Derechos humanos para elegir sedes deportivas
Andrea Florence, directora de la Sport & Rights Alliance, señaló: "Desde 2017, la FIFA ha realizado importantes progresos en el reconocimiento.

Coliseo deportivo utilizado durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. EFE
Una encuesta encargada por Amnistía Internacional, y que se ha llevado a cabo en 15 países, revela que el 53 % de la opinión pública cree que los derechos humanos deben ser una consideración fundamental para elegir al país anfitrión de grandes acontecimientos deportivos internacionales.
Así, fue el segundo factor más tenido en cuenta por detrás de la seguridad de hinchas, atletas y voluntarios (57 %) y por delante de la calidad de la infraestructura como estadios, transporte y hoteles (48 %) y de la transparencia y medidas para hacer frente a la corrupción (43 %).
En este sentido una coalición global de grupos de derechos humanos, sindicatos, futbolistas e hinchas, la Sport & Rights Alliance (Alianza de Deportes y Derechos), ha instado a la FIFA a garantizar que esto se cumple en la elección de la fase final de la Copa de Mundo de fútbol masculino de 2030, si bien ya se introdujeron estos criterios por primera vez en el proceso de adjudicación de la de 2026.
"La FIFA debe aplicar rigurosamente las más altas normas de derechos humanos a la hora de evaluar todas las candidaturas para acoger su torneo más emblemático, debe pedir planes claros de acción en materia de derechos humanos y debe rechazar toda candidatura que no demuestre de forma creíble la seriedad con la que los riesgos en materia de derechos humanos se prevendrían, se vigilarían de forma independiente y se repararían en caso de cometerse abusos", señala Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
Por su parte Andrea Florence, directora de la Sport & Rights Alliance, señaló: "Desde 2017, la FIFA ha realizado importantes progresos en el reconocimiento de sus responsabilidades de derechos humanos. Sin embargo, al adjudicar sus torneos, no ha aplicado sistemáticamente las evaluaciones y consideraciones.
Para demostrar que se toma en serio su propia política y sus estatutos, es fundamental que la FIFA dé la máxima prioridad a los derechos humanos cuando elija al país anfitrión de la Copa Mundial masculina de 2030".