Discrepancias en el sentido educativo
Una ciudadanía realmente educada y reflexiva es aquella que reconoce que la dominación de sus pueblos y colectivos sociales se viene llevando a cabo sobre la base de grandes y peligrosas injusticias, prácticas y cognitivas...
El proceso educativo debe estar pensado para favorecer el desarrollo completo de todas las dimensiones y capacidades personales y colectivas de cada alumno o individuo, una tarea que se lleva a cabo en el contexto de una determinada sociedad en la que se ejerce ciudadanía.
Por eso es preciso, contemplar la relevancia del currículum como una selección o parcela histórico-cultural, un plan o proyecto donde se concretan las concepciones ideológicas, epistemológicas, sociológicas y antropológicas que determinan objetivos, con el fin de posibilitar la comprensión del pasado y del presente de nuestras sociedades, de sus lazos e interacciones con el resto de la humanidad y de nuestras posibilidades de crecimiento personal.
No obstante, distintos analistas sociales, entre los que me incluyo, solemos ver cómo demasiados estudiantes se siguen preguntando, ante los contenidos y planes escolares, ¿esto para qué nos sirve?, o, peor aún, al final de sus bachilleratos no se sienten mínimamente capaces de enfrentarse al mundo real, con lo que han aprendido en sus colegios y ni hablar de las situaciones que ellos palpan entrando a la educación superior.
Entonces, tendrán todos los integrantes de la comunidad educativa nacional un panorama claro de lo que deben ser las finalidades y el sentido educativo, y de los contenidos curriculares científicos y humanísticos necesarios, o simplemente, estamos dejando y justificando con nuestro silencio cómplice y poca injerencia que se incremente, aún más, aquella imposición chauvinista, eurocéntrica, dualista-cartesiano, homofóbica, racista, epistemicida, femicida, adultocéntrica, machista, cerebrocentrista y mercantilista, que evidentemente le imprimen desde los colegios, las autoridades educativas a nuestra cosmovisión ciudadana, de acuerdo con sus intereses muy particulares y sectarios.
En este sentido, comprendemos que, si la tarea de ayudar a entender el mundo, socializar y capacitar al alumnado, adecuadamente, era tradicionalmente muy difícil, agreguémosle todos los efectos colaterales presentes en la "nueva realidad", que surgieron debido a la pandemia por coronavirus, y nuestro resultado cercano será una vorágine pedagógica-educativa de amplio espectro.
Aquella configuración de nuevas formas de subjetividad, marcada por las ideologías neoliberales de las elites dominantes (oligarcas-conservadora), insertadas dentro de nuestros currículos, perpetúan la poca o mínima reflexión pedagógica, crítica y liberadora; hace que se vayan cediendo muchos espacios de modo peligroso, hasta pasar a verse como lógico el Darwinismo social y la desigualdad entre los seres humanos.
Las políticas mercantilistas educativas solo contribuyen a una desdemocratización y precariedad de las propias instituciones escolares, en especial de las públicas.
Una ciudadanía realmente educada y reflexiva es aquella que reconoce que la dominación de sus pueblos y colectivos sociales se viene llevando a cabo sobre la base de grandes y peligrosas injusticias, prácticas y cognitivas, que nos alejan cada vez más, de las lógicas de superación personal enmarcadas en las finalidades de servicio a la comunidad, defensa de los derechos humanos, solidaridad, fraternidad, justicia, desarrollo sostenible y bienestar común.
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Enseñar mucha ciencia y mucha tecnología, acompañada de mucha ética, reflexión y humanismo es nuestra verdadera tarea; es una simbiosis obligatoria que se debe dar siempre, porque si no formamos a personas conscientes, con elevados valores morales, con profundo conocimiento histórico-social y, sobre todo, con pensamiento crítico, no hemos formado nada, solamente hemos programado a otro robot-biológico más en este mundo; y esa no es la idea, no es la visión y mucho menos nuestro horizonte como nación libre que desea progresar.
Sociólogo / Docente / Analista de Políticas Sociales.