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Efemérides patrias
Humberto E. Ricord - Publicado:
HA SIDO práctica de la humanidad la celebración del día dedicado a la Patria, porque ésta representa lo más profundo del sentimiento nacional.Sin embargo, en ocasiones se crean alrededor de tales conmemoraciones prácticas grotescas que degradan la verdad patriótica y debitan su apoteósico significado.Sobre todo en el aspecto de desfiles y marchas, principalmente de colegiales, parecería que la Patria es un símbolo de meras estridencias vacías de sentido.Somos un país débil y pequeño, en el que no abundan las rememoraciones grandiosas, por razones obvias.Pero no puede negarse que tenemos fechas patriótica dignas de veneración.Tal vez sea el mes de noviembre el momento más apto para que concretemos ciertas celebraciones, destacando en ellas lo más importante de la simbología a que aludimos.A más de las conmemoraciones independistas, disponemos de hechos históricos que nos proyectan como pueblo protagonista de esfuerzos populares de gran contenido reivindicado, que datan de los siglos XIX y XX, y a los que debemos enaltecer como portadores del más hondo sentido que entre nosotros pueda tener la identificación nacional.Nuestra pequeñez y su debilidad general no han eliminado el tesón que permanentemente, como pueblo, hemos desplegado en el esfuerzo de construir una Patria Libre y no sometida a potencias extranjeras, cuya presencia hemos sabido superar, para gloria inmarcesible de lo que es la Patria Panameña.Ojalá tal resultado histórico esté siempre en nuestra mente y en nuestros corazones, para que ello se convierta en una meta permanente de lucha por la felicidad material y por la justicia orgánica y espiritual que deben honrar y que siempre enaltecerán la Patria Panameña.P.S.- Las líneas anteriores fueron escritas hace un par de días en alusión al 3 de Noviembre, pero ahora las amplío porque hay más espacio en la costumbre de mi artículo semanal.Tal vez mi edad avanzada no me permitirá alcanzar los posibles avances que he venido pregonando con mucho énfasis y con pareja insistencia.No creo que el mejor porvenir de Panamá se encuentre en la idea de un partido político, porque la partidocracia constitucional imperante no se dejará quitar la presa que usufructúa desde hace un siglo, con la sola excepción de tres presidentes: Harmodio Arias, Ernesto de la Guardia y Guillermo Endara.No alcanzo a pensar en otra solución que la que pueden y deben iniciar los profesionales honestos de Panamá, unidos para hacer un estudio de las realidades trágicas en que continuamos viviendo, al que se le anexe después un lógico planteamiento de las vías de solución de los problemas nacionales, que debamos seguir como pueblo.Sólo el talento de esos profesionales amantes de la Patria y organizados con tal fin, podrá señalar el camino de ese porvenir.Es la única forma de ser leal a las ideas que estuvieron en la matriz del 3 de noviembre de 1903, cuando las circunstancias no permitían más que las mismas tuvieran la expresión de esbozos patrióticos.Las generaciones siguientes no supieron comprender por dónde pasaba el destino augusto de una Patria progresista y justa.La dura experiencia de todo un siglo nos señala la perspectiva que, con tanteos honrados debimos haber seguido y que todavía podemos seguir hoy.Tal es el mensaje que inspira este 3 de noviembre de 2005, cuando aún hay un Canal no hipotecado todavía, que puede ser transformado, por ojos sabios y manos honestas, a fin de que el fracaso del Panamá de hoy pueda convertirse en la Patria justa y honrada que la mayoría de los panameños continuamos anhelando.