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Padre de Cristani soñó que veía a su hija muerta debajo de una cama
La mataron mientras su abuela fue a cobrar el Cepadem; por ello, algunos vecinos hablan de negligencia. El sospechoso aparentemente consume sustancias ilícitas.
José Chacón - Actualizado:
El sospechoso fue llevado el miércoles al Imelcf para pruebas de ADN / Eric Montenegro
El día que mataron a su hija, David Grand, padre de Cristani Grand Batista, la niña de sies años asesinada en La Chorerra, tuvo un sueño. Luego de varias horas de búsqueda, aquella noche que se había convertido en pesadilla, Grand se fue a la cama a dormir con una profunda tristeza y con una sirie de dudas. VEA TAMBIÉN: Niña perdida de La Chorrera fue degollada por el hijo de su padrino Al día siguiente, el hombre contó a su esposa un sueño que posteriormente se convirtió en una corazonada. Grand realtó la escena en Telemetro Reporta la mañana de este miércoles, un día después que la policía atrapara al presunto verdugo de la infante. "'Yo dije, ¡ay Dios mío! muéstrame un sueño, de donde pueda estar mi hija... algún sitio donde yo la pueda ver'. Cuando dormía, tuve un sueño que la veía muerta, debajo de la cama de él (el homicida)", fue su testimonio. VEA TAMBIÉN: Se suicida detenido sospechoso de asesinar a niña de 9 años El padre de la menor aseguró que el hijo de su compadre lo consoló, le propuso denunciar que la niña estaba perdida y hasta lo ayudó a buscarla por varias horas. Lo que no sabía Grand es que aquel colaborador, supuestamente había asesinado a su hija, y que la tenía oculta dentro de un tanque azul cubierto de ropa. VEA TAMBIÉN: Asesino de la niña de La Chorrera aprovechó que abuela fue a cobrar Cepadem "Empezamos la búsqueda, tras eso viene el homicida sabiendo que yo estoy sufriendo por mi hija, empieza a ayudarme... él mismo empieza a ayudar a buscar a mi hija para arriba y para abajo, a llamarla hasta las 3:30 a.m.", expresó el papá de Grand Batista. Grand también compartió su corazonada con la policía, pero estos tenían que esperar una orden de corregiduría para entrar a la residencia de su compadre, a escasos 20 metros de su casa. Llegada la orden el martes por la mañana, entraron a aquella residencia. La fiscal de la zona oeste ingresó a la casa. Allí dentro, vio unas manchas de sangre sobre el suelo, pero la madre del ahora sospechoso, declaró que se trataba de la sangre de una gallina de patio. La mamá quería sacar un tanque azul lleno de ropa para supuestamente lavarla, pero por lo pesado que se veía, la fiscal decidió revisarlo. Entonces, el sueño o más bien la pesadilla de Grand, se había hecho realidad. Allí yacía muerta su pequeña. El día del allanamiento, el hoy sospechoso no se ecnontraba en casa; actitud que generó suspicasias entre las autoridades que empezaron a armar el rompecabezas. Su huida duró poco, esa misma tarde lo atraparon en los multifamiliares ubicados en San Antonio, corregimiento de Barrio Balboa en La Chorrera. Lo llevaron a un cuartel de policía y hasta este miércoles fue que lo trasladaron al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) para las respectivas pruebas científicas. Hasta ahora no se puede afirmar que ese sujeto, del que no se ha dicho su nombre, ni tampoco una edad precisa, sea el autor material del crimen. Eso lo determinará las pruebas en el IMELCF. Si los peritos encuentran ADN suyo en la anatomía de la infante, entonces estará en problemas. Con datos de Eric Montenegro