La flagelación de Cristo y la fe
Jesús, fiel a su misión de cumplir la voluntad de su Padre, tuvo fuerzas sobrenaturales para soportar los latigazos de flagelo, las espinas de la corona que le colocaron en su cabeza, para cargar la cruz de nuestros pecados.
La flagelación causó que Cristo derramara mucha sangre antes de morir en la cruz. Conocida es la expresión “La Sangre de Cristo tiene Poder. Foto: EFE.
Durante los pasajes de la Semana Santa, cuando se recuerda la Pasión de Cristo, hay uno muy crudo conocido como la flagelación. Este pasaje me ha llevado a investigar sobre ella, encontrando la opinión de varios médicos que sustentan la crueldad de este castigo.
El Evangelista Juan señala que “Entonces Pilato ordenó que tomaran a Jesús y lo azotaran”. En los momentos en que los soldados azotaban, le colocaron una Corona de Espinas y atado a una columna lo azotaron con flagelos, al final, lo llevaron rumbo a su crucifixión como res que va rumbo al matadero.
En la película de Mel Gibson “La Pasión de Cristo”, esta escena tiene tal realismo que cuando al Papa Juan Pablo II le pidieron su opinión sobre esta escena, él exclamo: “Así fue”.En nuestra investigación, encontramos la opinión de varios médicos que sustentan la crueldad de ese martirio.
Aclaramos que, según el Diccionario Católico, la flagelación está definida como “Suplicio que consiste en golpear a la víctima con un azote de tiras de cuero llamado en latín "flagellium". La Ley mosaica prescribía esta pena, pero no podían infligirse más de 40 golpes". Jesús fue sometido a la flagelación, según la costumbre romana, que era mucho más bárbara y no tenía limitación de golpes.
Según la Biblioteca de autores cristianos, en su publicación "Jesucristo", dice en parte que: "Flagelo era una especie de látigo en el que al final, dos bolitas de plomo constituirían el auténtico martirio". Agrega que a veces se usaban flagelos de tres (3) correas, el número de golpes era trece (13), para constituir los 39 golpes.
Según comenta el Dr. Riquelme Solar, citado en la misma obra, "Se inflige al Cuerpo de Cristo unas ochenta (80) heridas que corresponden a 40 golpes de Flagelo"… También agrega que a Cristo "los músculos le quedarían prácticamente destrozados. La acción vasoconstrictora es más rápida que en casos de hemorragias leves, crónicas o prolongadas".
Por su parte, el Dr. Barbet, cirujano francés, afirma que "La Flagelación parece que motivó también una serie de lesiones en los músculos torácicos, que originaron la insuficiencia respiratoria, causa directa de la muerte".
Ante lo escrito por el Dr. Barbet me animo a agregar que Jesús, fiel a su misión de cumplir la voluntad de su Padre, tuvo fuerzas sobrenaturales para soportar los latigazos de flagelo, las espinas de la corona que le colocaron en su cabeza, para cargar la cruz de nuestros pecados.
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Queda claro que la flagelación causó que Cristo derramara mucha sangre antes de morir en la cruz. Conocida es la expresión “La Sangre de Cristo tiene Poder”, con la cual muchos creyentes ponen la solución de sus sufrimientos en las manos de Cristo. Esta frecuente expresión va sujeta a la fe de quien la expresa.
Catequista de la Basílica Don Bosco.