planeta, como E.T., otro tema de Perry. Claro, solo si no se tiene los fondos monetarios, ya que aunque no se ha revelado el costo exacto del viaje se estima que experiencias similares pueden costar entre 250 mil y 475 mil dólares por pasajero.Este gasto ha sido objeto de críticas, especialmente considerando las necesidades urgentes en áreas como educación, salud y medio ambiente. Algunos argumentan que los fondos podrían haberse destinado a iniciativas con un impacto social más directo.CríticasFiguras como Emily Ratajkowski, Olivia Wilde y Olivia Munn cuestionaron la relevancia del viaje, considerándolo más un espectáculo mediático que un avance significativo en la exploración espacial. Ratajkowski expresó su disgusto en redes sociales, mientras que Wilde compartió memes satíricos sobre el evento. Munn criticó la falta de propósito científico del vuelo y lo calificó de innecesario.La comediante Amy Schumer, por su parte, compartió un video sarcástico en Instagram donde anunciaba en tono de broma que había sido invitada a última hora a una misión espacial."Chicos, en el último segundo me agregaron al viaje y me voy al espacio", dijo mientras sostenía un juguete de Black Panther, haciendo referencia a los objetos que llevaron las mujeres en el viaje: "Voy a llevar esto. No significa nada para mí, pero estaba en mi bolso y justo estaba en el metro cuando recibí el mensaje: ¡¿Quieres ir al espacio?' Así que me voy", añadió.Por su parte, la modelo y actriz Ratajkowski a través de un video de TikTok mencionó que estaba "disgustada"."Dices que te importa la Madre Tierra y te subes a una nave espacial construida y financiada por una empresa que, sin ayuda de nadie, está destruyendo el planeta... Observa el estado del mundo y piensa en cuántos recursos se destinaron a enviar a estas mujeres al espacio. ¿Para qué?", expresó.Si bien, quizás en fondo la misión NS-31 buscaba representar un avance simbólico en la inclusión de mujeres en la exploración espacial u otras disciplinas científicas, las críticas destacan la necesidad de que estos eventos vayan acompañados de objetivos científicos y sociales claros. La participación de celebridades o influenciadores en este tipo de acontecimientos vuelven a poner sobre la palestra la conversación sobre dónde está la línea entre buscar un verdadero avance y el simple postureo.La misión NS-31 es la número 40 de este tipo de turismo, hasta ahora exclusivo para millonarios.Y aunque este tipo de cohetes utilizan una combinación de hidrógeno líquido y oxígeno líquido, no los libra de generar contaminación. De acuerdo con un estudio del University College de Londres, los vapores emitidos por los cohetes, aunque sean menores, tienen un impacto 500 veces más grande que lo expulsado por los aviones.