El Estado no puede abandonar a sus soldados: el caso del médico Mendoza
Resulta difícil de entender que el Estado panameño no tenga un fondo de contingencia para este tipo de situaciones. Sería bochornoso que el pueblo le dé una lección a sus gobernantes aportando, mediante donaciones...
Nada justifica la situación por la que atraviesa el médico coclesano, Carlos Manuel Mendoza Govea.
Se contagió de COVID-19 tratando de salvarle la vida a otras personas y hoy la suya pende de un hilo, dependiendo ahora de la solidaridad y la buena voluntad de los ciudadanos.
Su condición, reportan sus colegas de la Caja de Seguro Social que lo atienden, es delicada y su vida sería salvada mediante un trasplante de pulmón que le harían en el Hospital Baylor, de Houston, Estados Unidos.
La historia de Mendoza Govea es un ejemplo de superación. Sus padres lo sacaron adelante con mucho esfuerzo en su natal Coclé, por la dura condición social que enfrentaban.
Resulta difícil de entender que el Estado panameño no tenga un fondo de contingencia para este tipo de situaciones.
Y menos aún, cuando en algunas instituciones del Estado se observa una danza de millones de dólares que manejan de forma discrecional y a prácticamente a escondidas.
El Estado debería ponerse al frente de la situación del galeno.
Sería bochornoso que el pueblo le dé una lección a sus gobernantes aportando, mediante donaciones, el dinero que necesita y merece este joven de 31 años.
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El Estado no puede abandonar a sus soldados en la "guerra" contra el SAR-CoV2.
Periodista.