Hay que mirar todo el tablero antes de mover pieza
Para jugar ajedrez, si bien las reglas pueden ser complicadas o sencillas según quien las explique, el procedimiento básico es bastante simple: primero se mira todo el
Para jugar ajedrez, si bien las reglas pueden ser complicadas o sencillas según quien las explique, el procedimiento básico es bastante simple: primero se mira todo el tablero, luego se juega, se vuelve a mirar todo el tablero hasta que el contrario mueve pieza. Luego, se vuelve a mirar todo el tablero y se repite el paso inicial.
Siempre que se inicia un nuevo gobierno me pregunto si la campaña política les permitirá mirar todo el tablero antes de ejecutar jugada. Nuestros políticos tienen por costumbre llegar con la solución donde creen que está el problema. De alguna manera quedan convencidos de que sus ideas son las más importantes y proceden a ejecutarlas.
El resultado de todo ello es que terminan el primer año de gobierno con una altísima impopularidad, debido a que normalmente las expectativas que generaron no se han cumplido. Siempre se recurre a la excusa del presupuesto, de la falta de tiempo, los medios de comunicación que no difunden las ideas del gobierno. Y así podemos enumerar hasta el infinito.
Hoy me pregunto si dentro de los grandes problemas por resolver en nuestro país, la administración que está por ser instalada el 1 de julio tiene claridad en que muchas promesas de campaña no pertenecen al grupo de verdaderas prioridades de los panameños.
Si es cierto que todo lo dicho es importante, no estoy seguro de que sea lo más importante. Ni siquiera lo urgente. Por ejemplo: en las últimas campañas políticas, el tema de la canasta básica familiar ha sido protagonista. El actual presidente prometió que resolvería el “problema”, ya que, según su argumento de la época, era el único con la experiencia empresarial en el tema. Y la gente compró el argumento. Ahora, vuelve el tema y se nos ha dicho que se realizará un control de precios a productos específicos, lo cual sin duda también resolverá el “problema”.
¿Es tan cierto eso de que la “canasta básica” es un problema urgente por resolver? Yo no estoy tan seguro. El producto más adquirido de la canasta básica familiar es, por mucho, la tarjeta prepago celular. ¿Necesitamos los panameños comunicarnos tanto? No recuerdo haber visto jamás un grupo de connacionales afuera de las sedes de las empresas de telecomunicaciones que brindan el servicio celular, protestar por lo costoso que está el minuto del servicio prepago, o al menos exigir que el servicio prestado sea más eficiente.
¿Se regulará el precio de la tarjeta prepago celular? Si este producto no está dentro de las prioridades, mi pregunta es ¿cómo se determinará cuál es la prioridad en cuanto a los productos que se van a regular?
LA ADMINISTRACIÓN QUE ESTÁ POR SER INSTALADA EL 1 DE JULIO TIENE CLARIDAD EN QUE MUCHAS PROMESAS DE CAMPAÑA NO PERTENECEN AL GRUPO DE VERDADERAS PRIORIDADES DE LOS PANAMEÑOS.
Lo siguiente es la iniciativa de modificar nuestra Constitución Política o rehacerla en su totalidad por vía constituyente. Nuestra actual Carta Magna data de 1972 y fue diseñada con la intención de justificar jurídicamente un sistema de gobierno cívico-militar autoritario, el cual concentraría todo el poder en la figura del “jefe del Estado”.
La verdad es que las sucesivas reformas a las misma, iniciadas en 1983, han ido diluyendo el propósito inicial, y si bien aún el “jefe del Estado” sigue teniendo poderes casi absolutos en nuestra Constitución, el resto de la misma ha permitido que los organismos del Estado funcionen más o menos de manera normal para los parámetros de una democracia moderna. Es tan así, que los últimos intentos de modificar la constitución por vía referéndum han sido rechazados estrepitosamente por el pueblo panameño.
Entonces, con esos antecedentes no comprendo la empresa que va a emprender. Si este tema no es evacuado en los primeros 6 meses de gobierno, el desgaste del capital político inicial del nuevo gobierno terminará por poner en manos de los que serán los opositores la redacción de la misma, y yo no estoy muy seguro de que esa haya sido la idea original de los actuales proponentes.
Así puedo continuar con una serie de iniciativas. Y en el camino, como siempre sucede, nuestros funcionarios pueden caer en el facilismo del protagonismo mediático, a través de la subida diaria de las escaleras de la Procuraduría General de la Nación, llevando un día sí y otro también, denuncias sobre posibles casos de corrupción de sus antecesores, los cuales —como ha sucedido hasta ahora— muy poco resultado mostrarán.
Yo sugiero que se mire todo el tablero. Hay que ver las piezas propias, las del contrario y las posiciones del tablero a las cuales se puede avanzar o no. Aún se está a tiempo porque las expectativas son altísimas. Y no hay margen de error.