opinion

Raíces del separatismo español

El Gitano - Publicado:
"En 1900 se empieza a oír el rumor de regionalismos, nacionalismo, separatismos.

.

.

Es el triste espectáculo de un larguísimo, multisecular otoño, laborado periódicamente por ráfagas adversas que arrancan del inválido ramaje enjambres de hojas caducas".

Con estas melancólicas metáforas José Ortega y Gasset registró en "España Invertebrada" , cuya primera edición es de 1920, el arcaico comején de los nacionalismos que los vascos vuelven a exhumar con la propuesta de "estado asociado" formulada por el presidente del parlamento vascongado.

Las voces disonantes y disidentes de vascos y catalanes, reclamando espacios de autonomía cada vez más disgregadores de la unidad hispánica, nos devuelven al desgarramiento fundacional del reino de Castilla.

La fusión de los reinos de Castilla y Aragón por la alianza matrimonial de Isabel y Fernando determinó que el liderazgo ibérico cayera en manos castellanas, restringiendo obviamente las aspiraciones de la nobleza de reinos vecinos, leoneses, astures, etc.

En el mismo momento de la hegemonía castellana nació simultáneamente la frustración de los otros pueblos peninsulares que la consolidación paneuropea de Carlos V no logró sofrenar.

Carlos V había nacido en Gante, en los Países Bajos, su lengua natural fue el flamenco y aprendió el castellano ya hombre maduro.

En la pirámide del poder político en el período de máximo esplendor hispánico, estaban los asesores flamencos, con el Canciller Gattinara a la cabeza.

El poder flamenco incubó el resentimiento de los nobles españoles que finalmente recuperaron supremacía con Felipe II.

Y así como hubo castellanos que se sintieron postergados por los flamencos, también navarros, catalanes, andaluces resintieron el dominio de los hombres de Castilla.

Hay que admitir que no existió unicamente una minusvalía de orden político, sino principalmente un arrinconamiento lingüístico y cultural de las lenguas de Galicia, Valencia, Cataluña y Euskadi, además de otras del mosaico dialectal de la península.

La sombra del secesionismo político y linguístico se disipó temporalmente con la conquista del Nuevo Mundo.

Andaluces, vascos, castellanos, extremeños, empuñaron espadas y fundaron pueblos en una empresa que forjó la unidad española con la fuerza de la Reconquista.

Paradójicamente, la conquistada América unió a los conquistadores en un proyecto común que disolvió los nacionalismos cantonales.

España le debe a América Latina.

, entre otras cosas, la unidad política que no pudo resolverse en su propio territorio, y la unidad lingüística, carcomida por la prescindencia del castellano en Galicia, Cataluña y Vasconia.

Cuando Antonio de Nebrija publicó la primera edición de la Gramática Castellana en 1492, Carlos V le preguntó cuál era la importancia de una gramática.

Fray Antonio de Talavera, confesor del monarca, exclamó que el castellano era la lengua imperial que se requería para los nuevos dominios.

El castellano se entronizó en ultramar por la conquista americana.

Y no solamente fue el vínculo de comunicación entre los españoles, sino que el castellano se ha enriquecido extraordinariamente con innumerables americanismos de origen indígena, aceptados por las academias luego de superar egoísmos linguísticos que los hablantes hispanos acogen con amplitud.

Así, pues, se presenta la paradoja que mientras en España acecha el separatismo lingüístico y político, en América Latina el castellano no conoce reservas ni pugnas intestinas.

La vieja lengua de la tierra de los castillos asimila, con la ductibilidad que demanda la supervivencia, los aportes de las voces indígenas, amestizadas a veces por confusiones auditivas por los colonizadores.

Visigoda, romana, cartaginesa, arábiga, en sus orígenes históricos, la lengua castellana se retempló con lenguas americanas que nominaron otra flora, otra fauna, otra naturaleza, otro mundo en resumen.

¿Qué vocablo castellano, o vasco, o catalán, se usaría para nominar chocolate, que es nahuatl, papa, que es quechua, tabaco, que es naborí? La unidad lingüística cuajada en el castellano repotenciado con la asimilación de lenguas viejas y modernas, responde a motivaciones históricas profundas, mientras que el secesionismo es antihistórico, cariocinético, disgregador.

España no es la única entidad estatal que confronta adversidades secesionistas.

Algunos franceses conservadores sueñan con la restauración del provenzal de los trovadores y discuten sobre la primacía de galos y bretones, en tanto que el nacionalismo corso irrumpe a veces a bombazos.

Canadá aún está escindida entre francófonos y anglófonos.

Belgas y flamencos pugnaron por la juridiscción de espacios linguísticos y culturales.

Alguna vez el maestro Américo Castro temió que la jerga rioplatense, con el lunfardo, que es un mechado de italianismos y criollismos, podía degradar la unidad del castellano.

Jorge Luis Borges le salió al paso con ironía, en un artículo recogido en "Otras Inquisiciones", citándole mil y un andalucismos y replana de las coplas de las zarzuelas poco distantes de la letra de los tangos de Enrique Santos Discépolo entonados por Gardel.

El castellano fue en su momento jerga de soldados y ladinos.

Tras la saga cultural de Alfonso El Sabio se convirtió en lengua del común y adquirió jerarquía literaria con "El Libro de los Exiemplos" del Infante Don Juan Manuel.

Pero el mejor castellano hoy se habla y se escribe en América, con Gabriel García Márquez, Alfredo Bryce Echenique, reciente Premio Planeta, Guillermo Cabrera Infante y un notable prosista mexicano Juan José Arreola, que maneja el idioma con más brillantez que escritores castellanos, vascos, gallegos o valencianos.

América rescata y robustece la vieja lengua del Arcipreste de Hita y Azorín.

Más Noticias

Política Embajador designado de EE. UU. en Panamá presenta copia de sus credenciales ante el canciller

Sociedad Sociedad civil se une al Meduca en busca del bienestar estudiantil

Economía Economista advierte que huelgas alejan la inversión y agravan la economía panameña

Sociedad En los primeros tres meses del año, Panamá ha expulsado y deportado a más de 300 personas

Sociedad Denuncian retención de cheques a funcionarios de la Asamblea que cobran más de $3,000

Sociedad El acto de licitación del Hospital de Mascotas atrajo a varias empresas

Provincias Educadores enardecidos por aprehensión durante marcha

Sociedad En el país no hay ‘brotes descontrolados’ de influenza

Sociedad Conep pide diálogo para resolver problemas

Política Kevin Marino Cabrera, embajador designado de EE.UU., ya está en Panamá

Sociedad Ifarhu: solo dos beneficiarios devolvieron sus auxilios económicos

Sociedad Lucy Molinar: ‘Nosotros vamos a defender el derecho a la educación’

Suscríbete a nuestra página en Facebook