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"Ma-kä-raka" = Tu nombre no me simpatiza
Pastor E. Durán E. - Publicado:
Si usted le dice a un ngobe (indígena del occidente del país): "Macaracas" (nombre de una localidad de la provincia de Los Santos en el centro sur del Istmo), de seguro va a entender: "Tu nombre no me simpatiza" (de "ma kä = tu nombre, "raka" = no me simpatiza).Según la tradición histórica, "Macaracas" era el nombre de un cacique indígena de la época de la Conquista que encontraron los españoles al mando del capitán Gaspar de Espinoza cuando incursionaron por primera vez en 1516 en la región de Azuero, en busca de un tesoro que el cacique París había escondido en Cerro Quema.Es muy probable que el registro del nombre de "Macaracas" como apelativo de aquel cacique haya sido una de las tantas ligerezas que registra la historia, cometidas por los conquistadores europeos dándoles nombres equivocados a personas, animales y lugares.Veamos:Aunque la gente de Espinoza negó que hubiera torturado indígenas para llegar al lugar exacto donde se encontraba el tesoro, en su "Historia de Indias", Fray Bartolomé de Las Casas asegura que sí fueron objeto de torturas y vejámenes muchos indios de esa región.Por esto, es muy probable que el codicioso capitán español le dijera aquel cacique: "Yo me llamo Gaspar de Espinoza, y, tú, "cómo te llamas?" El cacique, al tanto de los ultrajes cometidos, con la altivez que caracteriza a la gente de la raza nativa, probablemente respondió; "Ma kä raka" (tu nombre no me simpatiza), y los cristianos se apresuraron a anotar que el cacique se llamaba "Macaracas".Esto que decimos no tiene nada de extraño y pudo realmente haber sucedido.El prestigioso arqueólogos británico-panameño Richard Cooke, en su ensayo titulado: "Los Guaymíes sí tienen historia", resume la evidencia de cinco ramas de la Antropología, la cual demuestra -en su respetable opinión- que los Ngobe y Bugle actuales del occidente del país son los descendientes directos de los grupos indígenas que vivieron en las regiones occidental y central de Panamá antes y después de la Conquista.Por nuestra parte, durante más de diez años de estudios del idioma de los Ngobe, sostenemos la tesis de que la gran mayoría de la toponimia indígena de la región de Azuero corresponde al idioma Ngobere, aunque está castellanizada.Continuando con nuestra alusión a las ligerezas de los conquistadores para anotar nombres de personas, animales y lugares, preguntamos: ¿Cómo creen ustedes, estimados lectores, que se originó el nombre de Yucatán, península del sureste de México? De igual manera como especulamos nosotros que surgió el nombre de Macaracas.Se dice que un conquistador español le preguntó a un indígena cómo llamaban ellos a ese lugar.El indio le dijo: "Yuk ak katán".Lo que el español no sabía era que le estaba diciendo: "No entiendo tu idioma".Ignorante de lo que significaban aquellas palabras, el español anotó que el lugar se llamaba "Yucatán".Igualmente, cuando los ingleses llegaron por primera vez a Australia, cuenta la historia que se asombraron al ver unos extraños animales que daban saltos increíbles.Inmediatamente llamaron a un nativo y le intentaron preguntas mediante señas.Al notar que el indio siempre decía: "Kan ghu ru", adoptaron al inglés el vocable "kangaroo" (canguro).Los lingüistas determinaron tiempo después el significado, el cual era muy claro: los indígenas querían decir: "No le entiendo".La falta de profundidad en la investigación ha llevado a muchas personas, incluso, de gran espíritu investigativo, a cometer graves errores en esto de la interpretación o traducción de palabras de un idioma a otro.Es el caso, por ejemplo, de lo que le sucedió a San Jerónimo cuando traducía del griego la palabra "kamelos", del Nuevo Testamento, en la parte del evangelio escrito por San Mateo donde se dice la famosa frase: "es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico al reino de los Cielos".San Jerónimo interpretó la palabra griega "kamelos" como "camello", cuando en realidad en griego "kamelos" es la soga gruesa con la cual se amarran los barcos a los muelles.Claro que este error no alteró lo que el autor deseaba ejemplificar, pero acaso, ¿no es más coherente lo de la soga que lo del camello? (aunque la palabra "camello" allí empleada viene más a pelo y nos gusta más).Un ngobe de Río Santiago nos decía una vez a manera de chiste que cuando Cristóbal Colón en su cuarto y último viaje llegó a las costas de lo que es hoy el norte de Veraguas buscando oro, anotó que el cacique del río "Bera-Gwa" (Pez-Bera) se llamaba "Quibian" porque preguntó por el cacique y le respondieron: "Kubien", pronunciación figurada que en el idioma de los Ngobe significa "duerme", pues se encontraba tomando una siesta.No sabemos si este chiste es tradicional o no entre los Ngobe, pero con los ejemplos que hay a través de la historia, no nos extrañaría que así haya sucedido.Otra cosa es la discusión entre los historiadores en el sentido de que "Quibián" no era el nombre del cacique que impidió la fundación del poblado de Belén iniciada el 6 de enero de 1502 sino un título de nobleza o rango.Pero la sarta de errores de este tipo no se detiene y podemos seguir encontrando más, como por ejemplo, en este caso de Colón navegando por este litoral se dice que contiguo al río Veraguas estaba el río "Yeba" (?).(los Ngobe eran los habitantes por excelencia del litoral del Atlántico en el occidente panameño, aunque había avanzadas ngobe en el litoral del Pacífico al momento de la Conquista).La palabra "yebra" en el idioma Ngobere significa "ese" (pronombre demostrativo".Como los españoles traían intérpretes en su embarcación, es muy probable que se les preguntara por el río desde la alta mar y, señalando al río que después bautizaron como "Belén", los indios dijeron: "Yebra", es decir, "ese", y así está registrado en las crónicas de la Conquista.