Amor por los más pobres
Las competencias actitudinales se relacionan directamente con el “saber-ser” o “saber-actuar” frente a una situación determinada. La principal carta de presentación de un joven sin experiencia laboral es su actitud, y esta hará que un empresario apueste por este joven.
Las competencias actitudinales son extremadamente útiles para nuestro desempeño profesional y sin las cuales muchos de nuestros conocimientos no podrían ser aprovechados. Foto: EFE.
Como los cristianos deseamos mantener nuestro amor por los más pobres.
Encontrar empleo siempre ha sido una preocupación para los jóvenes. En 2019, la tasa de desocupación aumentó de 7.1 a 18.5 por ciento en los jóvenes de 15 a 24 años; esto, según encuesta realizada por la Contraloría General.
A nivel de Latinoamérica y el Caribe, hay 9.4 millones de jóvenes desempleados y más de 30 millones de jóvenes solo consiguen empleos informales. El empleo informal es la actividad laboral de quienes trabajan y perciben ingresos al margen del control tributario del Estado y de las disposiciones legales en materia laboral.
Según nuestros jóvenes, uno de los obstáculos es la exigencia de las empresas de mantener años de experiencia laboral que les exigen a los jóvenes en sus perfiles profesionales.
Hay empresas que le exigen a los jóvenes cuatro años de experiencia. Esto hace que la posibilidad de que el puesto sea ocupado por un joven, sea muy escasa. Además de la falta de flexibilidad de horario, porque algunos jóvenes desean estudiar y trabajar, pero son pocas las empresas que brindan esta oportunidad.
Según un consultor laboral con quien conversamos, es mejor que el joven que desea trabajar y estudiar, se proponga a ser emprendedor, pues el empleo asalariado de una empresa grande se contrae.
Según el consultor laboral con quien nosotros conversamos, la principal carta de presentación de un joven sin experiencia laboral es su actitud. La actitud que tenga a bien presentar el joven que desea conseguir trabajo, es la actitud que hará que un empresario apueste por este joven. Es decir, que el joven que se arrima a pedir trabajo en una empresa debe tener lo que se llama “comptencias actitudinales”.
Las competencias actitudinales constituyen manifestaciones de nuestra salud emocional y nuestra habilidad para interactuar con los demás y llevar a cabo nuestras tareas. No solo incrementan la productividad, sino que brindan mayor satisfacción personal y profesional.
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Las competencias actitudinales se relacionan directamente con el “saber-ser” o “saber-actuar” frente a una situación determinada. Por esta razón, son competencias extremadamente útiles para nuestro desempeño profesional y sin las cuales muchos de nuestros conocimientos no podrían ser aprovechados.
Estas competencias son las que nos permiten trabajar de un modo más eficaz y saludable para nosotros y para los demás. Así, por ejemplo, el optimismo, la proactividad, la resiliencia, la habilidad para trabajar en equipo, son competencias que nos ayudan a llevar a cabo nuestras tareas diarias con mayor facilidad y menos conflictos y frustraciones.
Las competencias actitudinales constituyen manifestaciones de nuestra salud emocional y nuestra habilidad para interactuar con los demás y llevar a cabo nuestras tareas.
Educador.