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Ayako Yoshida en primer Concierto de Temporada 2001
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¡Fabuloso recital de violín con acompañamiento de piano! Nos ofreció nuestra ya conocida Ayako Yoshida, decimos esta al ser la segunda vez que pisa suelo panameño, a través de la Asociación Nacional de Conciertos.Ya en el primer recital (17 de junio de 1996), Ayako Yoshida nos impactó con su poderosa muñeca derecha arrancando de su violín fuertes y fortísimos sonidos sin caer en la dureza.Esto redundó en una perfecta "cavatta" y dominio de l arco que sin duda alguna, es quien hace sonar los instrumentos de cuerda.Por otro lado, la articulación de su mano izquierda es proverbial donde, escalas, arpegios, melodías, acordes en dobles, triples y cuádruples cuerdas se escucharon con nitidez.El recital abrió con la Sonata en Sol menor, más conocida como "Trino del Diablo", compuesta por Giuseppe Tartini (1692-1770), compositor que, según la leyenda, soñó con el diablo.Tartini, en el sueño, pidió a Satanás que tocase el violín a lo que este accedió, ejecutando una composición -nunca mejor dicho- endiablada, donde no faltaron dificultades casi insuperables para la mano derecha, la que sujeta el arco, así como la mano izquierda.Dificultades que van en aumento haciendo eclosión en extenso trino ocupando todo el cuarto movimiento.Despertando del sueño, el compositor se puso a escribir la composición que le dictó el diablo.De ahí su nombre.Ayako Yoshida tocó la "endiablada" obra con gran sonido y excelente afinación en los acordes.Obra virtuosística que muy pocos violinistas tocan abriendo el programa.El "Trino del Diablo" nunca se había tocado en Panamá.De Ludwig van Beethoven (1770-1827), la virtuosa Ayako Yoshida interpretó la Sonata para violín y piano en Fa Mayor Op.24, "Primavera".En el primer movimiento como en el último, la sincronización entre piano y violín resultó perfecta.La tercera composición ejecutada fue Sonata para violín N° 1, en Re menor, Op.75 de Camille Saint-Saëns (1835-1921), sobre la obra "Di tanti pálpiti" de la Opera de Rossini: "Tancredi", Ayako Yoshida y su acompañante Andrew Armstrong (esposo de la violinista), arribaron el cenit virtuosístico de la noche.De la Sonata de Camille Saint-Saëns destacamos el estacato voante, los arpegios de cuatro octavas y, del Allegro Molto, su "perpetum mobile" así como algunos solos pianísticos.Mi profesor en París (Francia), pedagogo y gran violinista George Enescu, decía: "Quien no domina el arco, jamá podrá tocar obras de Paganini".Ayako Yoshida domina la técnica del arco.En suma, magnífico recital.La espaciosa sala del Teatro La Huaca se vio colmada de excelente público; abonados y algo nunca visto; muchos estudiantes despidieron a Ayako Yoshida y a su acompañante Andrew Armstrong con ovación cerrada