Impacto de la pandemia sobre la demanda y oferta de créditos bancarios
... de enero a marzo de 2020 se incrementó el desembolso de nuevos préstamos llegando a $2,130 millones, cifra que contrasta con la caída del 62,5% en el mes de abril que coincide con las restricciones de movilidad y cierre de la economía...

El sector bancario enfrenta una reducción en sus ingresos lo cual establece presiones sobre la liquidez y, por ende, afecta su capacidad de prestar. Foto: EFE.
El riesgo de impago de los créditos por el deterioro del poder adquisitivo de las personas, ocasionado por la paralización de la actividad económica, ocasionó que el sistema bancario implementara una moratoria de 3 meses.
Luego, el Gobierno formalizó este alivio financiero con la promulgación de la Ley 156 de 2020, que establece una moratoria hasta el 31 de diciembre 2020, la cual se extendió 6 meses más, hasta junio de 2021 para préstamos otorgados por entidades bancarias, cooperativas y financieras, tanto públicas como privadas.
Esta ley establece que durante su vigencia las entidades no podrán efectuar cobros o recargos por falta de pago o atrasos, ni aumentar las tasas de intereses, tampoco se ejecutarán las garantías y no se afectarán las referencias de crédito de los préstamos modificados, que pueden incluir desde el otorgamiento de períodos de gracia, extensiones de plazo de vencimiento de los préstamos y ajustes de la letra o cuota mensual, aplicable a trabajadores, personas naturales o jurídicas las cuales hayan sido afectadas por la pandemia por la COVID-19.
El sector bancario enfrenta una reducción en sus ingresos lo cual establece presiones sobre la liquidez y, por ende, afecta su capacidad de prestar. Según la Superintendencia de Bancos de Panamá, de enero a marzo de 2020 se incrementó el desembolso de nuevos préstamos llegando a $2,130 millones, cifra que contrasta con la caída del 62,5% en el mes de abril que coincide con las restricciones de movilidad y cierre de la economía, sin embargo, desde junio se observa una recuperación debido a la reactivación paulatina de ciertos sectores. Luego, en el mes de septiembre se evidencia una mejoría, ya que se colocaron $1.186 millones en nuevos créditos.
Este repunte en los créditos al sector comercial, hipotecario, industrial y consumo personal, arroja señales positivas, ya que, al permitir la apertura en distintos sectores, también se reactivan plazas de empleo, lo que trae una reacción en cadena en cuanto a la solicitud de créditos de los hogares.
Actualmente, los bancos tienen dividida la cartera crediticia entre los que pagan y los créditos modificados, por lo cual procurarán cerrar la brecha, aumentando el cobro, serán conservadores al otorgar créditos, no buscarán activamente conceder créditos y cada vez serán más estrictos a quienes se les otorgue la moratoria.
Por otro lado, se ve afectada la demanda de crédito por las expectativas del mercado en cuanto al hecho de que muchos sectores de la economía estuvieron paralizados por meses y la incertidumbre sobre cómo será la recuperación económica.
No obstante, el comportamiento interanual de los créditos nuevos están un 53.7% por debajo de los desembolsos del año anterior.
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La leve mejoría no se compara con las cifras a la misma fecha del año anterior, de hecho la economía en su conjunto prevé un decrecimiento de 9% en este 2020, según cifras del gobierno, pero se estima una recuperación del 4% para 2021, lo que representa un aliciente para los actores del mercado panameño; sin embargo, debe quedar claro que queda mucho terreno que recuperar en los próximos meses y, posiblemente, para el 2022 se podría volver a tener la economía en los niveles pre-pandemia.
Estudiante de maestría de la Universidad Interamericana de Panamá.