Ana María Polo confesó intimidades
Publicado 2002/05/21 23:00:00
- Somalia
Ana María, quien asegura que su trato no es ofensivo, habló de su matrimonio, sus gustos, metas y hasta nos reveló haber recibido un golpe en pleno juzgado.
La abogada cubana Ana María Polo, encargada de poner orden y la última palabra en cada edición de "Sala de Parejas", dejó el "mallete" a un lado para hablarnos de aspectos interesantes de su vida. Apartándose de la dureza de su carácter, nos permitió descubrir la sensibilidad de una abogada que acepta haber llorado por alguno de sus casos y sentido terror por otros.
"No soy juez. Como abogada que ejerzo desde 1989, estoy entrenada para mediar o ser árbitro, que es el papel que desempeño en "Sala de Parejas". (Gracias por lo de excelente actriz)".
"Una persona allegada a "Promofilm", sabía que era abogada y me vio cantar en el restaurante de una amiga. El 21 de diciembre del 2001, el señor Orta de "Promofilm", me fue a buscar a mi despacho e hice un "casting" que resultó positivo".
"Para mi conocimiento, todos los casos son reales y el equipo de producción asiste a los participantes en la exposición de los casos. (Antes del programa, la persona que demanda y la demandada, firman un acuerdo legal, jurando que se regirán por las decisiones que ella tome en el programa. Por exponer sus problemas en televisión se les paga unos cincuenta dólares a cada uno, pero los casos son reales y las decisiones definitivas. Cuando todo termina, se le da al participante una copia de la decisión, la que está certificada por un notario. Si alguno llega a violarla se lleva a un tribunal donde un verdadero juez emite un desacato y puede imponer hasta la cárcel).
"Los participantes son seres que enfrentan dilema que a veces tienen consecuencias legales".
"Es difícil distinguir "la situación mas incómoda" entre tantos casos de violencia doméstica, abuso de alcohol y drogas, infidelidad y traición. Una participante, en un caso, lanzó un vaso de agua en dirección a mi escritorio y sentí miedo. Otra vez, unos adolescentes tenían un arma de fuego y también me asuste muchísimo".
"La imagen que proyecto no inspira amenazas y nunca he recibido una. Sin embargo, en mi practica privada fui recipiente de un golpe en pleno juzgado".
"No soy dominante, sólo trato de imponer algún orden que nos permita dialogar. Firme y fuerte es relativo a participantes débiles y cobardes. Sin embargo, han habido casos donde se me han salido las lágrimas".
"Cuando lo considero necesario y me lo piden".
"Me imagino que igual que todos, a veces me las cantan".
"Me gusta la naturaleza, leer, cantar, y pensar. Soy casada y vivo en la playa. No tengo hijos biológicos".
"Desde joven tuve inclinación y deseo por las leyes. Lo de la justicia se desarrolló en Sala de Pareja. Es difícil hacer justicia en un mundo con tantos conflictos de intereses".
"Sí me reconocen en las calles y en Puerto Rico con mucho cariño. Nunca me han dicho que soy mala ni justa, solo humana con un buen sentido de balance".
"No. Siento que el público acepta mis premisas, tolerancia y aplicación de reglas legales. Me tratan con cariño y me basta. He dicho. Caso cerrado"!
"No soy juez. Como abogada que ejerzo desde 1989, estoy entrenada para mediar o ser árbitro, que es el papel que desempeño en "Sala de Parejas". (Gracias por lo de excelente actriz)".
"Una persona allegada a "Promofilm", sabía que era abogada y me vio cantar en el restaurante de una amiga. El 21 de diciembre del 2001, el señor Orta de "Promofilm", me fue a buscar a mi despacho e hice un "casting" que resultó positivo".
"Para mi conocimiento, todos los casos son reales y el equipo de producción asiste a los participantes en la exposición de los casos. (Antes del programa, la persona que demanda y la demandada, firman un acuerdo legal, jurando que se regirán por las decisiones que ella tome en el programa. Por exponer sus problemas en televisión se les paga unos cincuenta dólares a cada uno, pero los casos son reales y las decisiones definitivas. Cuando todo termina, se le da al participante una copia de la decisión, la que está certificada por un notario. Si alguno llega a violarla se lleva a un tribunal donde un verdadero juez emite un desacato y puede imponer hasta la cárcel).
"Los participantes son seres que enfrentan dilema que a veces tienen consecuencias legales".
"Es difícil distinguir "la situación mas incómoda" entre tantos casos de violencia doméstica, abuso de alcohol y drogas, infidelidad y traición. Una participante, en un caso, lanzó un vaso de agua en dirección a mi escritorio y sentí miedo. Otra vez, unos adolescentes tenían un arma de fuego y también me asuste muchísimo".
"La imagen que proyecto no inspira amenazas y nunca he recibido una. Sin embargo, en mi practica privada fui recipiente de un golpe en pleno juzgado".
"No soy dominante, sólo trato de imponer algún orden que nos permita dialogar. Firme y fuerte es relativo a participantes débiles y cobardes. Sin embargo, han habido casos donde se me han salido las lágrimas".
"Cuando lo considero necesario y me lo piden".
"Me imagino que igual que todos, a veces me las cantan".
"Me gusta la naturaleza, leer, cantar, y pensar. Soy casada y vivo en la playa. No tengo hijos biológicos".
"Desde joven tuve inclinación y deseo por las leyes. Lo de la justicia se desarrolló en Sala de Pareja. Es difícil hacer justicia en un mundo con tantos conflictos de intereses".
"Sí me reconocen en las calles y en Puerto Rico con mucho cariño. Nunca me han dicho que soy mala ni justa, solo humana con un buen sentido de balance".
"No. Siento que el público acepta mis premisas, tolerancia y aplicación de reglas legales. Me tratan con cariño y me basta. He dicho. Caso cerrado"!
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