opinion
Altivez y soberbia
Juan B. Gómez - Publicado:
Me avisa el sobrino, doctor Carlos Humberto Cuestas Gómez, que pronto saldrá de la imprenta una obra suya titulada Altivez, que recuerda a algunos chiricanos que hicieron historia en nuestra provincia, Yo le dije que escribiría un artículo, en el que haría la diferencia entre los términos altivez y soberbia, que suelen usarse a veces como sinónimos, y no lo son.Voy a explicar esas diferencias que a juicio mío tienen los dos términos.La altivez es el orgullo bien interpretado; la dignidad auténtica; el honor noblemente sentido; el respeto por sí mismo y por los demás; es la actitud que acompaña siempre a la grandeza.En cambio, la soberbia es la pequeñez engrandecida; el mentecato con poder; el complejo disfrazado; la prepotencia con los humildes; el sometimiento con los poderosos; la bajeza del tirano.Pero, hay que decir también que, la altivez no es el rencor y la venganza, porque esos son atributos más bien de la soberbia.Cuenta uno de los biógrafos del altísimo poeta de Francia, Víctor Hugo, que cuando eran jóvenes él y su esposa, Adela, llegaba a su casa un amigo del poeta, el crítico Sainte-Beuve; y éste destruyó su hogar, hasta el extremo de que se decía que una de las hijas de Víctor Hugo era en realidad de Sainte-Beuve.El crítico publicó, en el tiempo en que tuvo las relaciones con la mujer del poeta, una novela titulada “Voluptuosidad”, en la que contaba las intimidades que tenía con ella… Y pasaron los años, y siendo Víctor Hugo presidente de la Academia Francesa, tuvo que darle la bienvenida al crítico como miembro de la Academia.Y dicen que el discurso de Hugo fue algo extraordinario, propio de él; pero cuando, después de los discursos, Sainte-Beuve quiso estrechar la mano del poeta y abrazarlo, Hugo lo hizo a un lado con un profundo desprecio, que muy pocos advirtieron.Y se sabe que un día Napoleón, explosivo y colérico contra su ministro de Relaciones Exteriores, Talleyrand, lo insultó en lo más profundo de su dignidad.Lo llamó traidor, ladrón; y terminó diciéndole que le habían dicho que su esposa se acostaba con el Duque de San Carlos (hermano del Rey de España).Talleyrand solamente dijo: “ Qué lástima que un hombre tan grande sea tan mal hablado”.Y salió del lugar, pero al día siguiente le presentó su renuncia irrevocable.Dicen que Napoleón, en medio del desastre de Waterloo, expresó: “ Esto no me hubiera ocurrido si hubiera estado conmigo Talleyrand…” Ya ven, pues, que hay grandes diferencias entre los términos altivez y soberbia… Periodista.