La elección de una carrera en Panamá
En pleno siglo XX1, nos hemos alejado de contextualizar los distintos escenarios educativos, y hemos, como sociedad, encasillado el crecimiento del país por la resistencia que han tenido los responsables de estos temas.
La educación está obligada a formar, de manera integral, a los estudiantes quienes van a ser los futuros profesionales del país; es decir, al conjunto de habilidades y capacidades cognitivas. Foto: Archivo.
La República de Panamá se ha caracterizado por ser una porción terrestre, utilizada para facilitar el comercio a nivel mundial.
Desde su fundación ha sido objeto de uso por grandes potencias comerciales, las cuales se han aprovechado de nuestra privilegiada posición geográfica.
En el caso muy particular de la provincia de Colón, considerada como el bastión industrial del país, por sus propias características, donde se han establecido actividades comerciales vinculadas al mundo naviero, comercial y turístico; sin embargo, por alguna razón, estas no han sido absorbidas por los distintos gobernantes para lograr ofrecer una formación académica que cumpla con los requisitos mínimos exigidos por estas actividades que directamente le dan vida a la sostenibilidad económica de la provincia.
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He de allí que me preocupa el hecho de que nuestros estudiantes sean efectivos en elegir las carreras profesionales que se ofrecen, aunado a las imposiciones familiares y la descontextualización de las ofertas curriculares de la región.
Nuestro sistema educativo no se ha preparado para hacerle frente a los requerimientos curriculares de cada región, se han evidenciado deficiencias en los procesos formativos que intentan ser desarrollados, todo esto de la mano de un cúmulo de profesionales que, a lo largo de nuestra vida republicana, han intentado cumplir con sus propias expectativas, más que con las necesidades reales de cada región de este país.
En pleno siglo XX1, nos hemos alejado de contextualizar los distintos escenarios educativos, y hemos, como sociedad, encasillado el crecimiento del país por la resistencia que han tenido los responsables de estos temas.
Es evidente que esta conducta, ha dejado insatisfacción en los resultados obtenidos como sociedad, ya que imposibilita que el estudiante panameño, en gran medida, logre su efectividad en las carreras profesionales que estudia, porque se limita a las ofertas que contempla el sistema educativo, sin tener certeza de su vinculación al éxito, ya que no son considerados muchos factores determinantes que lo convertirán en un profesionista de primer nivel con una adecuada formación y, sobre todo, con la satisfacción de ofrecerle a la sociedad una profesión que cada región necesita para colaborar con el crecimiento de su entorno.
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El logro de la elección de las carreras profesionales es una exigencia de la sociedad actual, que ve en ella el aspecto fundamental para enfrentar con éxito los cambios dramáticos que ocurren regularmente.
Y es que, para construir un mejor país, Panamá necesita hombres y mujeres que posean una educación sólida, producto de su formación al amparo de un sistema educativo de alta calidad.
Es por ello que las nuevas propuestas y carreras se orientan a formar estudiantes con habilidades y capacidades que les permitan manejar individualmente sus procesos de aprendizaje.
Desde este punto de vista, la educación está obligada a formar, de manera integral, a los estudiantes quienes van a ser los futuros profesionales del país; es decir, al conjunto de habilidades y capacidades cognitivas; se debe buscar, la formación de habilidades de interacción social, tan importantes como las primeras, para preparar a un profesional del más alto nivel académico.
La ausencia de esta acción repercutirá en que continúe la incorporación de mano de obra calificada del exterior, ya que, de mantenerse la desvinculación de las carreras académicas con las ofertas del campo laboral de cada región, seguiremos sumergidos en el subdesarrollo, creando dependencia permanente de otros actores, al no tomarse las decisiones adecuadas que nuestro país necesita, aunado a la ausencia de orientación profesional a nuestros estudiantes.
Docente Universitario