No queremos escuchar lo mismo sobre el Idaan, queremos resultados
El ingeniero Juan Antonio Ducreaux y el Idaan son viejos conocidos. No es la primera vez que la dirige, la conoce a fondo. Por eso esperamos que sin rodeos le meta el diente a los múltiples problemas sin mayor dilación.
Cientos de miles de personas que no tienen agua potable, otra cantidad similar que solo la recibe unas pocas horas al día, otros que literalmente se la roban y una cantidad importante que la malgasta. Foto Ilustrativa. EFE.
Desde que tengo uso de razón, escucho que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) está en crisis y a punto de colapsar.
Pareciera ya que esa es su condición natural y que, por alguna razón que los mortales desconocemos, nuestra clase política prefiere mantenerla de esa forma, en una coma permanente.
Las noticias sobre la institución, cada vez que un nuevo director toma posesión, son las mismas: un alto porcentaje de lo que se produce se pierde por el mal estado del sistema de acueductos, la institución no factura realmente el costo de la potabilización del agua, la alta morosidad y el robo del servicio tienen al Idaan al borde del colapso.
Y cada cierto tiempo, los gobiernos de turno contratan una onerosa asesoría nacional o internacional para que algún genio nos diga lo que ya sabemos. Pero nadie mueve un dedo. Y así pasan los años, con el mismo déjá vu.
Cientos de miles de personas que no tienen agua potable, otra cantidad similar que solo la recibe unas pocas horas al día, otros que literalmente se la roban y una cantidad importante que la malgasta.
El ingeniero Juan Antonio Ducreaux y el Idaan son viejos conocidos. No es la primera vez que la dirige, la conoce a fondo. Por eso esperamos que sin rodeos le meta el diente a los múltiples problemas sin mayor dilación.
Periodista.