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Venezuela: entre Mao y el caos
Pinerolo - Publicado:
Caracas (AIPE)- La reciente visita del presidente de la República Popular China a Caracas puso de manifiesto de modo particularmente ilustrativo el disparatado curso de la llamada "revolución" chavista.El encuentro, uno entre varios de los realizados por el dirigente chino en América Latina, fue presentado por el presidente Chávez como una especie de decisivo viraje geopolítico a escala mundial.En medio de las sonrisas y gestos de inequívoco asombro de sus huéspedes, Hugo Chávez volvió a proclamarse seguidor ideológico de Mao Ze Dong, olvidando que el actual mandatario chino, Jiang Zemin, fue una de las víctimas de la crueldad maoísta y pagó con cárcel sus "desviaciones burguesas" durante la catastrófica Revolución Cultural.El encuentro culminó con una sesión musical en la que una gigantesca orquesta de niños, ataviados con la bandera venezolana, desplegó sus destrezas, no siempre muy afinadas, bajo la batuta de ambos jefes de estado.Posteriormente, los dos cantaron en compañía de Julio Iglesias, y el show resultó tan exitoso que Chávez ha prometido repetirlo en una próxima visita a Beijing.Detrás de esta opereta, sin embargo, no todo es cosa de risa.Chávez prosigue un rumbo que está condenando a Venezuela al más pronunciado aislamiento internacional de los últimos cincuenta años, y colocando al país en una posición crecientemente vulnerable.No sólo continúa aumentando la dependencia de la economía con respecto al factor petrolero, sino que Chávez, al acercarse a Cuba, Rusia y China a expensas de Estados Unidos está ahuyentando las inversiones extranjeras y garantizando un desempleo masivo, que ya empieza a erosionar su popularidad.La cumbre de Quebec patentizó la soledad venezolana.Chávez fue el único jefe de estado que cuestionó las resoluciones finales de la Cumbre, exaltando de paso la figura de Fidel Castro y solidarizándose con el naufragio revolucionario cubano.El aislamiento venezolano contrasta de manera significativa con una larga tradición, que había dado al país importante prestigio en la región como promotor de la democracia y defensor de la integración.Al rechazar las iniciativas orientadas hacia el libre comercio, Chávez nos coloca al margen de los grandes procesos de transformación actuales, y asegura para Venezuela un porvenir de atraso y empobrecimiento generalizados.Millones de venezolanos estuvieron dispuestos a apoyar a Chávez en la creencia de que su liderazgo generaría un cambio positivo, hacia una mejor democracia acompañada de prosperidad para la mayoría.El camino escogido por el presidente venezolano, no obstante, conduce a un abismo insondable.Es un rumbo ideológicamente motivado, caracterizado por un acomplejado anti-yanquismo que esconde la antipatía hacia la libertad y el mercado tras el ropaje de moda del anti-neoliberalismo, pero que en realidad pretende repetir la experiencia cubana en Venezuela, en nuevas condiciones.La tragedia que se perfila para la patria de Bolívar es cada día más evidente.Chávez no logrará sus objetivos, pero los costos de su intento serán enormes.(c) www.aipenet.comProfesor de ciencia política, Universidad Simón Bolívar.