Elocuente Rouen
Para aquellos que viajan por primera vez a Francia, se hace de rigor la efímera excursión a París, a 3 horas de distancia en autobús.
Elocuente Rouen
Posterior a pasar revista en Irlanda, realizamos una escueta escala en Portland, Reino Unido, mejor conocida como la plaza donde se inventó el cemento que lleva su nombre. Recuerdo de niño que el cemento Panamá empleaba la traza Portland y en aquel momento pensé que guardaba un nexo con la ciudad en Oregón, pero nunca le di seguimiento al tema.
Resulta que en 1824 el albañil británico Joseph Aspdin obtuvo la patente del cemento Portland cuyo nombre nace de la semejanza en color con las rocas que se encuentran en la isla de Portland, en el condado de Dorset, resultando en una argamasa de calidad superada, convirtiéndose actualmente en el elemento elaborado más consumido en el planeta.
Cruzando el canal de la Mancha, que separa Inglaterra de Francia, rebasamos la región de Normandía anclando en Le Havre, el mayor puerto internacional atlántico de Francia donde desemboca el río Sena que le comunica con París.
Para aquellos que viajan por primera vez a Francia, se hace de rigor la efímera excursión a París, a 3 horas de distancia en autobús, para por lo menos conocer de repaso sus más célebres atractivos. Con el meollo, retenes y medidas de seguridad, resultado de la celebración de los Juegos Olímpicos cuya sede era la capital francesa, y como ya hemos intimado con París anteriormente, optamos por visitar Rouen (pronunciado Ruan), a solo 1 hora de distancia de Le Havre.
Fundada por los romanos, era la segunda ciudad de mayor importancia de la Galia, convirtiéndose en 843 en la capital del ducado de Normandía, en su momento gobernado por el jefe vikingo Rollon. Esta ciudad con 3,000 años de historia es una vibrante experiencia patrimonial transmitiendo su encanto a través de sus hermosas casas con paredes de entramado, encantadoras callejuelas y sus iglesias góticas.
Su Plaza del Viejo Mercado, su Gran Reloj y la Catedral de Nuestra Dama de Rouen sirven como abrebocas al personaje que grabo su imagen como el monograma de la ciudad, la francesa más famosa de la historia, Juana de Arco, Patrona de Francia.
Cuenta la leyenda qué siendo adolescente, Juana escuchaba mensajes y tenía visiones de Dios y del Arcángel Miguel para luchar en la Guerra de los Cien Años, escapándose de su casa a los 17 años para alistarse en el ejército y presentarse al príncipe Carlos VII en su lucha con el rey inglés Enrique VI, en momentos que el ejército inglés ocupaba el norte de Francia. En 1429, bajo su mando, las tropas francesas retomaron la ciudad de Orleans, sitiada por los ingleses desde el año anterior, participando en otras batallas hasta la derrota definitiva y retiro del ejército inglés.
Posteriormente fue capturada y traicionada por el ejército borgoñón, aliado a los ingleses y condenada a muerte en la hoguera por herejía a sus tiernos 19 años, sentencia que fue conmutada posteriormente por el Papa Calixto XIII en 1456, siendo canonizada por el Papa Benedicto XV en 1920.
La histórica ciudad de Rouen sirve como teatro vivo de esta aguerrida campesina que giró el destino de la historia de una Francia que posteriormente se convertiría en imperio bajo la tutela de Napoleón Bonaparte. ¡Sin duda alguna, una interesantisima escala en nuestro quijotear europeo la víspera!